Confiamos que el Ministerio del Trabajo haga respetar las leyes para que se haga justicia con los trabajadores de Gabriel de Venezuela y se acabe con la farsa montada por los patronos de contratar supuestas cooperativas, que en realidad no lo son, para imponer solapadamente la tercerización que tantos perjuicios causa a la masa laboral.
De esta manera se expresaron Alvaro Siso y Erickson Párraga, secretario general y secretario de organización, respectivamente del sindicato de trabajadores de Amortiguadores Gabriel, que desde hace dos años viene manteniendo una lucha por los derechos de los trabajadores de esa empresa.
La historia la resumen así: en 2008 los patronos del grupo Geandina que integran las empresas Metalar, Rudeveca, Covendisa, Madeal y Gabriel, propusieron a los trabajadores que renunciaran a sus cargos a cambio de ser contratados después con un sueldo más elevado; sólo el sindicato de Gabriel se ha mantenido en pie de lucha. A cerca de 400 trabajadores se les ofreció el llamado “paquete feliz” y el 80% cayó en la trampa, con ellos se impuso la tercerización disfrazada con la figura de cooperativas. El sindicato respaldó a 96 personas que se negaron a renunciar a sus derechos laborales, la reacción empresarial fue cerrar las puertas en agosto de 2009, la dirigencia sindical y los trabajadores permanecieron frente al portón por 15 días, con sus días y sus noches, luego con la mediación del Ministerio del Trabajo se estableció el diálogo sindicato-empresa, allí la empresa logró imponer la figura de las cooperativas.
-¿Por qué ustedes rechazan las cooperativas?
-Porque no son realmente cooperativas, se trata de una tercerización en la jornada de trabajo. Esos trabajadores vienen a ocupar los mismos cargos que tenían antes, no tienen uniformes de cooperativas, utilizan las mismas herramientas y materia prima de la empresa, obedecen órdenes de supervisores o coordinadores de Gabriel, es decir, se trata de una farsa. Están ingresando a antiguos trabajadores, pero sin beneficio alguno. Además, de acuerdo a la cláusula 53 de la contratación colectiva, para el ingreso de personal el 80% corresponde al sindicato.
-¿A dónde han acudido para que se haga justicia?
- A la instancia gubernamental que le corresponde, al Ministerio del Trabajo, y a la instancia política que es la Asamblea Nacional. Alguien tiene que obligar a los empresarios a respetar la Ley Orgánica del Trabajo, la Constitución Nacional y la contratación colectiva. Además Gabriel de Venezuela tiene la solvencia laboral suspendida, aún así sigue importando y exportando, ¿cómo se permite eso? Igualmente queremos advertir que se inicia el período para la discusión de contrato, la empresa se va a negar, va a jugar a la parada si hay un pliego conflictivo, por ello quiere sacar a otro lugar la empresa Tubos de Escape, que opera dentro de Gabriel, para seguir funcionando. Otra burla más.
-¿Qué les anima a seguir en esa lucha?
-El deseo y la convicción de que el capitalista no puede seguir enriqueciéndose a costa del esfuerzo de los trabajadores. Confiamos en la nueva Ley del Trabajo ampare y defienda a la fuerza fundamental del país que son los trabajadores para construir una sociedad justa. Por ello vemos con tristeza como gente que se dice revolucionaria, bolivariana, supuestamente ha querido mediar en el conflicto, pero conversa amigablemente con la empresa, con nosotros no se comunica y dan declaraciones de prensa llamándonos talibanes. Pese a todo, seguimos en la lucha, tenemos la razón y confiamos en la justicia.
En la gráfica: Álvaro Siso y Erickson Párraga
