Orlando Chirino, miembro de la coordinación nacional de UNT
El domingo 25 de abril de este año, a las ocho de la noche, fue asesinado Jerry Díaz, Secretario de Propaganda del sindicato de la empresa Manpa-Higiénicos, de la UNT de Aragua. Fue baleado por desconocidos, en la puerta de su casa ubicada en el sector La Barraca , calle 13 de la ciudad de Maracay. Tenía 35 años y tres hijos. Antes este nuevo hecho del sicariato, hablamos con Orlando Chirino, Coordinador Nacional de CCURA (Corriente, Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma) y de la Unidad Socialista de Izquierda (USI).
¿Cual es tu visión de este horrible crimen?
No es un caso aislado. No cabe duda de que en realidad se trata de una violenta ofensiva contra el sindicalismo combativo, clasista y autónomo, que se evidencia en el paralelismo sindical, en el desconocimiento de los procesos electorales en los sindicatos cuando los resultados le son adversos. Todo lo cual cuenta con el auspicio y el respaldo del Ministerio del Trabajo, de las inspectorías y de sindicaleros rojos rojitos, que desconocen la voluntad de las bases obreras, amparados en el apoyo que le brindan las instituciones del Estado, todo lo cual envalentona a los patronos privados, que se suman a la “santa alianza” criminal y antiobrera que intenta liquidar a nuestra corriente CCURA, y a la UNT de Aragua. En este estado, en los últimos 4 años han sido asesinados 7 dirigentes sindicales pertenecientes a CCURA. Entre los sindicalistas víctimas del sicariato se encuentran Richard Gallardo, presidente de la UNT de ese estado, así como Luis Hernández y Carlos Requena, quienes en vida fueran de la coordinación de la central obrera, y Ramiro Ponce, Luis Delgado y Edraas Vásquez. Todos los casos están impunes. Pero hay otros casos, está el caso del asesinato de Argenis Vásquez, dirigente de Toyota, durante una huelga.
O sea, ¿que no se trataría de peleas entre grupos sindicales?
Las hay, pero de ninguna manera se trata de estos casos. PROVEA denuncia que, desde hace dos años, crecen los asesinatos a dirigentes que luchan por las reivindicaciones de los trabajadores. Estamos hablando de un sicariato que actúa sobre los sectores sindicales que luchan y que son críticos a la política económica del gobierno y que reclaman su autonomía. Se da en el marco de un gobierno que reprime a los que luchan, y que puso preso al dirigente Rubén González de Ferrominera por defender a sus trabajadores. En la Costa Oriental del Zulia, 15 obreros del petrolero, de subcontratistas, están detenidos por reclamar sus prestaciones sociales y por el derecho a ser absorbidos en PDVSA. Otras formas de reprimir las protestas sindicales son los regímenes de presentación y otras medidas cautelares.
¿Han tenido alguna respuesta de las autoridades nacionales, o del Poder Judicial? ¿Hay algún caso esclarecido?
Ninguno se ha esclarecido. Lo grave es que justamente no se tiene ninguna respuesta del gobierno nacional ni de la justicia. Existe una indolencia por parte del Estado, del Ministerio de Interior y Justicia, de la Fiscalía. Están también los casos de la Mitsubisi , o de Toyota. No hay voluntad política del gobierno de investigar. En este marco de impunidad es que el sicariato toma más fuerza.
¿Y que proponen entonces ante esta situación, que parece tender a agravarse?
Reclamamos al gobierno y a todas las autoridades del estado que actúen. Cuando fue el asesinato de nuestros compañeros en noviembre del 2008, dijimos abiertamente a todas las autoridades que había un grupo de sospechosos, no los acusábamos directamente, sino que eran sospechosos dirigentes como Tomas Pérez, de la construcción, y Alexis Díaz, muy cercanos al alcalde del Municipio Zamora, miembro del PSUV. Y que ahora también lo son. Pero hasta ahora, nunca fueron tomadas estas denuncias ni citados por la justicia para investigar estas sospechas. El Presidente habló para que se hiciera una investigación sobre quien mató a Simón Bolívar y la Fiscal inmediatamente respondió. Exigimos que actúen con la misma rapidez ante todos los casos de sicariato sindical.
Pero para derrotar al sicariato es necesaria una gran movilización obrera, popular y democrática. Hago un llamado a todos los partidos políticos, sin excepción, y a todas las corrientes sindicales, incluidas las que hacen vida en la UNT y son voceros del gobierno, a que se pronuncien por el fin del sicariato. Proponemos la más grande unidad de acción para exigir que cese la impunidad y que el gobierno nacional y la justicia investiguen y castigen a los asesinos intelectuales y materiales de Jerry Díaz y de los demás casos de sicariato.
