Entre
Todos D.
Ricardo
Chaneton, es el primer venezolano en la historia en ganar una estrella
Michelin. Para los que conocen el mundo de la alta cocina, saben que no hay
mayor reconocimiento que ese —el premio más codiciado y difícil de alcanzar.
Detrás de ese logro está la historia de muchos venezolanos: los que un día
salieron de su país persiguiendo un sueño, buscando un futuro mejor o escapando
de una realidad política y social que los empujó a comenzar de cero.
Ricardo Chaneton no solo hizo historia por sí mismo. Con su restaurante MONO, en Hong Kong, logró algo que nadie había conseguido antes: convertirlo en el primer restaurante latinoamericano en Asia en recibir una estrella Michelin. Un hito enorme, en un mercado exigente, sofisticado y pocas veces conquistado por sabores latinos.
MONO no es solo un restaurante; es un pedazo
de Venezuela y de América Latina en medio de Asia. Allí, entre vinilos que
suenan de fondo, una obra que retrata el Ávila hecha con billetes venezolanos,
la figura de los Diablos Danzantes de Yare y un menú que te lleva desde una
arepa con hormigas del Amazonas hasta ingredientes que cuentan la historia del
continente, Ricardo ha logrado que el sabor y la esencia de lo nuestro viaje
lejos… y triunfe. Su logro es suyo, pero también se siente nuestro. Porque cada
premio que celebra a un venezolano es un recordatorio de que incluso desde la
distancia, seguimos dejando huella.
Con texto
tomado del X (antes Twitter) de la reconocida periodista venezolana, Alejandra
Oraa.