Mónica Gallo
Giancola
Umberto Eco dijo en su libro De la Estupidez a la Locura (publicado
póstumamente) que “las redes sociales
empoderan a una legión de imbéciles” Esto es una verdad tan grande como la
galaxia. Perro, yo creo que son
herramientas que se usan pa bien o pa mal.
Siempre hago la analogía de un bisturí que en las
manos de un médico salva vida y en las de un asesino lasquita y el bisturí no
tiene la culpa de nada: él es solo un cuchillito muy afilado y preciso. Pues, en esas redes conocí a Publio Vegas, un
joven escritor de una zona rural
venezolana que no solo sobrevive como la
mayoría de los venezolanos, sino que en esa evasión del día a día publicó un libro en Amazon.
Este texto de
épica de fantasía se llama Las crónicas
De los Doce Reinos. Zayn, El Mago Viajero y es el volumen 1 de una saga que
este chamo, muy interesante a mis ojos,
prepara con tesón en sus horas libres de
una cotidianidad en la cual debe ganarse
la vida y lidiar con la “situación
país”, una situación que usamos
eufemísticamente pa decir que todo está vuelto una mierda. Esta es mi
conversación con él.
Nace una obra de la mano de Publio
Vegas
Publio tiene 31 años, aunque habla como un señor y
(a diferencia de mi) no dice ni una sola grosería, pero ni una solita también tiene una fortaleza interna que me
sorprende. Me causa admiración porque es todo lo contrario a mí que pienso (como
dijo Mario Benedetti) que los optimistas
son pesimistas mal informados y le pregunto cómo alguien que trabaja en
algo tan duro y con horarios tan locos como los de él puedo tener tiempo para escribir un libro.
Su respuesta llega como una cachetada:
"Era un viejo proyecto más para mis amigos, en pleno momento cuando la crisis estaba en su máxima
expresión (…) era una forma de refugiarme de todo lo que pasaba, nunca lo inicié cómo un plan para ser
publicado (..) la idea vino de mi hermana quién iba leyendo capítulo por
capítulo y de mis amigos quiénes
estaban bastante cautivados por la historia”.
Sí,
todos tenemos nuestras maneras de evadir
la realidad, pero hacer de eso una fuerza creadora es algo que pocos puedes
hacer y Publio Vegas
lo hizo. Escribió no uno, sino dos libros
(y preara un tercero de una saga de fantasía
épica que se fue gestando gracias a que también es un gran y ávido lector.
Se
declara “admirador de las obras de
animación de Hayao Miyasaki y otros exponentes de la fantasía como Tolkien”. Sin embargo, no solo lee lo
que a mí me dio por llamar ficción importada. Su obra se inspira también en “los
relatos indígenas de los Jivi, Warao y
otras etnias que tienen mitos y leyendas que, sin duda son material para la
literatura fantástica”.
Con las uñas, pero también con tesón
y pasión
Escribir
un libro no es fácil. Hablo de un libro
real y no uno de autoayuda religiosa creado con IA. Ahora bien, escribir un libro en Venezuela (y
gran parte de América Latina) es
menos fácil por aquello de ganarse la vida y lidiar con el día a día y… Publio lo hizo.
¿Algo
que me impresionó? Lo hizo casi todo sin
computadora y desde si celular. ¿Cómo lo hizo. Esta fue su respuesta
simple, directa y casi pueril: “Escribía
cómo podía y cuándo podía, pero siempre tuve ideas de cómo podía hacer esto y lo otro (...) al menos semanalmente trataba
de tener un capítulo o parte de él.
Era su refugio y alegría, algo que solo se consigue con pasión “hubo momentos en los que simplemente podía pasar un día dedicado a ello y trataba de seguir en la misma línea de inspiración”.
Destaca que le llevó tiempo por falta de todas las herramientas, “pero no sentí peso alguno, me la pasé bien creando una historia que le pudiera gustar a cualquiera”. Y así fue. Hoy Publio comparte con una comunidad de gente en Venezuela, México, España, Chile, Argentina y Brasil que no solo leen su obra y la han comprado en Amazon sino que hacen aportes y hablan de sus expectativa para el próximo título.
¿Por qué épica de fantasía?
Debo
confesarlo: entrevistar a Publio fue un reto. Debo ser la única en el planeta
que no leyó y vio las películas de El
Señor de los Anillos, que solo leyó un Harry
Potter y lo más cercano que he estado de la cultura asiática es de la Señorita Cometa, Ultramán y de robot
Goldar (cédula al suelo). Pero, este chamo que cautiva con su voz pausada
también es estudioso de otras culturas que enriquecen su trama.
“Soy
un admirador de la historia y geografía,
me encantan los relatos y crónicas de lugares y tiempos lejanos (..) me encanta
la historia de las guerras europeas y
sobre todo las épocas de etapa Napoleónica, pasando por la conquista de las Américas y la historia de los
Imperios Mayas, Aztecas e Incas”.
Tampoco
deja la cultura popular por fuera y
siente que su obra tiene la influencia de los videojuegos: “aunque no me considero un gran jugador de
videojuegos, creo que muchos de ellos tienen una historia bastante
atractiva” que, sin duda, de una u otra forma, dio un impulso a Las crónicas De los Doce Reinos. Zayn, El Mago
Viajero.
Una épica de fantasía bastante real
Los periodistas, aunque nos creamos
muy especiales (y puede que unos pocos los seamos y si, me
alabo como el quesero a su queso) no
dejamos los clichés a un lado. Por eso van dos preguntas medio pangolas de qué personaje quisiera ser y en cuál de los
12 reinos quisiera vivir y, por pendeja que anda echando mano de los
lugares comunes, recibo otra cachetada:
“No
creo que alguno (de los personajes) en sí me
represente del todo, pero aplicó ciertos cosas para todos, cada uno de ellos es lo que yo hubiese
querido ser, su personaje principal es alguien con el poder de cambiar las cosas, pero decide no hacerlo, también es
un personaje que no acepta su destino aunque es inevitable que cambie su
postura”.
Yo
no sé ustedes que me lee, pero a mí me
sonaron en la cabeza como una epifanía: Publio Vegas vive y se vacila su
fantasía, pero en ella hay un lado que
plasma la realidad de este mundo ambivalente y patas pa arriba en el cual
todos estamos: “En sí no se trata de un
personaje sino de una serie de eventos que obligan a cambiar las posturas de
los involucrados, unos buscan la oportunidad de un cambio y otros de
generarse oportunidades”.
En
cuanto al reino o, mejor dicho, a los 12
reinos también tiene una postura más realista que cualquier noticiero de TV:
no quiero vivir en ninguno: “no existe uno mejor que otro, cada Reino tiene sus
problemas, son potencias militares que
subyugan a los más débiles, mi visión de ellos es más cómo podemos ver al mundo, el doble racero, xenofobia,
conflictos por territorio y poder”.
Si
eso no es realidad que alguien me diga qué es y no se queda ahí, sino que pone el punto en la i: “Es un mundo tablero dónde las piezas se
mueven por intereses ya definidos y ocultos (…) es el caso de Bramastra que
en el segundo libro como una potencia que busca desequilibrar a los demás en pro
de su propia su propia gloria”. ¿A que
nos suena a algunos por ahí que andan hablando en la ONU?
Otro destello de esperanza y fuerza
En
un mundo en el que parece que los
escritores van en picada y cada vez son menos los chamos que quieren contar historias que los que quieren ser tiktokers las palabras de
Publio quedan y resuella como una brisa que reconcilia con la vida. ¿Qué buscas con sus obras?
“Hasta
el momento ya son dos libros escritos: Zayn,
el Mago Viajeros y Reino de Sombras. Mi aspiración es más terrenal, que puedan ser leído por tantas personas
sea posible, llegar a una adaptación es algo de golpe de suerte” No se
equivoca hay muchos textos que hoy ocupan pantallas en servicios de streaming y
en las carteleras de cine.
No quiere estar en Netflix, si
llega bien y si no, también porque para él, “el máximo reconocimiento es de los
lectores y que pase la prueba de tiempo, que
alguien pueda leerlo en diez años y se mantenga el espíritu”.
De
hecho, él mismo pone de ejemplo el caso de Ariana Godoy, escritora Venezolana del Zulia que ganó millones de adeptos con su
texto en internet llamado Sigue mi voz y
que publicó gratis en la plataforma Wattpad, lo cual le valió que Netflix
la convirtiera en película: “si ella puede ¿Por qué no cualquiera en el resto del país?”
Sobre
la segunda parte titulada El Reino de
Sombras ya está escrita “pues se trata de un viejo proyecto, ahora mismo el tercer libro está en avance, Fuego y
Acero”. Habla con los ojos
chispeantes y añade: “También me encantaría expandirme a otros géneros”.
Los chamos deben hablar su propio
idioma
Sigo
con los lugares comunes (como si
tres derechazos al hígado no bastaran, pero.. ¿pa que existen las escuelas de comunicación social?) y suelto: ¿Qué
consejo le darías a otros jóvenes
escritores sin recursos y sin conocer mucho el mundo editorial que quieren
publicar?
Publio
es muy educado y dice: “En primer lugar ocuparse
de escribir algo que sea de calidad, la obra habla por sí sola, luego de
ello es bueno rodearse de personas que
conozcan la industria (…) hay
grandes talentos que lastimosamente no han tenido la fuerza para seguir
adelante, pero la clave principal es escribir por pasión, escribir para que
te sientas orgulloso de lo que haces, que puedas dejar huellas en los demás.
Y añado yo que, si te diviertes, échale bolas y escribe que es un buen ejercicio.