Algunos de los 800 soldados de la Guardia Nacional
desplegados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comenzaron a
llegar a Washington D.C. este 12 de agosto, como parte de la toma de control
federal de la Policía de la ciudad, decidido por el mandatario tras citar una
"emergencia criminal". La alcaldesa Muriel Bowser y los funcionarios
cuestionan la medida, ya que destacan la caída de las tasas de delincuencia y
la autonomía limitada de la ciudad bajo la ley federal.
Algunos de los 800 miembros de la Guardia Nacional
desplegados por Trump comenzaron a llegar a la capital de la nación este
12 de agosto, después de que la Casa Blanca ordenara a las fuerzas federales que se
hicieran cargo del Departamento de Policía de la ciudad y redujeran el
crimen, luego de que el presidente la llamara, sin fundamento, una ciudad sin
ley.
La afluencia se produjo después de que Trump anunciara que activaría a los miembros de la Guardia y se haría cargo del departamento. Citó una emergencia delictiva, pero se refirió a unos índices de criminalidad que los funcionarios de la ciudad enfatizan que ya está disminuyendo notablemente. El presidente tiene el derecho legal de hacer tales movimientos, pero hasta cierto punto.
La ley permite a Trump controlar el departamento de policía
durante un mes, pero qué tan agresiva será la presencia federal y cómo podría
desarrollarse seguían siendo preguntas abiertas cuando la alcaldesa y el jefe
de policía de la ciudad fueron al Departamento
de Justicia para reunirse con la fiscal general.
La reunión se produce un día después de que la alcaldesa
Muriel Bowser dijera que el plan recién anunciado de Trump para hacerse cargo
del Departamento de Policía Metropolitana (MPD) y llamar a la Guardia Nacional
no era un paso productivo.
Con calma expuso los argumentos de su despacho de que el
crimen ha estado disminuyendo constantemente, y dijo que el estado de
emergencia percibido por Trump simplemente no coincide con los números de los
que dispone.
También afirmó rotundamente que las manos de la ciudad
capital están atadas y que su administración no tiene más remedio que cumplir.
"Podríamos impugnar eso", dijo sobre la definición de Trump de una
emergencia criminal, "pero su autoridad es bastante amplia".
Bowser hizo una referencia a la "llamada
emergencia" de Trump y concluyó: "Voy a trabajar todos los días para
asegurarme de que no sea un desastre total".
Mientras Trump invoca su plan diciendo que "vamos a
recuperar nuestra capital", Bowser y el departamento de policía sostienen
que los delitos violentos en general en Washington han disminuido a su
mínimo de los últimos 30 años, después de un fuerte aumento en 2023.
Los robos de autos, por ejemplo, cayeron alrededor del 50 por
ciento en 2024 y han vuelto a bajar este año. Sin embargo, más de la mitad de
los arrestados son menores, y el alcance de los castigos contra ellos es un
punto de discordia para la administración Trump.
Un enfrentamiento de larga data
Bowser, una demócrata, pasó gran parte del primer mandato de
Trump en el cargo discutiendo abiertamente con el presidente republicano.
Ella se defendió de sus planes iniciales de un desfile
militar por las calles y se opuso públicamente cuando llamó a una avalancha de
agencias federales de aplicación de la ley para enfrentar a los manifestantes
en las protestas contra la brutalidad policial, que se produjeron durante el
verano de 2020.
Más tarde hizo pintar las palabras "Black
Lives Matter" en letras amarillas gigantes en la calle a una cuadra de
la Casa
Blanca.
"Es un juego de poder y somos un blanco fácil"
En el segundo mandato de Trump, respaldado por el control
republicano de ambas cámaras del Congreso, Bowser ha caminado por la cuerda
floja pública durante meses, enfatizando los puntos en común con la
administración Trump en temas como el exitoso esfuerzo para traer a los
Washington Commanders de la NFL de regreso al Distrito de Columbia.
Observó con abierta preocupación por las calles de la ciudad
cómo Trump finalmente obtuvo su desfile militar este verano. La decisión del
mandatario de desmantelar la plaza Black Lives Matter a principios de este año
sirvió como una metáfora clara de cuánto había evolucionado la dinámica de
poder entre los dos ejecutivos.
Ahora esa tensa relación entra en territorio desconocido, ya
que Trump ha cumplido apenas en meses con lo que muchos funcionarios de DC
esperaban en silencio que fueran amenazas vacías. El nuevo enfrentamiento ha
arrojado a Bowser bajo una luz de empatía, incluso entre sus críticos de toda
la vida.
"Es un juego de poder y somos un blanco fácil",
aseguró Clinique Chapman, directora ejecutiva del Laboratorio de Justicia de
DC.
Crítica frecuente de Bowser, a quien acusa de "vigilar
en exceso a nuestra juventud" con las recientes expansiones del toque de
queda juvenil en Washington, Chapman dijo que la última medida de Trump "no
se trata de crear un DC más seguro. Se trata solo de poder".
Bowser sostiene que todo el poder reside en Trump y que su
administración puede hacer poco más que cumplir y sacar lo mejor de él. La
mujer, nativa de Washington, pasó gran parte de la conferencia de prensa del 11
de agosto vinculando la toma de Washington por parte de Trump con el tema más
amplio del estatus geopolítico del Distrito de Columbia (DC).
Mientras Washington siga siendo un enclave federal con
autonomía limitada bajo la Ley de Autonomía de 1973, dijo, seguirá siendo
vulnerable a tales decisiones.
"Sabemos que el acceso a nuestra democracia es
tenue", dijo Bowser. "Es por eso que me han escuchado, y a muchos
habitantes de Washington antes que yo, abogar por el carácter completo de
estado para el Distrito de Columbia".
La Sección 740 de la Ley de Autonomía permite al
presidente hacerse cargo de la policía de Washington durante 48 horas, con
posibles extensiones a 30 días, en tiempos de emergencia.
Ningún presidente lo ha hecho antes, dijo Monica Hopkins,
directora ejecutiva del capítulo de DC de la Unión Estadounidense por las
Libertades Civiles. "Eso debería alarmar a todos", dijo Hopkins,
"no solo en Washington".
Como anillo al dedo
Para Trump, el esfuerzo por hacerse cargo de la seguridad
pública en Washington refleja una escalada de su enfoque agresivo hacia la
aplicación de la ley.
El estatus de DC como distrito federal establecido por el
Congreso le brinda una oportunidad única para impulsar su agenda de mano
dura contra la delincuencia, aunque no ha propuesto soluciones a las causas
fundamentales de la existencia de personas sin hogar o la criminalidad.
"Permítanme ser muy clara (...) El crimen en DC está
terminando y terminando hoy", afirmó la fiscal general Pam Bondi durante
la conferencia de prensa del anuncio de Trump.
La declaración de Trump de un estado de emergencia se
ajusta al patrón general de su segundo mandato en el cargo: ha recorrido el
mismo camino en temas que van desde la protección fronteriza hasta los
aranceles económicos, lo que le permite gobernar esencialmente a través de
órdenes ejecutivas. En muchos casos, ha seguido adelante mientras los
tribunales resolvían las controversias en torno a tales medidas.
Las afirmaciones de Bowser sobre la reducción exitosa de las
tasas de delitos violentos recibieron respaldo a principios de este año de
quien menos se esperaba. Ed Martin, la elección original de Trump para fiscal
federal para el Distrito de Columbia, emitió un comunicado de prensa en abril
elogiando una caída del 25 por ciento en este tipo de crímenes con respecto al
año anterior.
"Gracias al liderazgo del presidente Trump y los
esfuerzos de nuestra iniciativa 'Make DC Safe Again', el Distrito ha visto una
disminución significativa en los delitos violentos (...) Estamos demostrando
que una aplicación estricta y políticas inteligentes pueden hacer que nuestras
comunidades sean más seguras", afirmó Martin.
En mayo, Trump abandonó sus esfuerzos para que Martin fuera
confirmado para el puesto, ante la oposición en el Congreso. Su candidata de
reemplazo, la exjueza y expresentadora de ‘Fox News’ Jeanine Pirro,
fue confirmada recientemente.
El 11 de agosto, Pirro, de pie junto a Trump, calificó la
toma de Washington como "el paso que necesitamos en este momento para que
los delincuentes entiendan que ya no se saldrán con la suya".
Este artículo fue adaptado de su versión original en inglés.
FRANCE
24 - Con AP / En la imagen, la alcaldesa Muriel Bowser. Foto de Julia
Demaree Nikhinson – AP.