Silvio Berlusconi podría verse muy pronto ante un tribunal acusado de vínculos con la mafia e incluso como autor intelectual en cierto grado de los atentados perpetrados en los años noventa. Eso es lo que teme el primer ministro de Italia, tras enterarse de que varios arrepentidos de la Cosa Nostra, la mafia siciliana, han apuntado hacia él una y otra vez en las últimas semanas. El principal, Gaspare Spatuzza, del clan Brancaccio, debe declarar de nuevo el 4 de diciembre.
Spatuzza, mano derecha de los capos Giuseppe y Filippo Graviano, acusados de organizar atentados en Milán, Florencia y Roma, con un saldo de 10 muertos y 93 heridos, ha declarado que detrás de los atentados están el mismo Berlusconi y su hombre fuerte en Sicilia, Marcello dellUtri. Supuestamente, lo ha "deducido" de sus contactos con sus jefes. Así lo ha declarado ante el tribunal de Florencia que investiga las masacres, según recoge Il Corriere della Sera.
Según su versión, los atentados querían producir un estado de shock en el país que permitiera quitar de la circulación al político de más poder en Italia desde hacía años, el ex premier Giulio Andreotti, para situar al empresario Berlusconi como nuevo hombre fuerte. Otras informaciones apuntan únicamente a DellUtri o a que Berlusconi habría acordado solamente atentados para causar daños materiales.
En las últimas semanas, el mismo Berlusconi ha confesado en voz alta sus temores, e incluso ha bromeado sobre ello, pero, recientemente, el periódico de su familia, Il Giornale, aseguró que la imputación llegará muy pronto. El diario afirma que algunos jueces planean incluso inmovilizar la fortuna personal de Berlusconi hasta que no aclare el origen de cada céntimo de su dinero.
Sus asesores trabajan ya a contrarreloj para salvarle de este nuevo atolladero judicial. El periódico La Repubblica publicó recientemente que una de las opciones es modificar la Ley Antimafia 416 bis, algo que Berlusconi negó.
