Kilmar Ábrego García, de 29 años, fue detenido el 12 de marzo pasado, a una milla de su casa en Maryland, en el estacionamiento de una tienda Ikea, mientras su hijo con autismo de 5 años se encontraba en el auto. Su detención y deportación ha devenido desde entonces en una pelea judicial que escaló ya a la Corte Suprema.
El senador demócrata Chris Van Hollen dio este domingo
más detalles
de su encuentro con Kilmar
Ábrego García, el salvadoreño deportado por error según lo
reconoció un abogado del gobierno de Donald Trump en una corte. El legislador
aseguró que viajó a El Salvador buscando defender el "debido proceso"
que, si se lo quitan a Ábrego García, estaría en "riesgo para todos"
en Estados Unidos.
El congresista de Maryland contó en una entrevista con ABC News que pudo ver a Ábrego García después de que autoridades de alto nivel del gobierno de Nayib Bukele se lo habían negado. Van Hollen dijo que también trató de llegar hasta la cuestionada megacárcel CECOT, pero la seguridad salvadoreña le impidió siquiera acercarse a varias millas de distancia. El encuentro se produjo el viernes pasado en un hotel al que fue llevado Ábrego García.
Desde entonces, republicanos en Estados Unidos y Bukele en El
Salvador han criticado, a veces con tono burlón, a Van Hollen, centrándose en
los detalles que rodearon el encuentro en el hotel y repitiendo la narrativa
del gobierno de que Ábrego García fue deportado por ser pandillero de la MS-13,
algo que su defensa y familia niegan.
"Esta es una persona que cortes en Estados Unidos
determinaron que había sido tomada ilegalmente en las calles de Estados Unidos.
Mi objetivo aquí es que se respete el estado de derecho, la Constitución y el
debido proceso", respondió el legislador cuando se le preguntó por qué ha
tomado parte en este caso.
"No estoy defendiendo a este hombre, estoy defendiendo
el derecho de este hombre al debido proceso y la administración de Trump
admitió en corte que fue detenido por error y deportado por error. Mi misión es
asegurarme de que se respete el estado de derecho, porque si se lo quitamos a
él, lo arriesgamos para todos", agregó.
Ábrego García, de 29 años, fue detenido el 12 de marzo
pasado, a una milla de su casa en Maryland, en el estacionamiento de una tienda
Ikea, mientras su hijo con autismo de 5 años se encontraba en el auto.
Su detención y deportación han devenido desde entonces en una
pelea judicial que escaló ya a la Corte Suprema.
En 2019, un juez de inmigración había otorgado a Ábrego
García una protección para no ser enviado de regreso a El Salvador. Explicaba
que, de ser deportado, el salvadoreño podría ser objeto de persecución por
parte de los pandilleros de Barrio 18, que lo amenazaron a él y a su familia.
Desde entonces, contaba con un permiso de trabajo del Departamento de Seguridad
Nacional, según sus abogados.
A pesar de esa protección de 2019, Ábrego García terminó
deportado a El Salvador el 15 de marzo y recluido en el Centro de Confinamiento
para Terroristas (CECOT), la cárcel de pandilleros creada por Bukele. Si bien
Ábrego García fue llevado a un encuentro con el legislador estadounidense, se
desconocen las condiciones de su reclusión. Van Hollen dijo que fue trasladado
a otra cárcel, pero se desconoce a cuál. En el CECOT están detenidos
pandilleros de la misma banda que amenazó de muerte a la familia de Ábrego
García.
El gobierno de Trump reconoció que la deportación había sido
un "error administrativo", pero que aún así no podían traerlo de
vuelta porque estaba bajo custodia de El Salvador.
Bukele "trató de hacer ver que Ábrego García está en el
paraíso", dice legislador
Su deportación ha sido condenada y ha sido vista con
preocupación por el hecho de que el gobierno haya expulsado sin justificación y
proceso judicial a una persona con permiso legal de residencia en Estados
Unidos.
A pesar de que funcionarios han reconocido el error que
cometieron con esta deportación, voceros de la Casa Blanca han alegado —sin
evidencias— que Ábrego García tiene vínculos con la pandilla MS-13. La familia
y los abogados de Ábrego García han negado esas acusaciones. Aseguran que está
basada en la declaración de un informante confidencial que dijo que el
salvadoreño había sido pandillero en Nueva York. Pero él nunca vivió en esa
ciudad.
La Corte Suprema ordenó
a Estados Unidos facilitar el regreso del salvadoreño al país, pero
el gobierno se ha negado a dar detalles al tribunal sobre esos esfuerzos, si es
que estuviese haciendo alguno. Y
Bukele dijo sentado junto a Trump en la Oficina Oval que no lo devolverá.
"De lo que va este caso es de cumplir con la orden de la
Corte Suprema de facilitar su retorno y asegúrense de que se cumpla con el
debido proceso", dijo el legislador Van Hollen cuando se le preguntó
en ABC News sobre la manera en la que se dio su encuentro con
Ábrego García.
"El gobierno de El Salvador trató de engañar a las
personas. Trató de hacer ver que él está en el paraíso. Originalmente querían
que el encuentro se diera en la piscina del hotel. Tuvimos que negociarlo, me
querían poner mirando hacia la piscina, de hecho, si tuvieses otro tiro de
cámara verías la piscina".
Ello "muestra lo lejos que irán Bukele y Trump para
engañar a las personas sobre la raíz de este caso", acotó.
Esta nota contiene información de contexto de un reporte
previo de la periodista Patricia Claremabux.
Texto tomado de Univision
/ EE.UU.