_El premio Nobel publicó un
análisis sobre lo que pasó en el Día de la Liberación. Es impactante.
“Hay tantos errores en este
enfoque que es difícil saber por dónde empezar”, escribió en su blog el premio
nobel Paul Krugman, un economista frecuentemente crítico hacia Trump.
“No es solo que parezca estar
imponiendo aranceles mucho más altos de lo que casi nadie esperaba. También
está haciendo afirmaciones falsas sobre nuestros socios comerciales —en este
caso, no estoy seguro de si son mentiras, porque puede ser verdaderamente
ignorante—, que los enojarán y harán que sea muy difícil dar marcha atrás”,
agregó.
Y lanza una señal de pesimismo:
“Si usted tenía alguna esperanza de que Trump se alejara del abismo, este
anuncio, entre las altísimas tasas arancelarias y las completas falsedades
sobre lo que hacen otros países, debería acabar con esta”.
“Se ha vuelto completamente loco”, concluyó.
Su opinión se suma a la de muchos
especialistas del mundo que han salido a criticar la fórmula de Trump. Muchos
han intentado sacar sus cuentas para determinar si es cierto lo que dijo el
presidente, de que Estados Unidos estaba siendo saqueado por otras economías y
los números simplemente no dan.
“Esto es a la economía lo que el
creacionismo a la biología y la astrología a la astronomía”, publicó el
exsecretario del Tesoro, Larry Summers, en la red social X.
Si bien el gráfico de Trump
afirma que China impone un arancel del 67 % a los productos estadounidenses,
los datos de la Organización Mundial del Comercio muestran que el arancel
promedio de China en 2024 fue de tan solo 4,9 %.
Existen discrepancias similares
para la Unión Europea (39 % frente al 1,7 %) e India (52 % frente al 6,2 %).
Funcionarios de la administración estadounidense explicaron que incorporaron
factores más allá de los aranceles, como las normas ambientales y la
manipulación de divisas y barreras comerciales.
El representante comercial de
Estados Unidos publicó una fórmula con letras griegas para dar cierta
credibilidad académica a los cálculos, una fórmula que, de hecho, no incluía
los niveles arancelarios como factor. Siguiendo la filosofía comercial de Trump,
la fórmula considera el déficit comercial de un país con Estados Unidos como
evidencia de injusticia.
Los funcionarios de la
administración republicana dividieron este déficit entre el valor de los bienes
importados de ese país para determinar lo que denominan “la tasa arancelaria
necesaria” para equilibrar los déficits bilaterales. Incluyeron además otras
variables, pero las configuraron de forma que se anularan mutuamente.
Trump afirmó que su gobierno
redujo a la mitad la cifra resultante porque “somos amables”, al tiempo que
impuso un impuesto fijo del 10 % a los países con los que Estados Unidos
mantiene un superávit comercial.
La postura del presidente en este
tema refleja su opinión de que los déficits comerciales acarrean pérdidas de
empleos en Estados Unidos ante la producción extranjera, un punto de vista que
contradice los principios económicos con que se manejan habitualmente los
economistas desde la Segunda Guerra Mundial.
Para la mayoría de ellos, las
creencias de Trump desestiman las complejidades de la economía estadounidense,
la más grande del mundo, donde una empresa como Apple fabrica el 90 % de sus
productos en el extranjero, pero genera una enorme riqueza en el país.
Texto tomado de la Revista
Semana / Colombia.