Jason Stanley es uno de los
muchos críticos del presidente estadounidense que han abandonado el país para
vivir en Canadá. El experto considera que el nuevo liderazgo tiene rasgos
fascistas.
Con dos aplaudidos libros sobre
el fascismo en el siglo XX a su haber, el académico judío-estadounidense John
Stanley establece paralelismos sin rodeos. "Fascismo es lo que está
haciendo el gobierno de Donald Trump ahora",
dice el filósofo a DW sobre el segundo mandato del magnate.
A fines de marzo, Stanley anunció
su decisión de dejar la Universidad de Yale y mudarse a Canadá, donde trabajará
en la Escuela Munk de Asuntos Globales y Políticas Públicas de la Universidad
de Toronto. Así, sigue los pasos de Timothy Snyder y Marci Shore, dos
profesores de historia que también abandonaron Yale para vivir en Toronto tras
la elección de Trump.
"Tengo miedo de ser blanco del gobierno", dice Stanley sobre su decisión de abandonar Estados Unidos. Refiriéndose a la vulnerabilidad de los académicos inmigrantes que podrían ser deportados por emitir opiniones críticas sobre el gobierno, señala: "Me voy porque mis colegas no ciudadanos no pueden hablar de política en las redes sociales; de lo contrario, podrían retirarles las visas".
En su libro de 2018 How
Fascism Works: The Politics of Us and Them (publicado en español
como Facha: cómo funciona el fascismo y cómo ha entrado en tu vida),
Stanley describe cómo el fascismo "deshumaniza a segmentos de la
población" para justificar "tratos inhumanos, desde la represión
hasta el encarcelamiento masivo para la expulsión".
Ahora señala que la
administración de Trump, que ha sido acusada de deportar inmigrantes desafiando
órdenes judiciales y de limitar la libertad de expresión al retener fondos de
universidades o agencias federales que promueven las políticas de diversidad,
igualdad e inclusión, ya no puede simplemente ser llamada
"populista".
Esa definición, sostiene, termina
"blanqueando la amenaza", y reitera su opinión de que la intolerancia
de Trump es fascista por naturaleza, un punto que desarrolla en su libro de
2024 Erasing History: How Fascists Rewrite the Past to Control the
Future.
¿Usa Trump el antisemitismo para
atacar universidades?
El gobierno de Trump está
reteniendo fondos a las universidades que han sido escenario de protestas
contra el conflicto armado entre Israel y Hamás, señalando que
esas instituciones promueven el antisemitismo. Sin embargo, Stanley sostiene
que "los estudiantes judíos de Yale fueron uno de los grupos identitarios
más numerosos que participaron en los campamentos y protestas. Este régimen
está haciendo una distinción entre judíos buenos y judíos malos, y ya conocemos
la historia de eso".
La distinción entre "judíos
proisraelíes" de derecha y "judíos como yo y muchos de mis
estudiantes en Yale que critican las acciones de Israel en Gaza" también
apela a un "estereotipo antisemita muy peligroso" que afirma falsamente
que "los judíos estadounidenses controlamos las instituciones", dice
Stanley.
El académico sostiene que la
Universidad de Yale no ha cedido a las demandas de la administración de Trump y
ha "protegido a los profesores". Sin embargo, le preocupa que
universidades como la de Columbia sí estén cediendo a la presión. Esta última
ha prometido investigar a los manifestantes propalestinos para evitar recortes
multimillonarios en su financiamiento.
"Si aceptas estas demandas,
ya no eres una universidad", dice el filósofo. "Una universidad es un
lugar de pensamiento libre y crítico. Y en Estados Unidos, dada nuestra
relación con Israel, es perfectamente legítimo tener un movimiento de protesta
que exija que deje de financiarse el apoyo militar a Israel".
¿Por qué no quedarse y luchar?
A Stanley, así como Snyder y
Shore, se les ha preguntado con frecuencia por qué decidieron abandonar Estados
Unidos en un momento de necesidad. "Bueno, es bastante más fácil defender
a Canadá que defender a Yale", dice Stanley a DW. "Estados Unidos se
está convirtiendo en un lugar aterrador", agrega. "La Universidad de
Toronto puede ser un paraíso: podemos traer académicos y periodistas acá para
protegerlos mejor de lo que podemos hacer en Estados Unidos", apunta.
Stanley tiene como objetivo
ayudar a fomentar un entorno académico más inclusivo desde su nuevo puesto.
Dice que la Escuela Monk planea "crear el principal centro del mundo para
defender la democracia" y acogerá a periodistas de países democráticos y
autoritarios como Rusia y Estados Unidos.
Shore y Snyder, su esposo,
se han centrado en la historia de los fascismos en Europa del Este, una
perspectiva a través de la cual establecen paralelismos con la administración
de Trump. "Podía sentir cómo se intensificaba el terror", dijo Shore
al periódico Kyiv Independent respecto a su decisión de
abandonar Estados Unidos. "Mi impulso fue llevarme a mis hijos y escapar
de una situación que me parecía muy oscura y aterradora".
Stanley señala que seguirá
luchando. "Voy a pelear por la democracia estadounidense donde sea que
esté", asegura.
Tomado de D.W. / Alemania.