El uso de redes sociales se multiplicó por diez en tres años
entre adolescentes, revelando una conexión directa con el aumento de síntomas
depresivos según datos de 11.876 niños.
Un mayor uso de las redes sociales durante la
adolescencia temprana puede contribuir a aumentar los
síntomas depresivos con el tiempo, señala un nuevo estudio
encabezado por la Universidad de San Francisco (EE. UU.) que
publica Jama Open Network. La investigación indica además
que un aumento de los síntomas depresivos no predecía un incremento posterior
en el uso de las
redes sociales. Ante el debate de si las redes sociales contribuyen
a la
depresión o simplemente reflejan síntomas depresivos subyacentes,
estos hallazgos "aportan pruebas" de que las primeras "pueden
estar contribuyendo al desarrollo de síntomas depresivos", señaló el
primer firmante del artículo Jason Nagata.
Metodología del estudio: seguimiento longitudinal de adolescentes
El estudio examinó los datos de seguimiento de 11.876 niños
de 9 a 10 años y, tres años más tarde, de 12 a 13 años. El
uso de las redes sociales aumentó de siete a 73 minutos al día
durante ese periodo y los síntomas depresivos crecieron un 35 %.
En este caso se usaron datos longitudinales intrapersonales,
lo que significa que los investigadores pudieron seguir los cambios a lo largo
del tiempo en cada niño para evaluar con precisión la relación entre las redes
sociales y la depresión.
El resultado fue que el uso de las redes sociales en una
misma persona durante la adolescencia temprana se asoció prospectivamente con
mayores síntomas depresivos un año después, mientras que los síntomas
depresivos no se asociaron con el uso posterior de las redes.
Ciberacoso y riesgos asociados al uso de redes sociales
Aunque no está claro por qué las redes aumentan los síntomas
depresivos, investigaciones anteriores apuntan a riesgos como el ciberacoso y
las alteraciones del sueño.
Un estudio previo del mismo equipo sobre la misma cohorte de
participantes, pero centrado en los efectos del ciberacoso señaló que los niños
de 11 a 12 años que lo habían sufrido tenían 2,62 veces más probabilidades de
manifestar ideas suicidas o intentos de suicidio un año después.
Además, esos niños tenían 2,31 veces más probabilidades de
experimentar con alguna sustancia (4,65 veces más con la marihuana, 3,37 con la
nicotina y 1,92 con el alcohol) al año siguiente.
Recomendaciones para un uso saludable de pantallas en familia
Cada vez más hay más pruebas de que las redes sociales están
asociadas a síntomas depresivos y comportamientos de riesgo, aunque para los
jóvenes son también una herramienta primordial para conectarse y comunicarse
con los amigos, señalan los investigadores.
Nagata indicó, citado
por la Universidad de San Francisco, que como padre sabe que no
basta con decir a hijos que dejen el móvil y agregó que pueden "predicar
con el ejemplo con conversaciones abiertas y sin prejuicios sobre el uso de las
pantallas".
Establecer momentos libres de pantallas para toda la familia,
como durante las comidas o antes de acostarse, puede ayudar a construir hábitos
digitales más saludables para todos, incluidos los adultos, sugirió el
investigador.
FEW (EFE, Universidad de San
Francisco, Jama Open Network) Imagen: Frank Hoermann / SVEN
SIMON/IMAGO. Tomado de D.W./ Alemania.