Son diversas las diligencias que deben hacerse en los distintos registros de Carabobo. Todo lo que tiene que ver con la conformación de empresas y/o modificación de su configuración se hace ante los registros mercantiles y si se debe autentificar un título de bachiller o universitario, así como legalizar fundaciones, organizaciones no gubernamentales y afines debe hacerse ante el Registro Principal.
Se dice fácil, pero hacer un trámite en estas dependencias del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores y Justicia es realmente un dolor de cabeza. La ineficacia es la orden del día.
Registros mercantiles
En Carabobo existen tres registros mercantiles. Dos de ellos se encuentran ubicados en Valencia y uno el Puerto Cabello. En los que se ubican en la capital las quejas son usuales. Quienes acuden a realizar trámites como registrar una compañía o hacer cambios en una ya registrada se quejan de la ineficiencia del personal, de los continuos cambios de procedimientos y de las fallas técnicas del sistema utilizado.
Dos abogados, que pidieron no ser identificados debido a que realizan trámites en el Registro Primero en lo Mercantil, ubicado en el edificio Ariza a pocos metros de la Plaza Bolívar de Valencia, explicaron que para registrar una empresa nueva se requiere primero apartar tres nombres y hacer un depósito en el banco. Para esto el registro da un plazo de 3 días, sin embargo a veces el dinero depositado se pierde porque hay problemas con el sistema y el día pautado no se puede hacer nada. “Al día siguiente el sistema rechaza la planilla porque está fuera de lapso, es decir, hay que depositar de nuevo en el banco, es una estafa”, puntualizó uno de los abogados.
Otro de los dolores de cabeza es el de los gestores que abiertamente y ante los ojos de los empleados (quienes conoce y tratar por sus nombres a los gestores) hacen de las suyas. Una usuaria expresó que ante sus ojos, los empleados del Registro Primero en lo Mercantil llaman a los gestores, quienes se colean. También se da el caso de un gestor haciendo la cola para que luego aparezcan otros –que pueden ser 5 ó 6- a engrosar la cola. “No es secreto para nadie que los empleados reciben dinero de los gestores, nadie habla de eso, pero todo el mundo lo sabe”.
Aunado a esto está el hecho de que entre las 10 de la mañana y las 12 del mediodía no atienden a nadie, aun teniendo tiempo para ello. Una joven abogada que usualmente hace trámites denunció que a las 10 de la mañana, los empleados del registro retiran la cédula de identidad de los usuarios, situación de por si irregular, para luego esperar dos horas y empezar a llamar a quienes entregaron el documento.
Entre Todos quiso entrevistar a la registradora, pero fue imposible, pese a que el artículo 51 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece que todo empleado público tiene la obligación de dar oportuna respuesta a quienes así lo exijan. Lo cierto es que el tiempo necesario para registrar una nueva empresa no debería exceder una semana, puede prolongarse hasta por tres meses, sobretodo porque al entregar el documento de la misma, se puede llevar hasta 20 días para su corrección. De haber algún error debe comenzarse el trámite de nuevo.
Los usuarios no solo se quejan del mal funcionamiento, sino de la desinformación existente. No existe ni siquiera una cartelera informativa de los requisitos o pasos para hacer un trámite, situación perfecta para los gestores que “cazan” a los incautos y venden hasta la información.
Registro Principal Civil
Si por el contrario usted debe registrar un título universitario o de bachiller o si desea legalizar una organización no gubernamental o una fundación debe acudir al Registro Principal Civil, también ubicado en el centro de Valencia. Aquí la situación no dista mucho de lo que ocurre en los registros mercantiles: la incompetencia del personal, la poca claridad y la lentitud en los procesos son la constante con la que deben lidiar los usuarios que cada vez más son más.
Un grupo de bachilleres se quejaron de tener que llegar a las 10 de la noche del día anterior para poder registrar el título, esto quiere decir que pernoctaron a las puertas del registro para garantizar ser atendidos. Cabe destacar que esta es una nueva modalidad, ya que este documento antes no se autenticaba en esta dependencia. Los jóvenes dijeron que sienten temor, pues no se vislumbra ni un solo funcionario policía ly “para nadie es secreto que esa zona es peligrosa”.
Los números que reparten son insuficientes y en las tardes no se recibe a nadie, quienes desean hacer alguna diligencia en este registro deben madrugar y en peor de los casos trasnocharse a las puertas del registro, porque en la tarde no atienden a nadie. Asimismo, los usuarios se quejan de los costos que consideran elevados si se toma en cuenta la calidad del servicio.
Otra constante: la inseguridad
Debido a que para hacer un trámite (tanto en los registros mercantiles como en el principal) se debe madrugar o pernoctar, los antisociales hacen de las suyas. No es extraño escuchar que alguien es robado a las puertas de los registros en las noches o madrugadas en que ni un solo policía patrulla las calles.
Sin embargo, la peor situación se presenta a las puertas del Registro Principal Civil donde bandas organizadas roban títulos de bachiller y universitarios y celulares para luego pedir rescate por estos bienes tan preciados. “Se llevan los celulares para que el agraviado se comunique con ellos y así poder pedir rescate por el título… por supuesto que la gente paga el rescate, ese título significa tu esfuerzo, tu futuro”, señaló un joven que esperaba a las puertas del registro para ser atendido.
¿Soluciones?
Los usuarios desean soluciones. Poder hacer sus trámites sin ser irrespetados por los funcionarios y con celeridad, no perder tiempo y sentir que se les trata bien. Que los registradores den la cara y no se crean pequeños nobles en sus comarcas. Desean que la Policía de Carabobo y la Policía Municipal de Valencia trabajen mancomunadamente para evitar que se engrosen las listas de las víctimas del hampa. No es nada del otro mundo: los usuarios solo piden que los funcionarios hagan el trabajo para el cual se les paga.
