Al parecer, la bicicleta regresa renovada y con furia a los escenarios urbanos impulsada por las nuevas políticas de la ciudad. Las formas, los materiales, los usos, las ideas, los públicos: en los últimos años, en torno de las dos ruedas empezó a transformarse casi todo, empezando por la forma de uso. Así se puede observar en Paris, Barcelona, Madrid, Bogotá, México, Buenos Aires y otras ciudades que han apostado por la revalorización de lo sustentable, la ecología, el humanismo, como ingrediente fundamental para la ciudad del futuro, vida sana y solución al transporte urbano y además, como efecto inmediato de la crisis económica.
Entre Todos ha querido por ello mostrarle a nuestros lectores, tres curiosas versiones de innovación de este mítico y nostalgico aparato que ha formado parte de la historia de cada uno de nosotros.
Redacción Entre Todos
LA BICICLETA ELÉCTRICA: “Alta bici”
Fernando Ponce es diseñador de muebles de oficina y autor de la “EwoodbikE”, una bicicleta eléctrica con estructura de madera que salió al mercado a fines de 2011. Tan sencilla como un botón de encendido y apagado, un indicador de energía y la solución para andar una distancia de unos 20 kilómetros a 20 kilómetros por hora con la condición de haberla enchufado siete horas a una batería.
Ponce la ideó en Madera por ser un recurso ecológico y además versatil: “si se te raya, le pegás una lijadita, una mano de barniz y queda como nueva”. No tiene mas de dos metros de largo y es de baja altura porque “el centro de gravedad bajo en un vehículo hace que sea más confiable”, según reza su creador.
¿Qué cosas dice la gente?… “alta bici”. “Alta bici” es la mejor frase…llama la atención porque no hace ruido. Por eso tengo que silbar para pedir paso.
UNA BICICLETA CON CAÑAS DE BAMBÚ
Ya son una 100 “Bambucicletas” las que recorren Argentina y se fabrica de manera artesanal en un galpón de las afueras de Rosario, luego de algunos años de que Nicolás Masuelli decidiera perfeccionar, en el garage de su casa, lo que fue un trabajo práctico de la carrera de Ingeniería Industrial.
Leonardo Pelegrin, el más joven de los socios de una empresa en la que nadie supera los 36 años explica “el proyecto siempre fue algo más que una aventura comercial, “siempre trascendió la empresa”, porque “lo que más nos interesó era la capacidad de desarrollar una tecnología” con bambú. Las cañas, dice, tienen “un funcionamiento superior al del aluminio”: es “eficiente, liviano y resistente”, “en lugar de resistir los golpes, los absorbe, y no impactan en la persona”.
La cuestión ecológica fue lo que mas pesó en este proyecto, la altísima tasa de renovabilidad del bamboo como materia prima, su flexibilidad.
¿Qué público imaginan? “Apuntamos al ciclista urbano, no al de alta gama, de competencia. ..modelos donde vas con la espalda recta, estás más cerca del suelo, no recibís impacto del golpe”.
LA BICI PLEGABLE
Las plegables modernas son bicicletas con todas las de la ley, sólo que al llegar a la oficina, al montarte en el metro o al ir a entrar en el ascensor, la pliegas y te la llevas puesta.
Tienen sus puntos fuertes, como que puedes combinarla con el metro o el autobus, cabe en cualquier rincón de la casa, puede ir contigo a todas partes por lo que la robarían menos, entre otros. Sus cuadros son más sencillos que las corrientes y sus ruedas más pequeñas, 20” o 16”.
Las bicicletas plegables tienen también algunos mitos: se piensa que andan menos, que son pequeñas, que no puedes llevar carga, pero en las versiones modernas los hechos superan los mitos. Las plegables, están ganando terreno y se ponen de moda en las principales ciudades.
“El ciclismo es un humanismo que abre con renacidos bríos las puertas de la utopía y de un futuro más esperenzador: el símbolo de un futuro ecológico para la ciudad del mañana y de un proyecto urbano que tal vez podría reconciliar a la sociedad consigo misma”. Extraído del libro “Elogio a la bicicleta” de Marc Augé.
