Estos animales proceden de un
antiguo experimento llevado a cabo en la década de 1950
Por Roberto
Cantero
La República
Checoslovaca fue el lugar donde un experimento nos
brindó una nueva raza de perro, a medio camino entre un animal
salvaje y una nueva especie de una de las mascotas más apreciadas del mundo.
Desde luego, si existen una raza que sabemos a ciencia cierta que desciende
directamente del lobo, esa es la que te vamos a presentar a continuación: lleva
el nombre de su país de origen y es tan inteligente como difícil
de domesticar.
El origen del perro lobo
checoslovaco
Allá por el año 1958, según la información publicada en la página web del American Kennel Club, tuvo lugar un experimento en la actual República Checa, que implicó la creación de una raza a partir de 40 ejemplares de pastor alemán y cuatro lobos, cuyos nombres eran Brita, Argo, Sarik y Lejdy. Esta raza fue ideada por Karel Hartl y Frantisek Rosik, con el fin de crear un perro para proteger las fronteras del país, con las particularidades de un lobo.
Y es
aquí donde aparecen los primeros miembros del perro lobo checoslovaco. No fue
hasta el año 1965 que los resultados del experimento
fueron publicados y cuando pudimos conocer cómo esta nueva raza era
capaz de aprender a un rápido ritmo, era resistente al clima y tenía la
resistencia de un lobo. De hecho, la tercera generación del
perro lobo checoslovaco ya superaba al pastor alemán en
habilidades como la orientación, la resistencia en carrera y en la calidad de
su pelaje.
Esta raza es una
de las que mejor conocemos sus orígenes, dado que están documentados y que
no ha pasado ni un siglo desde su creación. De hecho, sabemos que existen
cinco linajes del perro lobo checoslovaco, dos de ellos procedentes de
Brita, en 1958 y 1960, y el resto procedentes de Argo, en 1968, de Sarik, en
1972, y de Lejdy, en 1983. Fue en el año 1982, cuando el perro lobo
checoslovaco fue reconocido como raza nacional de la República Socialista
Checoslovaca.
En la
actualidad, esta raza
de perro es utilizada en Europa y Estados Unidos
para labores de búsqueda y rescate, además de para actividades
de seguimiento, pastoreo o para deportes y
trabajos al aire libre. El perro lobo checoslovaco es capaz de resistir
todo tipo de inclemencias meteorológicas y es un animal muy independiente en
ambientes naturales. Eso sí, no es recomendable como perro para tareas
repetitivas o perro de servicio, a pesar de su gran inteligencia.
Este
animal necesita de gran cantidad de ejercicio a diario y
es aconsejable que tenga sus propias tareas a las que poder
dedicar parte de su jornada, así como tener a su dueño interactuando con
él durante el día. Si se topan con mascotas más pequeñas, el instinto salvaje
que guardan en su interior puede salir a la superficie al detectarlas como
presas. Es por ello que deben estar vigilados o estar separados
de animales de menor tamaño. Es por eso que si eres dueño primerizo, esta
no es la raza que estás buscando.
Fuente: Urban Tecno (Mundo Deportivo).