Redacción Entre Todos
Naguanagua es uno de los municipios de Carabobo que conforman el área metropolitana de Valencia. Se le conoce como el municipio de la Universidad de Carabobo, de las aguas termales de Trincheras, de la Batalla de Bárbula. Es la ruta de paso obligada para ir a Puerto Cabello y, sin embargo, vive en la más absoluta de las desidias.
Las calles están, casi en su totalidad, a oscuras, situación que el hampa aprovecha para hacer de las suyas. Las calles y aceras se encuentran en un estado deplorable y ocasionan daños a los vehículos. El servicio de aseo urbano (pese a haber aumentado bárbaramente) es deficiente, sobretodo en las zonas más humildes donde los camiones siguen siendo de estaca (los compactadores solo "pasean" por las avenidas principales, por Mañongo, La Granja y Las Quintas). Los drenajes no existen: avenidas tan importantes como la 190 se convierten en ríos de hasta 60 centímetros cuando llueve.
Todos estos problemas se suman a los problemas nacionales de la inseguridad, buhoneros, ciudadanos poco concientes y apagones. Basta ver los postes de Naguanagua para que la maraña de cables espante al más experto ingeniero eléctrico.
No siendo suficiente lo anterior, en las últimas semanas ha sufrido las más cruentas fallas en el suministro de agua, sin que la población haya recibido por vía alguna un cronograma de recortes. Días enteros viven los anguanaguenses sin el vital líquido y ante esto Hidrocentro guarda el más absoluto de los silencios.
A la hora de establecer responsabilidades tanto el Gobernador Salas Feo, como su primo el alcalde Feo La Cruz son buenísimos para echarle la culpa al deplorable Gobierno Nacional, quien hace lo propio a través de sus voceros. Sin embargo, los naguanaguenses están claros al decir que los tres organismos son los culpables de que su calidad de vida sea cada vez más deficiente.
