El expresidente demócrata
reaparece en Chicago con un encendido discurso para defender de la Seguridad
Social y sin mencionar en ningún momento a su sucesor.
Joe Biden ha salido de su
letargo. El expresidente de Estados Unidos ha reaparecido este martes en el que
ha sido su primer gran discurso político desde que en enero abandonase la Casa
Blanca. Lo ha hecho en Chicago, delante de unas 200 personas reunidas en una
conferencia sobre discapacidad, y con un mensaje claro: defender la Seguridad
Social del hachazo que está aplicando la nueva administración. Y aunque ha
cargado con dureza contra el nuevo Gobierno, no ha pronunciado el nombre de
Donald Trump ni una sola vez.
"En menos de 100 días, esta nueva administración ha provocado muchísimo daño y destrucción. Es impresionante”, ha dicho Joe Biden. "Han cogido un hacha", ha rematado, sin medias tintas, según la agencia Reuters. Durante su intervención en la conferencia de Defensores, Consejeros y Representantes de Discapacitados (ACRD), Biden ha recalcado que el sistema de la Seguridad Social en Estados Unidos es algo más que una cuestión de estado: "Es una promesa sagrada. Sabemos cuánto significa en la vida de la gente".
El expresidente demócrata,
cuenta Politico, se ha subido al escenario y, desde el
atril, ha dado un discurso en el que ha recuperado su estilo de siempre: un
lenguaje cercano, un texto trufado de expresiones coloquiales y lleno de
anécdotas personales con los que ha conseguido conectar con el público. Aunque
también ha echado mano de su paso por el Capitolio, insistiendo que la
Seguridad Social siempre ha sido uno de sus temas bandera. "El Seguro
Social ha estado ahí incluso durante guerras, recesiones y pandemias. Pase lo
que pase, los cheques llegaban. Pero ahora, por primera vez, eso podría
cambiar. Sería una calamidad para millones de familias, millones de
personas", ha avisado.
El discurso de Biden, que duró
alrededor de media hora, ha coincidido con la celebración del Día de Acción por
la Seguridad Social en Estados Unidos, una jornada organizada por colectivos
ciudadanos para protestar contra lo que consideran un ataque frontal a todo el
sistema. Biden ha querido poner el foco en los fallos técnicos que ya afectan a
muchos de los beneficiarios. "La gente no puede entrar en sus cuentas.
¿Pero quién coño se creen que son?”, ha estallado el expresidente demócrata en
una de las frases más comentadas, quien ha acusado a la Administración
Trump de actuar sin medir las consecuencias de sus decisiones: "Disparan
primero y apuntan después. El resultado es un dolor innecesario entre la
población y de noches sin dormir", ha empatizado Joe Biden.
A pesar de que algunas voces del
Partido Demócrata temen que esta reaparición de Joe Biden desvíe el foco de los
problemas que crea Donald Trump desde la Casa Blanca, el ya expresidente ha
dejado claro que quiere seguir implicado en cuestiones clave, aunque no tiene
planeado desarrollar una agenda pública intensa, en las últimas semanas ha
visitado a estudiantes, participado en actos sindicales y está escribiendo un
nuevo libro.
Elon Musk toma el control de
la Seguridad Social
La ofensiva contra la Seguridad
Social no es simbólica, ni una amenaza futura: ya está en marcha. Donald Trump
ha entregado el mando del sistema al Departamento de Eficiencia Gubernamental
(DOGE), agencia de nuevo cuño bajo la tutela de Elon Musk y que, desde febrero,
son los encargados de adelgazar al máximo la administración.
El plan de la administración
Trump contempla el despido de al menos 7.000 empleados públicos y cerrar
oficinas por todo el país. La Administración del Seguro Social (SSA), que
gestiona 1,4 billones de dólares en prestaciones para más de 70 millones de ciudadanos,
ya muestra señales de saturación: sistemas informáticos que se caen, colas
interminables y trámites atascados. La situación se ha agravado desde que DOGE
asumió el control de la agencia. Según Politico, los despidos están
afectando especialmente a los equipos de tecnología, responsables del
mantenimiento de las plataformas digitales.
A este caos interno se suma un
frente legal: en marzo, un juez federal dictaminó que la SSA probablemente
violó las leyes de privacidad al permitir que los equipos de Elon Musk
accedieran sin restricciones a los datos de millones de ciudadanos. El tribunal
ordenó suspender de inmediato ese flujo de información. La investigación sigue
abierta.
Trump contra los "pagos a
ilegales"
Mientras Biden pronunciaba su
discurso en Chicago, Trump firmaba en Washington una nueva orden con más
restricciones para impedir que los migrantes sin papeles accedan a prestaciones
públicas. El texto difundido por la Casa Blanca defiende que “los beneficios
financiados por los contribuyentes deben ir solo a personas elegibles” por lo
que ordena a los Departamentos de Trabajo, Salud y a la Administración del
Seguro Social para que se esfuercen en verificar la elegibilidad de los
beneficiarios y usen "todas las medidas" para evitar pagos indebidos
a extranjeros no autorizados. También prevé multas a estados, ciudades u otros
organismos que no controlen adecuadamente quién cobra las ayudas.
La orden activa, además, una
ofensiva judicial. La fiscal general, Pam Bondi, coordinará con la SSA la
creación de al menos 50 fiscalías federales especializadas en fraude antes de
octubre. También se ampliarán las unidades encargadas de investigar abusos en
Medicare y Medicaid, con nuevas delegaciones previstas hasta 2025.
Otra medida destacada del plan de
Trump pone el foco en posibles fraudes vinculados a identidades falsas. El
memorando ordena a la SSA remitir al inspector general todos los informes de
ingresos asociados a personas de cien años o más cuando los datos del supuesto
asalariado no coincidan con los archivos oficiales. Según la Casa Blanca, esta
revisión busca detectar casos de robo de identidad, empleo ilegal o evasión
fiscal.
La Administración del Seguro
Social ha salido en defensa del paquete de medidas y ha respondido a Biden
desde su cuenta oficial en X, acusándole de “mentir a los americanos”. Según la
propia SSA, solo en 2024 se han asignado números de la Seguridad Social a más
de dos millones de migrantes sin documentación. También ha recuperado una
auditoría elaborada durante el mandato de Biden que cifró en 72.000 millones de
dólares los pagos indebidos realizados entre 2015 y 2022.
Trump, por su parte, ha defendido
el paquete como una forma de proteger la Seguridad Social para “los mayores que
han trabajado toda su vida”. Además, ha recordado que su Gobierno destinó en
marzo 16,5 millones de dólares a modernizar los servicios telefónicos del
sistema.
Tomado de HUFFPOST. Imagen: Blanca.Kamil Krzaczynski