Redacción Entre Todos
Recibir un diagnóstico de cáncer es una noticia difícil de digerir hasta para el más valiente y positivo de los seres humanos debido a la posibilidad del deterioro de la salud (bien sea por la enfermedad en si o por los tratamientos altamente agresivos), dolor y hasta la muerte.
Si bien es cierto que la ciencia ha avanzado a pasos agigantados en lo que a tratamientos y confort del paciente con cáncer se refiere, no es menos cierto que las personas que no disponen de las altas sumas de dinero para tratarse en centros de salud privados dentro y fuera del país deben acudir a los hospitales públicos, los cuales se encuentran en condiciones precarias.
En Carabobo el único centro para tratar a las personas con afecciones cancerígenas es el Hospital Oncológico Doctor Miguel Pérez Carreño , ubicado en Bárbula y conocido simplemente como "el oncológico". Estas instalaciones viejas e insuficientes para tratar no solo a carabobeños sino también a pacientes de estados cercanos, atraviesa una de las peores crisis de su historia.
Desde el lunes 24 de noviembre la Sociedad Médica ha suspendido las operaciones electivas debido a factores que causan la impresión y la rabia de quienes hacen uso de sus servicios: falta de soluciones, yelcos e inyectadoras y el deterioro y fuera de servicios de un equipo denominado acelerador lineal, que es el que se utiliza para las radioterapias.
El usual "peloteo" agrava la crisis
Daniel Verdecchia, presidente de la Sociedad Médica declaró a los medios de comunicación de la region que la medida de restringir las actividades a la atención de emergencia afecta a 400 pacientes que esperan por operaciones.
Esta medida se tomó, según Verdecchia, debido a la falta de anestesiólogos, pues de los 5 que eran originalmente, solo dos están de servicio, ya que los otros renunciaron o salieron jubilados. Hay que considerar que en cada operación se necesita un anestesiólogo y los que actualmente laboran en el oncológico no se dan abasto.
Adicionalmente, el personal medico señala la falta constante de los insumos necesarios para el normal funcionamiento del centro asistencial. Aunque esta denuncia fue desmentida por el presidente encargado de Insalud, Manaure Hernández, quien indicó que el organismo dotó de todo lo necesario al oncológico y replicó que la mayor problemática que atravesaba la institución de salud era el desperfecto del acelerador lineal, es decir, el aparato que se utiliza para proveer de radioterapias a los más de 90 pacientes diarios que la requieren.
Hernández explicó a los medios locales que este equipo presenta fallas desde el mes de enero y que se notificó a tiempo al Ministerio de Salud, el cual no ha actuado en consecuencia para reparar el magnetrón, es decir, la pieza que debe ser cambiada y que, según la empresa contratista Meditrón tiene un costo de 647 mil 800 bolívares.
Aunque Hernández señaló con vehemencia que la avería fue notificada al Ministerio de Salud "a tiempo" el presupuesto de la empresa Meditrón y que fue mostrada a los medios regionales, entre ellos El Carabobeño que reseñó ampliamente la información, tiene fecha del 21 de noviembre. No obstante, se evidencia claramente que estos equipos no son sometidos a control o servicios por parte del Ministerio (ente responsable de su correcto funcionamiento).
Instalaciones deterioradas
Además de la falta de insumos y de los equipos dañados, el Hospital Oncológico
Doctor Miguel Pérez Carreño adolece de desidia gubernamental. Las camas, las paredes, las ventanas, el área de hospitalización, las salas de espera y los baños no permanecen inmunes al paso de los años y a la falta crónica de mantenimiento. Los pacientes y sus familiares han denunciado en varias oportunidades esta situación que atenta contra la dignidad de las personas que requieren los servicios de este centro asistencial.
Se han hecho reuniones en las que se han levantado actas que se han entregado a las autoridades de Insalud y del Ministerio de Salud y también se han reunido con personal de la Defensoría del Pueblo, pero no se ha visto solución a estos problemas, por lo que no han sido descartadas las acciones de protesta.
Atención que atenta contra la dignidad
Las normas médicas dictan que los pacientes deben ser atendidos de manera impecable y se les deben garantizar las condiciones idóneas de confort. Esto quiere decir, que la situación que atraviesan los pacientes y sus familiares en el oncológico atentan contra este principio. Desde tempranas horas de la madrugada se hacen largas colas para solicitar la atención de las personas con cáncer, personal médico y paramédico insuficiente hace lo que puede y en su cotidiano devenir en un centro de salud en pésimo estado se olvidan de que las personas enfermas que acuden a él poseen un precario estado de salud.
Noelia Parra es usuaria del oncológico, pues su padre, quien padece de cáncer en las amígdalas, tiene seis meses está esperando la radioterapia. Ella también contó a la prensa su experiencia:"el área de hospitalización está descuidada, tampoco hay los insumos ni implementos necesarios, no hay aire acondicionado, las paredes tienen filtraciones, las ventanas están rotas y sin cortinas".
María Pérez acude, igualmente, a acompañar a su madre con cáncer de colon y señala que es inhumano llegar a las 4 de la madrugada para conseguir ser atendido. "Mi mamá no puede someterse a este trajín, así que me vengo yo y le hago la cola hasta las 8 y 30 que llega el médico y mi hermano la trae". Destacó que la directiva del hospital deberían buscar la manera de hacer más cómoda la atención del paciente, pues "la gente que acude al oncológico no está de fiesta, muchos de ellos se están muriendo y merecen algo mejor".
Laurean Colmenares también es familiar de un paciente que ha tenido que usar los servicios del oncológico, donde atienden a su esposa con cancer de mama. "Nada sirve aquí" fue su respuesta cuando los periodistas locales le pidieron su opinión. Detalló que ha tenido que comprar todos los medicamentos e insumos y agregó que la situación es caótica, pues debe pedir hasta la atención de las enfermeras. "Yo me pregunto a veces si al ciudadano Presidente de la República lo atienden así como a nuestros familiares, que padecen de la misma enfermedad que tiene él", puntualizó.
