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27 abril, 2011

SEGURIDAD E HIGIENE EN EL TRABAJO: ACOSO LABORAL O MOOBING

Por Ing. Francesco Pipitone, especialista en Higiene Ocupacional

¿Alguna vez se ha sentido menospreciado por sus compañeros de trabajo? ¿Has sido sometido a burlas, críticas gratuitas hacia tu trabajo o hacia tu persona? ¿Le han asignado tareas no acordes con su cualificación profesional? Éstas y otras muchas conductas hasta un total de 45 comportamientos han sido descritos por H. Leymann en relación al llamado “Acoso laboral o Moobing

¿A qué nos referimos cuando hablamos de Moobing?
El moobing o también llamado psicoterror laboral u hostigamiento psicológico en el trabajo es “una situación en que una persona o grupo de personas ejercen una violencia psicológica extrema, de forma sistemática (al menos, una vez por semana), durante un tiempo prolongado (más de 6 meses), sobre otra persona en el lugar de trabajo”. Por tanto, tenemos dos piezas claves en el engranaje de esta máquina de acoso: los “hostigadores” (con un conjunto de comportamientos activos acordes a su finalidad) y el “hostigado” (con comportamientos de tipo activo o inhibitorio). Describir detalladamente el gran número de conductas relativas al moobing sería una tarea ardua y laboriosa. Sin embargo, podemos citar algunas:

1. Acciones que atentan a la dignidad de la persona o su reputación. Aquí incluiríamos injurias, ridiculizaciones contra el aspecto físico, gestos, voz, estilo de vida, creencias religiosas del acosado. Insultos, gritos, difusión de rumores. Se prohíbe a los compañeros que hablen con la persona en cuestión. De especial relevancia sería en este sentido el acoso sexual (que incluye la oferta y la violencia sexual).

2. Conductas contra el desempeño de su trabajo. Se le asigna tareas no acordes con su cualificación laboral, bien por exceso (tareas extremadamente complejas) o por defecto (tareas simples, repetitivas y rutinarias) Se le dificulta la realización de la labor ocultándole información relevante para ella, no especificándole sus funciones, dándole órdenes contradictorias. Se cuestiona las decisiones tomadas por el sujeto o se evalúa su desempeño de forma ofensiva.

3. Establecer situaciones de desigualdad. Favoreciendo tratos de favor hacia ciertos empleados.

4. Acciones contra el espacio físico de trabajo. Se le aísla del resto de trabajadores dificultándole sus relaciones sociales y favoreciendo unas condiciones de trabajo precarias. El moobing constituiría una expresión más de estrés laboral, resultando de las relaciones interpersonales de la empresa y no relacionado con el desempeño del trabajo o las condiciones físicas de éste.

¿Cuál es el origen de este fenómeno?
El moobing nos parece algo novedoso, sobretodo por la inmensa repercusión que está teniendo en las últimas décadas en los medios de comunicación y no menos por el vocablo utilizado para denominarlo. No obstante, el moobing, lo llamemos como lo llamemos, no es algo contemporáneo. El moobing ha existido desde el principio de la vida laboral y lo podemos ver casi como algo inherente a la condición humana, si nos centramos en el origen de éste para incontables autores. Para muchos, su origen lo buscan en el deseo de poder de las personas y en emociones tan básicas como la envidia. Sin embargo, el acoso laboral es un fenómeno complejo, el cual no tiene sentido sin tener en cuenta la organización que lo sustenta. Existen dos aspectos fundamentales que aumentan la probabilidad de este fenómeno:

1. La organización pobre del trabajo. Es decir, organizaciones con un método de trabajo y producción pobres, con ausencia de interés y apoyo por parte de los superiores, con cargas excesivas de trabajo y mal organización de éste, con aparición de líderes espontáneos, son un caldo de cultivo especial para el fomento del moobing.

2. La gestión de los conflictos. Desde la dirección caben dos posturas que acrecientan el acoso. Una de ellas es la negación del conflicto y otra la participación de la misma dirección en éste.

¿A quién afecta el Moobing? ¿Quién lo ejerce?
En oposición a lo que en muchas ocasiones podemos creer, el acoso se ejerce no sólo desde un superior a un subordinado, sino que la dirección puede ser opuesta o entre iguales. Es decir, el acoso se puede dar en todas las direcciones. Por otro lado, las características de la persona objeto de hostilidad se aleja también de la idea que podemos tener de ella. Suelen ser personas brillantes en su trabajo, con buena autoestima y características personales sobresalientes (buen aspecto físico, inteligentes, colaboradoras).

¿Qué ocurre para que estas personas, llenas de vida y de empuje, desemboquen en patologías tan graves como trastorno por estrés postraumático, ansiedad, depresión o incluso el suicidio?

Tenga los sentidos alerta e intente buscar en su pasado o en la actualidad si ha sido sometido a este tipo de delito... porque el acoso laboral es un delito... No lo olvide.

“El odio es un veneno que se toma para dañar a otro”