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26 marzo, 2010

Habla Dalia Correa: LA UNIVERSIDAD NO PUEDE SER UN ESTADO DENTRO DEL ESTADO




Hace poco menos de un año, la ciudad de Valencia se vio tapizada de calcomanías multicolores con una oración que rezaba Dalia Correa, te amo. A partir de ahí se tejen una serie de historias sobre esta mujer que dice ser una “mujer normal, comprometida con su comunidad y con su patria”.
Es profesora de la Universidad de Carabobo, licenciada en turismo, con un doctorado en ciencias sociales, otro en ciencias administrativas, un postgrado en educación superior y una maestría en planificación. Dice apoyar vehementemente el proceso que lidera el presidente Hugo Chávez, no por nostalgia de los años 60’s, ni por “una reminiscencia de un marxista venido a menos”, sino porque nació en el seno de un hogar comprometido, en el cual “se leía muchísimo” y porque desde niña repartía (el periódico) Tribuna Popular con su papá, que fue fundador del Partido Comunista de Venezuela. Sin embargo, aclara que no había militado en ningún partido político hasta que se inscribió en el PSUV.
Pero muchos militantes de partidos marxistas tienen serias divergencias teóricas y filosóficas con el Socialismo del Siglo XXI que pregona el presiente Chávez…
Es que nosotros estábamos acostumbrados a la formación, si se quiere, ontológica, fuerte y al marxismo con una visión económica y de la sociedad un poco utópica. Hay que entender el marxismo como un instrumento que nos permita una mayor equidad social, pero visto desde nuestras raíces y adaptado al 2010 y no al siglo XIX y yo creo que eso se está haciendo, aunque no es una labor fácil, pero se está logrando.
Pero lo que no se está logrando es la lucha contra la corrupción…
Fíjate que la corrupción es un problema estructural del venezolano. No ocurre sólo en la administración pública sino en todos los niveles. Desde hace mucho se producen hechos como que la enfermera se lleva la inyectadora o, por ejemplo, aquí en la Universidad que un empleado se lleva, para su uso personal, las hojas y los artículos de oficina. Yo he luchado muchísimo contra esto, pero en 11 años de mandato no se ha podido luchar contra la corrupción. Aunque creo que no todos hemos hecho lo que correspondía y la oposición no ha sabido hacer oposición.
Si a las personas que cometen actos de corrupción se les llama presos políticos, si a una jueza que libera a un banquero que es responsable de una hecatombe económica y que ha atentado contra los ahorristas venezolanos se la hace ver como una víctima, estamos contribuyendo a la cultura del silencio.
Pero ¿Quién le pone el cascabel al gato?
Yo creo que se le está colocando. Hay mucha gente presa, hay muchos procesos en curso, pero eso no se destaca en los medios de comunicación. Hay una dictadura mediática que no permite que los venezolanos nos expresemos. Si yo hablara mal del presidente, te apuesto que saldría en primera plana de los medios nacionales, pero como lo voy a hacer es defender el proceso, como lucho contra la corrupción en las universidades y como pido una constituyente universitaria, no aparezco en los medios. Y creo que ahí también se está haciendo mucho daño para combatir la corrupción.
Usted ha mencionado algo muy importante, como es la corrupción universitaria, pues detrás de la llamada autonomía universitaria se esconden muchos hechos oscuros ¿Se está haciendo algo en el seno de las universidades, en el caso de la UC?
Yo pienso que hay respuesta, pues cuando se habla de cambios, también se habla de auto evaluación, de revisión y de autonomía, pero hay que entender la autonomía tal y como la contempla el artículo 109 de la Constitución, pues ahí está claramente definido. La autonomía universitaria es para la academia, la investigación, pero atendiendo al desarrollo de la nación y se consagra la inviolabilidad del recinto, pero eso no significa que no se establezcan mecanismos de seguridad e inteligencia para evitar todo lo que se da en las universidades amparados y escudados en la malentendida autonomía universitaria.
La universidad no puede ser un Estado dentro del Estado. Tampoco se puede concebir a la universidad como se concebía PDVSA con los meritócratas y que se vea a la universidad como una isla. Yo pertenezco desde hace varios años al Frente Unido Bolivariano de Educación Superior. Allí con un grupo de personas de las universidades se han gestado algunos cambios hacia la universidad como ente generadora de cambios en la sociedad y no la universidad en la que el conocimiento se da para adentro, sino que es capaz de transformar a la comunidad y aportar para el desarrollo.
En las llamadas universidades tradicionales (bastante alejadas del proceso que se quiere impulsar en el país) ha habido –tal vez por presiones del entorno- más compromiso. Yo, particularmente, he impulsado todo lo que tiene que ver con concejos comunales y retribución a la comunidad, con la resolución de problemas prácticos. Cómo un estudiante de contaduría o de relaciones industriales puede ayudar a los concejos comunales que significan una nueva realidad organizativa en Venezuela, expresada en una nueva ley.
Usted se auto-postuló a la Asamblea Nacional…
Sí, porque yo creo en la democracia, creo en el respeto, yo creo que muchos de los auto-proclamados como demócratas profesan una total y absoluta falta de respeto hacia el pensamiento del otro. Yo apoyo el proceso que lidera el presidente Chávez pero soy absolutamente respetuosa de la forma de pensar de las otras personas y fíjate que te hablo de respeto y no de tolerancia, pues decir tolerancia es como decir que te soporto pero no te respeto.
Yo creo, con todas las críticas que pueda tener del gobierno (y cuando digo gobierno hablo de todo nivel, nacional, regional y municipal) que la gente debe liderar sus propios cambios, debe manejar sus propios recursos, sus propias soluciones. Esto no es tarea fácil… fíjate que la Ley Consejos Comunales es de 2006 y ya en 2009, se le hizo una reforma, pues se van corrigiendo los errores sobre la marcha, porque el proceso es muy dinámico y la práctica va dando la necesidad de corrección.
No es fácil cambiar todo el sistema y toda la estructura del Estado tal y como se conoce hasta hoy, porque es algo que está muy arraigado en el venezolano.
Pero el nuevo modelo de Universidad Bolivariana, de Misión Sucre y de Unefa se construye sobre lo que Gramsci llamó la escuela burguesa.
Sí y eso se nota mucho, por ejemplo, con los muchachos estos que tratan de hacer periodismo alternativo a quienes se les acusa de no tener título, sin embargo hubo un impulso por crear la Universidad Bolivariana del Trabajador, donde se acredita y se otorga título, pero con un concepto distinto. Tampoco hay que olvidar que por mucho desarrollo endógeno, un título no lo es todo; también estamos condicionados por una sociedad global que exige acreditaciones sobre tu conocimiento, aunque se intenta dar un vuelco a la situación, pero no podemos pedirle a la revolución que en 10 años logre todo esto.
Y cuánto tiempo cree usted que sea pertinente…
Es lo que yo siempre le digo a mis amigos… esto es lento, esto es lento, yo siempre recuerdo cuando yo tenía 5 años hablar a mi papá de revolución y se necesitaron muchos años para hacerla.
¿Usted no cree que está siendo demasiado optimista y soñadora?
¿Y que revolución no es optimista y soñadora? Hay que tomar en cuenta lo que dice el presidente, las etapas. Desde 1989 hasta el 2009 es una etapa y ahora viene otra con las elecciones a la Asamblea Nacional, pues estas serán decisivas para el proceso revolucionario.
Una última pregunta…. ¿Quién tapizó la ciudad de enormes calcomanías que decían Dalia Correa te amo?
Fue mi ex esposo, José Guevara…. (risas)