Vistas de página en total

21 mayo, 2010

LA ESTUPIDEZ



Gerardo González Blanco
ggonzalezblanco@yahoo.com

Albert Einstein es el paradigma del hombre inteligente y, por lo tanto, del antiestúpido. Durante su dilatada y notable carrera científica el tuvo la oportunidad de tropezar con unos cuantos necios de mentalidades cerriles y obcecadas que le hicieron a menudo tragar la arena de la indignación. En uno de estos aciagos momentos y luego de una acalorada discusión sobre el concepto del infinito físico, el tercio pronunció una frase brillante y lapidaria “Hay dos conceptos infinitos, el universo y la estupidez humana; pero del universo yo no estoy tan seguro”.

Cuando la época del Consulado en Francia, Napoleón Bonaparte, en una de sus peores y catastróficas decisiones, hizo ejecutar a la cañona al Duque de Enghien quien era un Borbón muy apreciado por los monárquicos enemigos de la República, el genial canciller Maurice de Talleyrand, el Zorro de Seda de la política internacional francesa, exclamó: “Oh Dios mío, eso fue peor que un crimen, fue una estupidez”.

Cuando paso revista a la incesante cadena de estupideces que este gobierno de mis dolores y amores ha cometido con el mayor desparpajo y caradurismo, me pongo a imaginar los comentarios que habrían hecho mentes tan exquisitas y refinadas como las anteriormente mencionadas. No habría duda alguna de que serían geniales. Y es una lástima para todos aquellos que cada vez más desencantados del curso de los acontecimientos y rumbos gobierneros seguimos siendo partidarios acérrimos de aquel conjunto de ideas a la que dimos en llamar “El Proceso”.

Desafortunadamente no es para menos. Cada vez con más frecuencia el accionar del Estado con sus estupideces nos pone en aprietos para justificar sus acciones, algunas de las cuales plenamente justificables pero pésimamente conducidas. Veamos algunos ejemplos:

EL CASO BADUEL: Hace unos días el Gral. Baduel fue condenado no se a cuántos años de cana y algo aún mejor, le fueron (o serán) confiscadas las propiedades adquiridas con el producto del atraco al fisco nacional. Cojonudo. Fui de los pocos que justificó el arresto. Reconozco que me fue fácil porque soy de los que cree que los militares son un mal necesario que debe estar confinado en los cuarteles y otros organismos castrenses. Sin embargo, hay en el ambiente político tanto de allá como de acá una sensación de que se ha cometido una injusticia con Baduel. ¿Por qué?, muy sencillo. La gente sabe que hay cientos de militares enriquecidos groseramente en su paso por el gobierno revolucionario y por allí andan gordotes y “forraos” en billete sin que nadie les diga nada. Puedo nombrar decenas de ellos, pero para que no me vayan a “aplicar” un artículo de esta cada vez más chimba y venal justicia criolla mejor me voy a generalidades. Si usted se quiere convencer piense por un momento como hace una persona que nunca ha ganado mas de 100 millones de los viejos al año para tener fincas, oficinas lujosas, apartamentos y queridas bien buenas. Bueno amigo búsquese a cualquier militar que conozca y métale la lupa y empezará a entender que el caso Baduel no es más que pura, simple y cochina represalia política porque el tercio creyó que tenía luz propia y poder suficiente para robar y decir una que otra majadería verdadera. Ahora, si mañana Chávez amanece decretando una razzia contra los militares hampones; si de repente van a juicio por ladrones ciertos gobernadores y funcionarios militares, cuyo asalto al tesoro es notorio, el caso Baduel dejaría de ser una estupidez y se convertiría en una bandera anticorrupción a la cual seguiría ciegamente.

LA JUEZA AFIUNI. Algo parecido al caso anterior acontece con este personaje. La corrupción del poder judicial que se hizo altamente notoria a partir de la acción envilecedora del tristemente célebre abogado adeco Morales Bello en los años de la lucha armada, hoy se ha convertido en algo rutinario y escandaloso, con el añadido de la vergonzante y descarada subordinación del Poder Judicial al Ejecutivo. Hay el juez venal como sorgo en Guárico. Jueces que con ese modesto sueldito terminan siendo unos potentados. Magistrados y jueces superiores que a pesar del inmenso sueldo que cobran son los principales transadores de sentencias a cambio de las consabidas divisas depositadas en el exterior, es la regla y no la excepción.

Yo creo que esta jueza pudo haber llegado a un acuerdo con el delincuente Eligio Cedeño quien, sin dudarlo un segundo, la dejó en la estacada. Este Cedeño es un pequeño gangster que ha venido robando y enriqueciéndose desde hace años en la banca nacional y que en componenda con gente de este gobierno terminó de amasar una fortuna envidiable. En mi opinión el tipo debió estar tras las rejas desde hace mucho tiempo. Sin embargo, en este caso yo nunca tuve claro por qué lo enjaularon y mucho menos por qué lo ruletearon varios años sin juzgarlo. Solamente la estupidez y obsecuencia de la Fiscalía y del Poder Judicial dejó llegar este caso de ratería agravada a incidente internacional. Un maleante que debería estar en el Dorado ahora regenta una franquicia opositora en la cloaca mayamera y se hace pasar por perseguido político.

Nuevamente el gobierno se muestra incapaz de hacer las vainas bien hechas.
Otra vez afirmo que si lo de la Jueza Afiuni, es deci,r castigar a los jueces venales o alcahuetes, fuera una política de Estado yo sería el primer seguidor. Pero ante ese montón de vilezas y malos tratos innecesarios a las que esta señora ha sido sometida mientras los jueces ladrones andan trasegando caña y vendiendo sentencias, creo que el Caso Afiuni va a influir muy negativamente contra nuestra posición revolucionaria.

EL LÍO CONTRA LA POLAR: Los que contribuimos a darle cierta base ideológica a esa zambumbia de ideas mal digeridas y propias de las mentes poco ilustradas que bullían en la cabeza de Chávez, decíamos que en esta revolución “había que producir como capitalista y distribuir riqueza como socialista”, para lo cual era imprescindible llegar a un acuerdo justo y conveniente a ambos con la desde hacía años mediocre clase capitalista productora del país. Nunca estuvo planteado disparates tales como las expropiaciones vociferadas en “Aló presidente”, solamente porque le salió del forro a Chávez. No sólo eso, sino convertir esas facilidades en cooperativas o cualquier otro esperpento que crea la mentalidad afiebrada del Presidente, con lo que el fracaso del experimento está “inmancablemente” asegurado. El sector gobiernero que se supone debe combatir y competir con los monopolios y oligopolios nacionales ha sido uno de los más desafortunados. Cuanto militar o civil mediocre y ratero se le cruce a Chávez, ¡Suás! Lo nombra como responsable. Por allí ha pasado la colección de animales más notable del chavismo cerril. El último es esa cosa que se llama Elías Jaua y su claque. En ellos, a la estupidez e incapacidad se le junta la más rastrera envidia. Yo supongo que al ver el desastre de las ideas supuestamente “socialistas” de sus postulados comparadas con el más o menos buen funcionamiento de la Polar es lo que causa esos histéricos ataques contra esa gente. Mire Don Jaua, olvídese de que el pueblo llano se come esas cobas de que los ataques del gobierno a la Polar lo va a beneficiar. Entienda que una de las mejores contribuciones del proceso ha sido la tremenda politización del pueblo. La época de los pendejos totales se acabó y si ustedes no quieren terminar formando una comunidad de exilados en Zimbabwe o quien sabe dónde, ocúpense de que la empresa privada pague sus impuestos, cumpla a rajatabla con las leyes laborales, que cree empleos de verdad, que produzca con márgenes tolerables y aceptables, que no tenga ganancias exorbitantes, que coopere con el bienestar de la nación, que el INCE, el SSO y demás contribuciones ciudadanas sean acatadas sin chistar, en fin que se sientan obligadas a acompañarnos en este proceso con las debidas garantías. No sigan dando este triste espectáculo, no sean estúpidos por el amor de Dios. La Patria os lo agradecerá.