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20 septiembre, 2012

EL HAMBRE … UNA EPIDEMIA?






Especial  ETP

En el 2007, hay 75 millones de hambrientos más que en el 2006,
923 millones en total (cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, 2008),  casi el 20% de la población no ha tenido, 'frecuentemente o algunas veces', comida para alimentarse según macroencuesta efectuada en  56 paises por Sigma Dos y Gallup Assotiation con una muestra de 58.600 entrevistas.  En Camerún, el 55% de sus habitantes del “medio urbano” no ha tenido bastante comida este año: en Pakistán  el 53%, le sigue Nigéria con 48%, Perú, 42% y Filipinas con el 40%, en Europa del centro y del Este, por ejemplo en Rusia, la cuarta parte de la población tampoco comió lo suficiente, en Macedonia y Ucránia 21% y en Turquía el 20%.

En América Latina y el Caribe,  la población de hambrientos ha crecido en seis millones de personas durante los dos últimos años, lo que eleva a 51 millones la cifra total de personas que no tienen qué comer en nuestra región debido a la crisis del precio de los alimentos, según la FAO;  es más, "en sólo dos años, el alza de los precios ha hecho retroceder los esfuerzos alcanzados en los últimos 15 años", señala.
Pero además del tercer mundo, de Europa del Este y del Centro, aunque usted no lo crea, el 15% de los británicos reconoció en este estudio no haber comido todos los días, esta es la cifra más alta de Europa después de Grecia (13%) y Portugal(10%).

También en EEUU, en donde un 15% de sus habitantes declaró haber sufrido privaciones de comida en el 2007.

La campaña 'Derecho a la Alimentación Urgente' afirma que tras el incremento de los hambrientos está la subida del precio de los alimentos, que
aumentó un 52% de media, llegando al 200% en algunos productos básicos como el arroz.
A la hora de buscar un culpable del alza de los precios, las ONG apuntan a las actuales políticas agrarias, "centradas en la rentabilidad", en lugar de garantizar el derecho a la alimentación.
La especulación con alimentos es otra de las causas del problema, según la campaña. "Cuando el 75% de las personas que pasan hambre trabaja en el mundo rural y cuando se generan alimentos para el doble de la población, se evidencia que la violación del derecho a la alimentación es un problema de acceso a los productos y recursos suficientes para satisfacer las necesidades de todos los habitantes del planeta", afirma.
Según el Fondo Monetario Internacional, desde 2005 el maíz ha aumentado el 83%; la soja, el 89%; el maní, el 117%; el aceite de palma, el 140%, y el trigo, el 142%. Globalmente, el coste de los alimentos en moneda constante es aún inferior al de algún pico de la década de 1970, pero hay dos características tan nuevas como letales para los más pobres: la subida es abrupta. Y a diferencia de las tendencias del pasado, todo indica que seguirá creciendo durante varios años consecutivos.
La FAO, la OCDE, el Instituto de Investigación de Políticas para la Agricultura y la Alimentación (FAPRI, en sus siglas en inglés), el Banco Mundial, The Economist... Todos coinciden: los precios continuarán subiendo con toda seguridad hasta 2010. Algunos se atreven incluso a alargar la serie como mínimo hasta 2020.
En la misma línea se ha pronunciado Intermón Oxfam. La ONG destaca que unos 290 millones de personas se encuentran al borde de la pobreza por el encarecimiento de los alimentos y critica la respuesta de la comunidad internacional.
Como ejemplo, señala que, de los 12.300 millones de dólares comprometidos en junio por los países ricos para afrontar la crisis alimentaria, sólo se han desembolsado mil millones.
La cifra contrasta con los 700.000 millones que Estados Unidos ha comprometido para paliar la crisis financiera, máxime cuando, según Acción Contra el Hambre, con la mitad de lo que costó la T4 de Barajas, 3.049 millones de euros, se podría curar a los 19 millones de niños que sufren malnutrición aguda severa. Ante esta situación, numerosas ONG reclaman que se aborde la crisis alimentaria desde su dimensión social, política, ambiental y nutricional.

"Los biocombustibles crearán hambre. La fiebre por convertir comida en energía llevará al desastre. Hay riesgos muy serios de crear una batalla entre la comida y la energía que dejará indefensos a los más pobres y hambrientos de los países en vías de desarrollo", opina, siempre contundente, Jean Ziegler, el relator especial para el derecho a la alimentación de Naciones Unidas.
Ya hay datos que lo avalan: el uso del maíz para producción de etanol en EE UU, generosamente subsidiado por el Gobierno, se ha multiplicado por 2,5 en un lustro. "Los precios de los cereales y del petróleo van a estar cada vez más interrelacionados", concluye el Instituto Internacional de Investigación para Políticas de Alimentación (IFPRI, en sus sig
Todo indica pues,  que el hambre en el mundo aumentará. Los planes de choque en marcha para poner fin a esta lacra parecen condenados al fracaso. Pese a la enorme riqueza, cada vez serán más los que tendrán dificultades para ingerir las calorías mínimas necesarias para vivir dignamente.¿Tiene fundamentos la señal de alarma o, la realidad acabará desmintiendo los tambores apocalípticos? La mayoría de expertos cree que hay elementos para preocuparse… "Hay que tomárselo en serio ya" (Carlos Fernández, Director de operaciones de la ONG Acción contra el Hambre).

Semana.com
Alerta mundial por alza en alimentos

El fuerte incremento que vienen presentando los precios internacionales del maíz, el trigo y la soja ha revivido el temor de que se repita la crisis alimentaria mundial de 2007 y 2008.

El fuerte incremento que vienen presentando los precios internacionales del maíz, el trigo y la soja ha revivido el temor de que se repita la crisis alimentaria mundial de 2007 y 2008. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), en los últimos cinco años se han producido tres fuertes alzas. Ha habido razones climáticas, como sequías, que han mermado la producción mundial de cereales desde 2007 e inundaciones que han causado graves daños a los cultivos. Otros factores son el desvío de alimentos para fines no alimentarios y el aumento de la especulación financiera.

Via campesina
Nace una alianza latinoamericana por Soberanía Alimentaria
La alianza surge en la Conferencia que fuera evaluada como un nuevo hito en la conceptualización de Soberanía Alimentaria como plataforma común en que confluyen tanto movimientos campesinos como de pescadores. artesanales, pastores y pueblos indígenas de todo el planeta.
Francisca Rodríguez de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC-VC) evalúa los resultados de la Conferencia Especial de los movimientos sociales por Soberanía Alimentaria.
La región latinoamericana y caribeña cuenta con un número creciente de movimientos que se acercan a esta concepción que incluye no solamente los modos de producción de alimentos (agricultura, ganadería, pesca, recolección) sino que abarca aspectos como la tenencia de los medios y bienes naturales para dicha producción, verificándose como un concepto eminentemente político.
“Somos muchos más”
En ese sentido, la chilena Francisca Rodríguez evalúa que esta conferencia significó una maduración de los procesos y resaltó la decisión de convertir el Comité Internacional de Planificación (CIP) con presencia de “puntos focales” por sectores en una Alianza Continental por Soberanía Alimentaria. La nueva denominación, además, implicará la ampliación de organizaciones miembro en cada país, resolvió la Conferencia.
La dirigente de Anamuri (Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indigenas), de Chile, también resaltó el trabajo de las organizaciones al seno del Comité de Seguridad Alimentaria de FAO en el denominado Mecanismo de la Sociedad Civil.
“El piso de todas estas conquistas ha sido de apoyo, construcción, movilización, resistencia y presión” dijo Francisca. “aquí nace una alia“ “la bandera de la Soberanía Alimentaria es de todo el pueblo, no solamente de los campesinos y campesinas”.
“En su momento tejíamos las alianzas para saber a qué nos enfrentábamos. Hoy sabemos a qué nos enfrentamos: a un sistema que busca pintarlo todo de verde pero manteniendo su base intacta. Intentan disfrazar al capital y hacernos sentir a nosotros la resposabilidad”, dijo en la entrevista con Radio Mundo Real en Buenos Aires, Pancha.