Vistas de página en total

09 septiembre, 2024

ALÍ, SIMÓN y ALDEMARO

Por Pedro Mosqueda*

Muhammad Alí (alias Cassius Clay) a  su paso por Venezuela hace un pocotón de años, primero en agosto de 1971 y luego en marzo de 1974, sorprendía a todos los que le conocieron. Desmesurado y dicharachero, además de tirar golpes con una maestría única nunca antes conocida, parece que tirar besitos competía con su pasión y razón de vida, el boxeo.

En 1971, el campeón venezolano Vicente Paúl Rondón tuvo una pelea contra Eddie Jones en el Nuevo Circo, aunque al final actuaron como teloneros. En el viejo coso, Alí  hizo  una exhibición o demostración de sus famosas destrezas en el ring; dos sparrings, uno de ellos de apellido Brook, fueron suficientes para ejercitar en 8 rounds sus filigranas y " bicicletas" que dejaban sin aliento a sus rivales.

El público contemplaba maravillado los bailes de Alí sobre el ring, y no era para menos: "Picaba como una abeja y volaba como una mariposa". Era verdad.

Cuentan que esa noche se vistió rápido y pidió que lo pasearan por los ambientes nocturnos. Parece que hizo un vuelo rasante por El boulevard de Sabana Grande y sus emblemáticos locales nocturnos de la época. No tenemos más detalles.

Alí regresó en 1974,  no había transcurrido mucho tiempo. Ahora venía contratado por una afamada cadena de televisión de EE.UU. para comentar la pelea pautada entre George Foreman y Ken Norton, que era esperada en el mundo tanto como los comentarios de Alí. En esos días el presidente Rafael Caldera recién inauguraba El Poliedro de Caracas. Aldemaro Romero, el polifacético maestro de la música y reconocido por su genial Onda Nueva, director de El Poliedro fue promotor del evento. 

Hubo un llenazo total. En las gradas también sobresalían dos estrellas del boxeo: "El bombardero de Detroit" Joe Louis y Ringo Bonavena.  Un espectáculo muy corto: la pelea duró 5 minutos; Foreman despachó a Norton por la vía rápida.

"Lamento no haber llegado una hora antes para aconsejar a Norton.", fue el comentario de Clay a la prensa. El maestro del periodismo deportivo Jesús Cova, fue testigo presencial, hábil y conteste del comentario de Alí.

Varios meses después, Alí demostró que decía la verdad: le ganó a Foreman por KO   y recuperó la corona de los pesos completos. Ocurrió en Zaire, un país africano sometido a la dictadura de Mobotu Sese Seko, quien aportó a la bolsa millones de dólares para blanquear su régimen sanguinario.

“¡Alí Bomaye! " ¡Alí Bomaye!, (¡Alí mátalo!), gritaban las 60.000 personas que presenciaron una de las peleas del siglo. Quién lo iba a creer: esa pelea la empezó "El Bocazas" en Venezuela.

Volvamos a Caracas, es Mayo de 1974; ha quedado inaugurado el Poliedro y Alí fresco como una lechuga, recuerda la primera vez que vino; exige lo mismo: un recorrido por la vida nocturna de la " sucursal del cielo". Por lo visto le fue bien aquella noche caraqueña  de 1971.

Sobre una y otra visita hay muchos cuentos y fábulas, la mayoría mezcladas con medias verdades y embustes. Con las grandes luminarias, suele ocurrir eso y mucho más.

Ahora la pauta es cerrada, una gran fiesta privada a modo llanero le ha organizado su amigo Simón Díaz; ya se habían conocido en 1971 cuando el Campeón visitó el canal de "El tigrito" Venevisión y todo el mundo lo vio en horario estelar por el famoso programa "El Show de Joselo y Simón". 

Aquel sarao de 1974 en un local acondicionado en la avenida Casanova, duró varias horas. Desde que entró, Alí no levantó la mirada del escenario. La cantante de moda lo recibió con un inglés tarzaneao: "Bienvenido " El más grande".

Ella nunca supo que la frase fue del famoso escritor canalla Normán Marley. El club de admiradores de Alí es infinito y en todos los tiempos.

Aquel local quedó pequeño, la bola se regó como pólvora entre los noctámbulos. El Campeón andaba acompañado con otra atracción: el promotor de boxeo, Don King.

Hasta el famoso diseñador de moda de la época se apareció con un paquete de regalo para el homenajeado: un liqui-liqui. Álvaro Clement.

La actriz bajo del escenario, se abrió paso y le dijo algo en el oido al peso completo. Alguien escuchó al traductor decir: "Ella dice tener un buen camerino, me gustaría ponerte esa ropa".

Ali respondió en perfecto ingles: “What can I do with this lady?"

Dicho en perfecto español del barrio Piñonal: ¿Qué Hacemos con esta penca?

Fue un amante de la paz y el amor; siempre negado a ir a las guerras para no matar seres humanos en otras tierras. Merecía un buen regalo: hacer el amor.

Lo cual parece acepto.

Aldemaro Romero y Simón Díaz subieron al escenario a poner orden con Caballo Viejo. Aquel piano y aquella arpa competían. Nunca sonaron tan perfectos. Mientras el autor de caballo viejo hacía lo que siempre supo hacer: cantar mejor que nunca.

En una de esas subió Gilberto Correa y preguntó: "¿alguien sabe para dónde se fue el campeón...?"

Aldemaro y Simón se vieron las caras con picarona sorna; el público lo entendió todo; aquello se vino en aplausos cómplices. Y Simón Díaz no pudo hacer otra cosa que exclamar: "Caracha negro".

Nos vemos por ahí.

*Intelectual y político aragüeño.