El economista Francisco Rodríguez estimó que el 52%
de la contracción económica en Venezuela, ocurrida entre 2012 y 2020, es
atribuible a las sanciones, así como a otras decisiones de política
exterior de Estados Unidos dirigidas a la economía venezolana.
A través de su perfil en la red social “X” (@frrodriguezc)
consideró que tanto las sanciones, como las políticas económicas nacionales y
la administración gubernamental afectaron la economía.
En ese sentido, dijo que «es incorrecto afirmar que la mayor parte del colapso ocurrió antes de las sanciones» y, en ese sentido, destacó que el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita «cayó un 25,5% entre 2012 y 2016, aproximadamente 1/3 del total de 71,5 % de contracción observado entre 2012 y 2020».
El también profesor universitario e investigador manifestó
que con las sanciones aplicadas en 2017 muchas empresas mixtas que eran
importantes en la producción de crudo nacional, vieron bloqueado su acceso al
financiamiento.
Explicó que «la producción petrolera venezolana también
muestra puntos de inflexión que coinciden con tres episodios clave de
sanciones: 2017 (financieras), 2019 (petroleras) y 2020 (sanciones
secundarias), así como una recuperación vinculada a la concesión de la licencia
a Chevron en 2022».
Afirmó, además, que existen evidencias del impacto causado
por las sanciones después de 2017, entre las que destacó una
aceleración significativa de la caída de la productividad a partir de
ese año, “algo que no puede explicarse fácilmente por factores ajenos a las
sanciones”.
Rodríguez apuntó que, de no haber existido sanciones,
«Venezuela probablemente habría experimentado una gran contracción económica de
alrededor del 30–35 % del PIB, similar a otras grandes crisis
latinoamericanas».
Tomado de Banca y Negocios / Caracas.