*_Como el personaje de Goethe, Trump está descubriendo que en
la política y en la economía no existen los atajos_*
Por Moisés Naím
Johann Wolfgang von Goethe, quien vivió entre 1749 y 1832, es
uno de los escritores alemanes más importantes. A los 48 años, publicó una
balada, _El aprendiz de brujo_, que rápidamente se convirtió en uno de sus
textos más conocidos y cuya relevancia perdura hasta nuestros días. En 1940,
Walt Disney basó en esta historia un segmento de la película _Fantasía_. Le han
seguido varias adaptaciones cinematográficas, innumerables versiones sinfónicas
y operísticas.
El protagonista es un aprendiz que decide aprovechar la
ausencia de su maestro para experimentar con los sortilegios que le ha visto
usar. Una de las tareas que más detesta es llenar un cubo con agua del pozo y
llevarlo al taller, así que embruja a una escoba para que haga el trabajo por
él. Craso error.
El suelo rápidamente se cubre de agua, y el aprendiz se da cuenta de que no puede detener la escoba porque no conoce toda la magia. Decide pararla cortándola en dos con un hacha, pero cada pedazo se convierte en otra escoba que continúa acarreando agua al taller, cada vez más rápido. La habitación comienza a inundarse aceleradamente. Cuando todo parece perdido, el viejo hechicero regresa y de inmediato rompe el hechizo, recuperando la normalidad.
La historia del aprendiz sirve de advertencia sobre los
peligros de manejar el poder sin sabiduría. El aprendiz de brujo se ha
convertido en una metáfora para ilustrar situaciones en las cuales actuar con
la arrogancia de la ignorancia desata fuerzas inesperadas e incontrolables.
Donald Trump está viviendo todo esto muy directamente. No
pasa una semana sin que se vea obligado a ajustar o revertir algunas de sus
decisiones. Su política migratoria está generando un sinnúmero de consecuencias
inesperadas. Lo mismo ocurre con sus intervenciones geopolíticas. “Voy a
terminar con la guerra en Ucrania en 24 horas”, solía decir Trump. Así se
refirió al conflicto entre Israel y Palestina y la guerra en Gaza.
Lamentablemente, nada de eso ha ocurrido.
Trump también se ufanaba de su capacidad de negociar
ventajosamente con su colega chino o con Vladímir Putin. Pero hasta ahora ese
presunto talento como negociador no le ha servido de mucho. “Xi Jinping es muy
duro y es extremadamente difícil llegar a un acuerdo con él”, escribió en sus
redes sociales. La supuesta amistad con Putin tampoco está dando resultados, y
Trump ha perdido la paciencia con el ruso: “Putin se volvió absolutamente
loco”, escribió en su plataforma digital *Truth Social*.
Al igual que el aprendiz de brujo, Trump está descubriendo
que algunas decisiones que ha tomado adquieren vida propia y se arraigan. La
inflación es un buen ejemplo. “El primer día de mi presidencia voy a terminar
con la inflación”, dijo. Lamentablemente, sus decisiones han contribuido a
exacerbar las expectativas inflacionarias.
La guerra comercial que desató Trump ejemplifica
perfectamente esta dinámica del aprendiz de brujo. Sus aranceles, implementados
como herramientas mágicas para resolver complejos problemas comerciales, han
generado consecuencias imprevistas que se multiplican como las escobas
encantadas de Goethe. Cada nuevo arancel provoca represalias de otros países,
creando una cascada de medidas proteccionistas que encarecen los productos para
los consumidores estadounidenses. Como el aprendiz que cortó la escoba en dos
solo para crear más escobas, Trump responde a estas represalias con más
aranceles, alimentando así un caos en el comercio internacional. Los sectores
agrícolas, manufactureros y de servicios experimentan disrupciones que van
mucho más allá de lo que inicialmente anticipó cuando invocó estos
“sortilegios” comerciales.
Pero nada ha resultado más frustrante para Trump que las
actuaciones de jueces que han obstruido sus decisiones. Como el aprendiz que
descubre que no conoce todos los hechizos, Trump tropieza repetidamente con un
sistema judicial independiente y descentralizado que le impide actuar como él
lo desea. Algunas de sus órdenes ejecutivas sobre inmigración han sido
obstaculizadas por tribunales federales, sus intentos de alterar políticas
ambientales enfrentan decisiones judiciales adversas, y sus esfuerzos por concentrar
el poder ejecutivo chocan con la separación de poderes. Cuando intenta “cortar
la escoba” judicial con declaraciones airadas o amenazas, se encuentra con que
el sistema legal responde con más impedimentos.
La metáfora del aprendiz de brujo recuerda una verdad
fundamental sobre el poder: manejarlo sin experiencia, sin humildad y sin
comprensión de sus complejidades inevitablemente conduce a resultados
dolorosos. Trump, como el personaje de Goethe, está descubriendo que en la
política y en la economía no existen los atajos. La diferencia crucial es que,
al contrario del cuento, no hay un maestro hechicero que espera para restaurar
el orden cuando las crisis se salen de cauce.
En la política real, las consecuencias de la inexperiencia y
de la arrogancia pueden perdurar mucho más allá del mandato de quien las
desató.
Texto tomado de El País / España. Imagen de archivo.