MENTIRA MEDIATICA
En los recientes sucesos de Libia pudimos observar como a los ojos de todo el mundo se fabrica una mentira que difundida a través de las grandes empresas transnacionales de la comunicación, sirve de excusa para que los países que dominan los centros de poder tomen sanciones contra una nación o gobernante que siempre les resultò incòmodo.
Por ninguna razón se puede defender una dictadura, ni esa mezcla de monarquía, fanatismo religioso, militarismo y unas cuantas cosas màs que encontramos en diversas regiones, las cuales tienen en común el sometimiento de los pueblos, la negación de la libertad, la justicia y la violación constante de los derechos humanos. Sin embargo, es inaceptable que quienes deben ser garantes de todas las libertades se presten a condenar a determinados gobiernos y aceptan las actuaciones de otros que cometen igual o peores atrocidades.
Por años el ejército israelí se ha ensañado contra el pueblo palestino, hemos visto masacres horrendas y eso no conmueve a los organismos internacionales que se limitan a emitir pronunciamientos muy formales y todo sigue igual. En el tsunami social que sacude al norte de Africa y el Medio Oriente, esos organismos actuaron de la misma manera hasta que las protestas reventaron en Libia. Importaron màs las protestas y los muertos de Libia que los de Egipto, Tùnez, etc. Las transnacionales de la comunicación apuntalaron el plan, insistìan en bombardeos, muertos y destrozos, especialmente en Trìpoli, sin mostrar una imagen, falseando una realidad para moldear una opinión y facilitar a las grandes potencias la vìa para sancionar al gobierno de Libia.
Uno hasta podría creer en la buena intención de CNN y las grandes cadenas si el mismo interés mostraran para condenar los genocidios de Israel en Palestina, de Marruecos en el Sahara Occidental y tantos otros. Son realidades, allì los medios no tienen necesidad de mentir, pero evidentemente, priva el interés político y económico del cual esos medios son brazo ejecutor en el área comunicacional.
CAYAPA CONTRA LA INSEGURIDAD
Insostenible es la situación que se vive en todos los sectores de la población por la inseguridad que nos afecta todos los días y a todas horas. Tanto es el clamor de la gente, los llamados al presidente Hugo Chàvez, que el gobierno nacional anunció una serie de reuniones con organismos del estado y cuerpos de seguridad para armar un plan que logre la ansiada efectividad en el combate al crimen y la violencia.
Ojalà se logren los objetivos y que èste no sea un plan màs. El problema es de todos, las autoridades son fundamentales para el éxito de estas acciones, pero la participación de la ciudadanía es importante, como grupos comunitarios, educativos, culturales, deportivos, etc., por su inserción y cercanìa en zonas con índice delictivo alto, lo que facilitarìa la aplicación de las políticas de seguridad.
Este nuevo esfuerzo debe ser alimentado, potenciado y asumido con vigor por todos los sectores. La lucha debe ser frontal e integral pues lo que està en juego es no solo la vida de un ciudadano en particular sino la existencia de la sociedad.
¿QUE PASO HIDROCENTRO?
Una convincente respuesta debe Hidrocentro a sus suscriptores del eje oriental carabobeño, a quienes tiene acostumbrados a frecuentes interrupciones del servicio en fines de semana, días feriados y en los conocidos “puentes”. Y generalmente se cumple el calendario de cortes, asì que cada quien toma sus previsiones. ¿Què mas se puede hacer?, todo sea por el progreso, por el buen mantenimiento de la red, por los avances de los trabajos del ferrocarril, etc., como argumenta Hidrocentro.
Pero la empresa hidrológica se pasò de maraca en la última interrupción del servicio, finalizando febrero, aparte de reanudarlo con retardo y bombear agua con barro por largas horas, el lìquido era pestilente, como si viniera de un pozo putrefacto. ¿Què pasò?, nadie lo sabe.