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27 abril, 2011

¡VIVA KADAFI!

Gerardo González Blanco
ggonzalezblanco@yahoo.com

Hasta mediados de los años ´80 del siglo pasado, Gadafi fue un paradigma de la resistencia contra los abusos imperialistas y sionistas del bloque occidental. El carismático coronel mantuvo a raya a todos los servicios de espionaje y contraespionaje de los países que hoy constituyen “el santo triunvirato” del poder mundial es decir, EEUU, la Unión Europea y la OTAN junto con sus sirvientes del Mossad israelí.

Los gringos y los nazi-sionistas de Israel han querido “echarse al pico” al coronel desde hace 40 años porque el tipo era inmanejable y muy incómodo para el proyecto del Gran Israel. Sin duda alguna y, a pesar de sus métodos poco ortodoxos, para la gente progresista de mi generación, el pana Muammar era admirable. Luego vino una época de inexplicable ablandamiento, de aburguesamiento por parte del líder libio. Empezó la época de las carantoñas hacia sus anteriores enemigos. Mucha gente dijo que andaba en una búsqueda de la aceptación de los amos occidentales. Hasta se echó encima la responsabilidad del atentado del vuelo Panam 103B, a sabiendas de que la autoría de ese atentado estaba bien lejos de el ámbito de Kadafi.

El coronel se puso muy pintoresco y rayano en lo payaso; le permitió a Italia, Francia, España y a otros países de segunda hacer jugosos negocios en la boyante economía libia; permitió que sus hijos y gente allegada llevaran una vida de lujo y ostentación que arrechó a medio mundo. En fin, el Kadafi admirado se vino a menos. Aun así fue y sigue siendo un prócer importante en la historia de Libia. Es innegable el enorme desarrollo en todos los ámbitos que se ha operado en Libia desde que llegó al poder. Las inmensas entradas de dinero petrolero han llevado a ese país a ser el más adelantado social y económicamente en toda el África. Hoy por hoy, las reservas internacionales de Libia son de 105 millardos de dólares, 5 veces las de Venezuela, y solo son cerca de 7 millones de habitantes.

Sin embargo, el tercio no fue capaz de propiciar una apertura política a pesar de que las amenazas externas habían bajado considerablemente. Siguió comportándose como un típico autócrata árabe y esto fue creando reticencias y alejamiento entre el pueblo que antes lo respaldaba masivamente. Todo este preámbulo es para decirle a mis lectores y, a pesar del título del artículo, que lejos estoy de apoyar las actuaciones del Kadafi de los ¨90 hasta esta fecha.

Libia ha sido uno de mis tópicos preferidos del cual conozco sin exagerar mucho más que la cáfila de cretinos opinadores de nuestros vasallos medios de comunicación nacionales; quienes en un alarde de ignorancia y estupidez, creyendo que perjudican a Chávez, se han desatado en improperios y calumnias contra el líder libio.

Pero con todas las reservas que ahora me suscita el nuevo Kadafi, ante la vergonzosa cayapa que el “santo triunvirato” ha desatado contra Libia como siempre, sin ninguna razón y basándose en mentiras abominables, no tengo otra opción que restearme con él. Estos delincuentes internacionales, apoyándose en la increíble cobardía de Rusia y China, han logrado una marca histórica: que El negrito Obama, el afrodescendiente Obama, ordenara la invasión del continente negro apoyado en los viejos dueños coloniales.

Esta cobarde agresión contra Libia no tiene la más mínima justificación. A la semana de iniciarse las manifestaciones en el este de Libia, claramente manipuladas por agentes extranjeros, los medios afirmaron que Kadafi había masacrado a centenares de indefensos manifestantes. Bastó que Telesur y otros medios no comprometidos visitaran sin ninguna restricción el teatro de los acontecimientos para que se demostrara que esto era una flagrante mentira comparable a las que se usaron contra Irak. Sin embargo, ese contubernio de naciones en que se ha convertido la ONU, dirigida por ese homúnculo llamado Ban Ki Moon, no dudaron en emitir la infame resolución 1973, tan vaga e indefinida en su contenido que le permitía a los agresores hacer lo que les viniera en gana. Y allí tenemos la nueva “realpolitik” en acción: bombardear, gasear y asesinar a miles de libios para protegerlos de las supuestas hordas de Kadafi. ¡No me protejas compadre!

Por esas razones es que hoy, haciendo un alto a mis discrepancias con el nuevo Kadafi, no dudo ni un minuto en darle todo mi apoyo moral y desearle que aplaste a esa pseudo rebelión conducida por un ex ministro descontento que se “pasó” para el enemigo 3 semanas antes y un militar que ha vivido 30 años a 50 Km. del cuartel general de la CIA en Langley y que regresó “casualmente” a Libia cuando se produjeron los primeros alzamientos. Coincidencias. Yo te aviso chirulí. Lo cierto es que estos canallas han desatado una guerra civil en Libia.

Lo que buscan es fácil deducirlo: separar la provincia de Cirenaica al este de Libia que es donde está cerca del 80% de las reservas de gas y crudos livianos del país. ¡Ah! Y no olvidemos los 105 mil millones de US$. No en balde la insurgencia revienta en Benghazi que es la capital histórica de Cirenaica.

No me queda mas que rogarle al Dios cristiano, al Dios musulmán y como refuerzo a Baal, el Dios cartaginés, en cuyo nombre el gran Aníbal Barca tanta vaina le echó a Roma, el imperio de aquella época, que unan sus poderes para que la funesta operación Odissey Dawn lanzada por la morralla internacional que hoy agrupa a EEUU con sus vasallos de la OTAN, fracasen en sus intentos por dividir a Libia y crear un nuevo foco de tensión mundial que puede dejar chiquito al que tienen armado en el lejano Oriente.

Por eso repito ¡Viva Kadafi!