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23 febrero, 2011

Falta de ejecución de proyectos viales ahogan a Valencia es un caos vehicular



La vialidad es un elemento que mueve dinámicamente a una ciudad, no obstante, el aumento de la población y del parque automotor, el deterioro de calles y la imprudencia de chóferes, la convierten en un alarmante desorden

Mónica Llovera Borges

Hace muchos años cuando Valencia aun dormía en las tranquilas aguas del Río Cabriales, unos caminaban por el Puente Morillo y otros esperaban la llegada de los buses que vendrían de Caracas, Lara o el occidente carabobeño, quizás la imaginación no trascendía a un tiempo en el que esta realidad cambiaría. Y efectivamente, la industrialización y las nuevas formas de hacer sociedad fueron los primeros síntomas de un crecimiento en una zona donde las caminatas quedaron relegadas a ocasiones y la gente comenzó a trasladarse de un lugar a otro aprovechando nuevas ventajas. Poco después, se vio necesario hacer más imprescindible el uso del transporte para ir de un lugar a otro debido al crecimiento vertiginoso de la ciudad, sin embargo, este quedó pequeño en una urbe como Valencia, donde cada vez se hace mayor el número de habitantes. Hoy el parque automotor va de un lugar a otro atropellando aun más la debilitada infraestructura vial que lleva algunos años reclamando mejoras de norte a sur y de este a oeste. Circular por Valencia (y, en ocasiones, por alguna otra ciudad del interior del país) suele ser un vía crucis cuando las horas pasan y es complejo avanzar. Los factores ante esta realidad suelen ser diversos, sin embargo, la situación más evidente es la falta de ejecución de proyectos viales: una problemática a la que cada vez se suma un nuevo agente perjudicial.

Plan Integral de Infraestructura
En el 2007 la Fundación para la Cultura Urbana, el Centro Cultural Eladio Alemán Sucre (CCEAS) de El Carabobeño, y el Instituto de Desarrollo Urbano del Centro de Valencia (Induval), concretaron una alianza y llevaron a cabo el concurso “100 ideas para Valencia”. Después de evaluar más de 250 propuestas, el trabajo ganador resultó ser el denominado “Plan Integral de Infraestructura agilizará el tránsito terrestre”, cuya autoría corresponde al ingeniero Pedro Carrasco Galea y en el que se da prioridad a proyectos viales para Valencia.
Entre sus sugerencias destacan: completar el Paseo Cabriales desde la avenida Salvador Feo La Cruz, en Naguanagua, hasta la parte de atrás de la Plaza Monumental, siguiendo el margen del río. Unir dicho paseo con la Variante Sur, conectar la Encrucijada de Carabobo (municipio Libertador) con la ARC a la altura de San Joaquín. Reubicar el Paramacay hacia terrenos de El Paíto, y en su lugar, realizar una arteria que conecte a través de un túnel ubicado en el cerro El Casupo, a Naguanagua con las 4 Avenidas de Prebo, las cuales a su vez, deberían conectarse con el sector La Florida (a través de un túnel en la montaña) que dé fácil acceso a la Autopista Campo de Carabobo y Av. Lisandro Alvarado, entre otros.
Aunque en esta alternativa no se mencionan las congestionadas Zonas Industriales de La Michelena, Quizanda, El Recreo y Av. Henry Ford, para quienes habitan en la Gran Valencia, estas arterias viales son un verdadero caos a cualquier hora. Trasladarse de Flor Amarillo al Terminal Big Low Center o de la Isabelica a San Blas, puede llevarnos más de una hora cuando la distancia entre estos lugares es corto y en temporadas de poco tráfico se llega en diez minutos.


Interesante propuesta
En la edición 75 aniversarios del Diario El Carabobeño (2008) titulada “Carabobo asi Te Quiero”, se recoge una propuesta interesante del experto en vialidad, Sergio Hitrovo. Para Hitrovo la problemática podría cambiar cuando:
Los poderes, organismos e instituciones públicas, estados y municipios conozcan y cumplan con sus competencias legales asignadas. Las obras públicas se realicen de manera coordinada entre los entes responsables de su planificación y ejecución, previendo además el futuro, bajo una autoridad única, de manera continua, sin interrupciones. Se otorguen los permisos de construcción, previo estudio de su impacto vial y ambiental. Se generen vínculos entre organismos y universidades para que a través de la investigación podamos resolver los problemas de servicios viales y públicos en general y se incluyan programas permanentes de enseñanza en materia de educación y seguridad vial en todos los niveles y modalidades del sistema educativo.
Se establezcan corredores viales en aquellas calles y avenidas con mayor circulación de vehículos. El Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre cumpla con las atribuciones que le corresponde por ley. Exista un severo control en cuanto a flota y ruta de transporte público de pasajeros. Manifiestes pero sin afectar, obstruir o impedir el libre tránsito de vehículos y personas en una vía pública. Respetes las paradas y rutas del transporte público de pasajeros, no te estaciones donde y cuando te dé la gana, en perjuicio de otros y conozcas y apliques tus deberes y derechos como peatón.
Respetes la velocidad máxima de circulación permitida en Venezuela, que es de 90 Km/hora por el canal rápido (izquierdo) y 70 Km/hora por el derecho (carga y pasajeros) en autopistas. 70 Km/hora de día y 50 Km/hora de noche por carreteras, 40 Km/hora en zonas urbanas y 15 en intersecciones.
Sepas que según estudios realizados, al no bloquear con tu vehículo las intersecciones de calles, el tráfico disminuye en un 20% y que al respetar las normativas de vialidad, tránsito y transporte el caos vial disminuye en un 25%.