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20 abril, 2012

EL PELO EN EL COJÓN



En esta semana los venezolanos y el mundo entero pudimos oir a nuestro presidente decir que  su opositor para las próximas elecciones presidenciales del 7 de octubre, Henrique Capriles Radonski, no tenía “ni un pelo en un cojón” para admitir que estuvo involucrado en el golpe del 2002 propinado a Hugo Chávez Frías.
Y es que “El Majunche” como también lo llama el presidente, no tiene uno, sino varios “pelos” que al parecer molestan y mucho.  Un “pelo” es que este abogado de 39 años nunca ha perdido ninguna elección a las que se ha presentado.  Con una carrera meteórica, Henrique Capriles fué parlamentario, alcalde y gobernador.  Con apenas 26 años fué presidente de la ya extinta Cámara de Diputados (...)






Otro “pelo” y grande, es que este nieto de judíos, que se dice Católico y “Mariano”, motivó junto con el resto de los participantes (dos de cada tres votos fueron para él), a la movilización de más de 3 millones de venezolanos en las elecciones internas, inéditas para un bloque opositor, que solía estar fracturado y que supera así el miedo a hacer oposición.   Esa cifra representa nada menos que el 16% del padrón electoral, más de la mitad de los votantes de oposición en las parlamentarias de 2010 y es superior a la cifra que en el mismo año el PSUV obtuvo en sus primarias: unos 2,5 millones, según los datos que ofreció en su momento el propio partido de gobierno.

El “pelo” grueso es que Capriles no representa una vuelta al pasado sino una renovación: el chamo “huele a nuevo”. El discurso de Capriles es constructivo, de inclusión, de reconciliación nacional y con el propósito de “resolver problemas” en vez de crearlos y lo que más duele, es que su “discurso” se ha convertido en “echos” contantes y sonantes en su buena gestión en el estado Miranda.
Pero el “pelo” más incrustado, es que hasta los momentos, “el bobo” no se ha subido al rin con Hugo Chávez y esto “crispa” al comandante, que tiene en la confrontación, su carta más fuerte.
Cara al 07 de octubre puedo decir que las encuestas indican que Chávez es una opción atractiva para más de la mitad de los venezolanos y es sin duda un liderazgo difícil de batir; tiene además dinero, maquinaria estatal, amplio control sobre los medios de comunicación, entre muchas otras cosas; pero Henrique Capriles, que se define ahora como “progresista” y de “centro - izquierda”, de quien se dice es un trabajador incansable, de lo que no tengo ninguna duda sin haberle bajado los pantalones, es que “tiene muchos pelos y tremendos cojones”. 

María Gallegos