Por Francisco Pérez
CARACAS: Para los habitantes de esta urbe desenfrenada no es fácil llevar una vida tranquila dentro de tanto bullicio y anarquía. Casi todo funciona mal y tenemos el tupé de decir que “Caracas es Caracas y lo demás es monte y culebra”. Si bien es cierto que en esta ciudad se consigue de todo y los poderes del Estado están todos concentrados en ésta, también hay que acotar que gracias a eso es que existen cordones de pobreza que rodean la metrópolis, pues mucha gente migra desde el interior para buscar suerte en Caracas, pero es una suerte un tanto etérea, que les da trabajo, pero los obliga a vivir en los lugares más deprimidos de la capital, pues pagar un alquiler en un sitio más digno es algo verdaderamente imposible para alguien que gana un sueldo mínimo. El interior del país es mucho más acogedor con sus habitantes, aunque las posibilidades de trabajo son reducidas. Puedes conseguir alquileres económicos y pudieras tener una vida más digna que la que ofrece Caracas. Retomando el tema de nuestra ciudad matriz, ésta cada día se vuelve a lo más parecido al infierno: los servicios funcionan a medias, el aseo pasa de vez en cuando causando olores putrefactos a sólo un día de no recolección de basura, tenemos un sistema subterráneo que es un dolor de cabeza, pues cada vagón llega en intervalos de tiempo cada vez más largos, ocasionando colas para entrar y si logras colarte entre tanta gente, pues te consigues con que el vagón no tiene aire acondicionado. Podría mencionarles también la falta de espacios para el esparcimiento… los parques y lugares verdes son muy pocos para los casi 6 millones de habitantes que tiene Caracas y los que hay están en muy mal estado y dentro de ellos reina la inseguridad. En fin, la calidad de vida de un caraqueño es cada vez menor.
LOS REFUGIOS: Las lluvias que azotaron a gran parte del país, dejaron alrededor de 120 mil personas sin techo. El Estado los ubicó en refugios provisionales y hasta habilitó espacios de Miraflores y de varios ministerios para una pequeña cantidad de damnificados. Aquellos que tienen la mala suerte de estar en los refugios tienen que lidiar con cosas como estas: baños colapsados, montañas de basura con pañales malolientes y todo tipo de desperdicios, ha habido casos de pedófilos cazando niños y niñas, otros más sádicos que prefieren buscar a las mujeres embarazadas para tener sexo (les excitan las mujeres encinta), los espacios para la privacidad no existen. Muchos tienen que soportar que parejas constituidas hagan el amor estando apenas a centímetros de ti. Además de eso, hay un gran desorden al momento de las comidas a pesar que los militares tratan de organizar el bochinche. El tema de la droga está presente de manera descarada y los jíbaros andan a sus anchas, como perros por su casa (todos saben quiénes son los malhechores, pero nadie se atreve a denunciar). La situación de los damnificados es crítica y lo que impera es la anarquía. Se les ha prometido casa para todos, pero creo que son promesas populistas con miras a las elecciones de 2012 para mantener el voto de esas miles de personas que sueñan con tener una casa. La promesa hecha por Chávez es muy comprometedora. Es imposible, por como funcionan las cosas en este país, que se le dé casas a todos los damnificados y mucho menos en un lapso tan pequeño de tiempo. Ojalá sea cierto… y el gobierno cumpla lo prometido. La tiene bien difícil y su aparato burocrático y la corrupción galopante no lo ayuda en lo absoluto.