Por Orlando Arciniegas*
El *“Hombre de Cheddar” * ―nada que ver con el delicioso y adictivo, pero grasoso queso Cheddar― es un fósil masculino hallado en 1903 en la cueva de Gough de la Garganta de Cheddar, un desfiladero cerca del pueblo de Cheddar, en el condado de Somerset, al sudoeste de Inglaterra. La Garganta, la segunda maravilla natural del tal país, es el sitio donde ha sido hallado, hasta ahora, el esqueleto humano más completo de _Homo sapiens_ de los varios encontrados en Gran Bretaña. El fósil, que se estima que vivió hace unos diez mil años, y quizá el más antiguo, es un curioso y llamativo ejemplar que tenía la piel oscura y los ojos azules, según los estudios de ADN y la posterior reconstrucción facial ―gracias a un escáner de alta tecnología― de los restos humanos encontrados en la referida Garganta de Cheddar.
Su cráneo
presenta un agujero que bien puede ser el resultado de una infección o el daño
causado durante la excavación. En la cueva del hallazgo hay signos de
canibalismo que sugieren una existencia trágica o conflictiva. Un importante
detalle es que se encontró una conexión genética con dos escolares locales, por
lo que se descarta que el fósil corresponda a un individuo aislado. Por el
contrario, se estima que migró de la Europa continental a las islas británicas
al final de la última Edad de Hielo. Y que tenía una dieta relativamente buena
a base de vegetales y carne, habiendo fallecido antes de los treinta años. Los
estudios genéticos indican que perteneció al grupo de cazadores-recolectores
occidentales que entonces poblaban la Europa Occidental, emparentado con los
individuos mesolíticos hallados por caso, en España, Hungría y Luxemburgo, que
revelan que poseían la misma curiosa combinación física de piel oscura y ojos
claros, así como una intolerancia a la lactosa.
Esto, desde
luego, contradice la creencia tan popular como racista de que la mayoría de los
europeos hayan tenido ―como los europeos modernos del norte― siempre pieles
blanquizcas. De hecho, según *Yoan Dieckmann*, del equipo del University
College de Londres responsable del estudio, la piel clara que asociamos con la
mayoría de los europeos modernos del norte sería un fenómeno
*"relativamente reciente"*. Vaya.
Según los
científicos, hay al menos dos factores que explican esta transformación
evolutiva. El primero de ellos es, sin duda, el de la *movilidad geográfica* de
las poblaciones humanas modernas, pues mientras vivieron en África, al menos
hasta hace 200.000 años, fueron de piel oscura, como protección al ardiente sol
africano. Aquellas poblaciones serían, sin que tengamos ninguna duda, *los
ancestros directos de los europeos de hoy*, que comenzaron después a migrar. A
Europa, por ejemplo, llegaron hace cosa de entre *200.000 y 175.000 años*, si
nos atenemos al más reciente descubrimiento, el de 2019, de dos cráneos en la
cueva de Apidima, al sur de Grecia, realizado por el equipo liderado por la
investigadora *Katerina Harvati* de la Universidad Eberhard Karls de Tübingen
(Alemania).
Por otra
parte, como el segundo factor, *algunos estudios genéticos* concluyeron que la
pigmentación de la piel más clara comenzó a ser común en algunas regiones
europeas *hace 25.000 años*. El descubrimiento del "hombre de
Cheddar", que vivió hace 10.000 años, indica sin embargo que ese
aclaramiento *no ocurrió hasta mucho después* en lugares, entre otros, como las
islas británicas. Una
conclusión que luce abrumadoramente lógica, pues.
*Historiador.
Profesor titular (J) de la Universidad de Carabobo.