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21 mayo, 2010
Desde Bolivia, habla Juan “Sin Miedo”: “NO CREO EN LIDERAZGOS ÚNICOS”
Juan del Granado, actual alcalde de La Paz, Bolivia
Juan Del Granado, el ratificado alcalde de La Paz y líder del “Movimiento Sin Miedo”, es un reconocido hombre de izquierda en la política boliviana. Tenido como un hombre valiente el mote de “Sin Miedo”, le viene por el papel que desempeñó como abogado en la acusación y posterior encarcelamiento del dictador García Meza. Fue militante del MIR, cuando ese partido tenía posiciones progresistas y, según la mayoría de los analistas políticos del altiplano, fue el verdadero triunfador de las últimas elecciones en el hermano país.
El MAS del presidente Evo Morales, según muchos, marcado por la soberbia, después que su líder obtuviera en las elecciones presidenciales del 6 de diciembre último, más de 64% de los votos, rompió con sus aliados en La Paz y en todo el país y pretendió liquidarlos. El “Movimiento Sin Miedo” había jugado un papel fundamental como aliado de Morales en los momentos difíciles del golpe cívico-prefectural. Morales y el MAS emprendieron una pelea sin explicación alguna, cargada de insultos de todo tipo contra los militantes y dirigentes afectos a Del Granado; sin embargo, el partido del alcalde de La Paz, no sólo conservó la principal alcaldía del país, sino que además se transformó en una fuerza nacional que tiene alcaldes, concejales y asambleístas en alrededor de cien localidades de Bolivia. Juan Del Granado, es, sin duda, la “nueva” gran figura de la política de ese país.
Hace unos días concedió una entrevista a un importante semanario que se edita en La Paz, esto fue parte de lo que dijo:
Muchos dicen que el ganador de esta elección es usted, ¿está de acuerdo?
No es un avance personal. Es un logro del Movimiento Sin Miedo, que había definido con mucha precisión dos grandes objetivos al momento de decidir su participación electoral. El primero, sin duda, era aportar a la construcción de la Bolivia autonómica, que está naciendo. El segundo gran objetivo: el relanzamiento del Movimiento Sin Miedo como una fuerza política nacional.
¿Cuál será el perfil MSM de ahora en adelante?
Un instrumento político que es y será parte de la transformación pero que debe convocar y articular a vastos sectores que no están siendo convocados, o peor, que han sido ahuyentados, estamos hablando de intelectuales , de clase media urbana, de jóvenes, de mujeres, empresarios, pueblos indígenas, comunidades campesinas, estamos hablando del oriente... la dimensión de las transformaciones que debe desplegar el país requiere no solamente del 64% de los votos, requiere de la participación, la movilización, del 70 u 80% de la población; se trata de superar los 180 años perdidos de vida independiente. Desde la izquierda, desde los sectores populares, creemos que el MSM puede hacer esta gran convocatoria para fortalecer el proceso de transformación en Bolivia en una perspectiva de largo aliento.
¿Cómo se va a ubicar el MSM, como una nueva oposición de centro izquierda?
Nosostros somos una fuerza claramente de izquierda, no somos de centro. Y somos parte protagónica del actual proceso de cambio. Hemos lamentado muchísimo que el MAS primero haya debilitado nuestra alianza, que la haya luego maltratado y finalmente la haya roto. Estrá claro que esto tiene que ver con una visión hegemosnista, sectaria, uniquista, excluyente, que no compartimos en absoluto y le hace un enorme daño al proceso. No somos oposición en absoluto, pero por supuesto no compartimos ciertas posiciones equivocadas en lo político y en lo ideológico.
¿El MAS perdió la elección del 4 de abril?
Actuaron con una visión de corto plazo. Ellos creyeron equivocadamente que el 64% obtenido por todos nosotros era solamente del MAS y que el siguiente paso, sencillo, era obtener el 70 u 80% de las alcaldías y las gobernaciones. Y esa actitud sectaria los ha llevado a hacer un papelón en La Paz. En Oruro puede haber sido una sorpresa-papelón pero en La Paz va más allá de este término que tiene que ver con una mala actuación. Es el resultado de una actuación de cortísimo plazo que ha dañado el proceso de cambio. Así, pensaron que poniendo a cualquier candidato, por la fuerza del 64% equivocadamente propietarizado por el MAS podían ganar cualquier elección. A mi, personalmente, me agrada el avance sobre los sectores ultraconservadores en el oriente, pero hay que respetar a los candidatos conservadores que ganaron alcaldía o gobernaciones, vienen del voto popular , son parte del mismo país, un país diverso que está construyendo una hegemonía, un consenso mayoritario respecto a su destino, a su futuro, pero que no se agota en eso, y no sabemos qué pasará en diez o quince años, quién nos gobernará.
El Gobierno dice que ustedes son neoliberales...
El MAS no nos va a situar, nosotros estamos situados desde hace muchos años en la izquierda, en las luchas populares. Respetamos los liderazgos que conducen la transformación, pero seremos muy críticos con los errores y con los excesos que ocurran y tendremos nuestras propias iniciativas políticas e ideológicas. Nos opondremos a lo que debamos oponernos pero no podemos de ningún modo definirnos como oposición. Nosotros también hemos escrito la nueva Constitución.
¿El MSM y el MAS son dos tipos de izquierdas diferentes?
Tenemos una bitácora común que es la nueva Constitución y seguramente en su despliegue habrá nuevas coincidencias y nuevas diferencias. Por dar un solo ejemplo, nosotros tenemos una distinta interpretación del artículo primero de la nueva Constitución. Bolivia se funda en la pluralidad política, económica, jurídica, cultural, es la base esencial de una nueva política, de una nueva ética política, de una nueva cultura política.