Todd Lyons, a cargo del Servicio de Control de Inmigración y
Aduanas, dijo: “El proceso de deportación debería ser más similar a un método
como el de Amazon, pero con entregas humanas”.
En tiempos de una crueldad sofisticada que rinde dividendos,
Estados Unidos agiliza su política de deportaciones masivas bajo una nueva
modalidad. Es el método Amazon, la multinacional de comecio digital
del multimillonario Jeff Bezos. No se trata de una ocurrencia del CEO que ahora
compite con Elon Musk en el mercado de autos eléctricos. Es una idea del
director del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas
en inglés) de EE.UU, Todd Lyons. En una exposición de Seguridad Fronteriza que
se realizó la semana pasada en Phoenix, Arizona, habló sin complejos de que el
país tiene que tratar el tema de las expulsiones de miles de ciudadanos como
“un negocio”, a lo que agregó: “El proceso de deportación debería ser más
similar a un método como el de Amazon, pero con entregas humanas”.
El funcionario, con una extensa trayectoria en la fuerza áerea y como enlace antiterrorista, habló de darle a las salidas de inmigrantes de EE.UU un criterio empresarial, rentístico. Su objetivo, con la venia de Trump, es transformar a ICE en una maquinaria comercial tan eficiente como Amazon. En el caso del organismo, no se refería a cualquier objeto con valor de mercado y sí a personas. Migrantes que de a racimos está echando el gobierno republicano de extrema derecha.
Lyons es un especialista en perseguir indocumentados o
migrantes en condiciones de vulnerabilidad. En su foja de servicios consta que
“dirigió el programa de Extranjeros Delincuentes para el Norte de Texas y
Oklahoma, prestando servicios a 205 condados y agencias del orden público”.
Según el Diario de Sonora, México, la propuesta del
responsable de ICE “busca una transformación radical en la gestión de las
deportaciones. Su analogía con ‘Amazon Prime, pero con humanos’, según
declaraciones recogidas por diversos medios, desató un intenso debate sobre la
eficiencia y la ética en el manejo de procesos migratorios”.
Todavía no queda claro si el servicio puerta a puerta de
deportaciones busca trasladar a los afectados hacia cárceles como la de
Guantánamo en territorio cubano o hacia el inexpugnable Centro de Confinamiento
del Terrorismo (CECOT) que levantó el presidente Nayib Bukele en El Salvador. O
si solo se trata de devolver a sus países de origen a los inmigrantes que son
víctimas de la cacería de ICE en EE.UU.
Organizaciones que defienden a miles de extranjeros en
Estados Unidos, como la American Civil Liberties Union (ACLU) y otras que
trabajan para que se cumplan los derechos migratorios, criticaron con dureza
los dichos de Lyons. Señalaron que, si el organismo busca instalar la lógica
comercial de Amazon con seres humanos, “su impacto en las
comunidades inmigrantes podría ser aún más significativo”.
Una de las coartadas jurídicas a que apeló el gobierno de
Trump para avanzar con su política antiinmigrante es una ley del siglo XVIII,
llamada de Enemigos Extranjeros y que se remonta a 1798.
Estaba dirigida a combatir en tiempos de guerra la influencia de los imperios
europeos y sus súbditos en territorio norteamericano. Hoy se emplea para
deportar latinoamericanos, básicamente.
La descarnada opinión de Lyons llega varios años después de
que se denunciara cómo Amazon se transformó en una herramienta
clave para entender la ofensiva migratoria de ICE en el primer mandato de Trump
(2017/2021). En sus iniciales nueve meses de gobierno provocó que los arrestos
del ICE aumentaran un 42 % en comparación con el mismo período del año
anterior.
Según activistas de derechos civiles e inmigración, la
persecución de inmigrantes se había intensificado a una escala sin precedentes.
Aunque los gobiernos demócratas tampoco resultaron ajenos a esa política. Una
de las peores secuelas en el gobierno anterior de Trump fue la separación de
los niños migrantes de sus padres.
En el complejo tecnológico de Silicon Valley, Palantir,
una plataforma de espionaje tan sofisticada que permitió localizar a Osama Bin
Laden en 2011 para matarlo, es la que diseñó el sistema de Gestión de Casos de
Investigación (ICM), indispensable para que ICE avance con las deportaciones.
Un artículo del 22 de octubre de 2018 fue premonitorio sobre
la idea que acaba de proponer de manera bestial el funcionario Lyons. Se titula
“Amazon es la columna vertebral invisible de la ofensiva migratoria del ICE” y
lo publicó Karen Hao en MIT Technology Review, la revista sobre
tecnología más antigua del mundo fundada en 1899.
La nota señala la envergadura del negocio que une a la
empresa de Bezos con el organismo que persigue migrantes. “Amazon posee el 62 %
de las autorizaciones de más alto nivel, generalmente necesarias para gestionar
datos para los sistemas de las fuerzas del orden”, cuenta la investigadora.
El regreso de Trump a la Casa Blanca profundizó estos
sistemas de control y acumulación de datos en la Nube. Ya en su primer
gobierno, MIT Technology Review denunciaba que un empleado
anónimo de Amazon había enviado una carta abierta a la
multinacional donde decía: “Sabemos por la historia que nuevas y poderosas
herramientas de vigilancia, dejadas sin control en manos del estado, se han
utilizado para atacar a personas inocentes”.
Se refería al sistema de reconocimiento facial Amazon
Rekognition. Según la propia empresa que lo vende, “puede identificar
referencias faciales (por ejemplo, la posición de los ojos), detectar emociones
(por ejemplo, felicidad o tristeza) y otros atributos (por ejemplo, la
presencia de gafas o el ocultamiento facial). Cuando se detecta un rostro, el
sistema analiza los atributos faciales y devuelve una puntuación de confianza
para cada atributo”. Con ese tipo de herramientas el ICE busca inmigrantes para
deportarlos. Sus contratos con el Estado le dan un status de socio necesario
para Trump. En la casta de multimillonarios que rodean al presidente, Elon Musk
no es el único influyente.
El economista griego Yanis Varoufakis hace mención a ellos
como los nubelistas. Son la cara visible del tecno-feudalismo, la nueva clase
dominante del siglo XXI.
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Tomado de Página 12 / Argentina. Imagen: EFE.