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22 junio, 2011

ENTRE MUJERES: ENAMORARNOS A LOS CUARENTA

Dicen que el mal del siglo en las parejas es el divorcio, en el cual existen muchos casuales del mismo, que van desde el mal carácter de los conjugues hasta la infidelidad, etc. Pero sea cual sea la causa, queda un sabor a desencanto y a desconfianza en algunas personas que han pasado por este trance, porque hay que reconocer que un divorcio siempre es traumático para la pareja y la familia, se nos terminan las ilusiones y muchas veces hasta las ganas de vivir: Pero cuando esto nos toca vivirlo en la edad madura, a los 40, quedamos desbastadas, nos quedamos solas, sintiéndonos muchas veces viejas, con el autoestima en el subsuelo. Pero siempre hay amigos que vienen en nuestro auxilio, apoyándonos, brindando su amistad y compañía, llenándonos de consejos y chocolates para sacarnos de la depresión (por que muchas veces creemos que el mundo se nos acabó, que nadie nos volverá a mirar como mujer ), si es el caso de una infidelidad y nuestro ex nos dejó por una más joven y bella, quedamos sumergidas en el pozo más profundo de la soledad.

Pero logramos superar esa etapa de luto y sufrimiento y volvemos a nacer como el ave “Fénix que resurge de sus cenizas “, comenzamos por vernos al espejo, autoanalizarnos y levantar esa autoestimas, nos vamos al gimnasio, al parque o simplemente a la calle a ejercitarnos y tomar nuevos aires, a salir con los amigos, a bailar o simplemente al cine. Y de repente sucede un milagro…. Toc, toc, toc, la ilusión toca nuestra puerta, el amor quiere entrar. ¿Será posible que están tocando en mi puerta?, no lo queremos creer, estamos paralizadas, asustadas, ¿será posible?, ¡tengo 40 y dele ya no soy una niña como para andar de quinceañera enamorada!… noooo no es posible. Decimos siempre. van a decir que soy una vieja ridícula, NOSOTRAS MISMAS NOS SABOTEAMOS la oportunidad de ser felices, de por lo menos intentar tener una nueva relación y descubrir algo nuevo. Sentimos maripositas en el estomago, vamos por la calle sonriendo solas, y de repente nos asalta nuestro yo interior ¡ridícula vas a millón... boba, vieja y enamorada!, bonita estampa. Ya dejemos el sabotaje, el miedo a vivir una nueva ilusión, dejemos que la adrenalina corra por nuestras venas, el mejor estado es el estar enamorado, una nueva ilusión hace latir más a nuestro corazón, nuestra sangre fluye con más fuerza cuando vemos la cercanía de ese amor, simplemente vivamos lo que se presenta. Tomando la precaución y los aportes de nuestras experiencias debemos aprender a vivir lo nuevo por descubrir sin temor a volvernos a equivocar. Nadie tiene una formula mágica y menos el poder de ver el futuro para saber si esta vez será eterno. No hacemos el ridículo, no somos unas viejas, sólo somos seres humanos con todo el derecho de amar y ser amados y de darnos una nueva oportunidad de rehacer nuestras vidas.