El antiguo rector electoral alerta
de que si la crisis política de su país no se resuelve tendrá consecuencias
“muy graves” sobre toda América Latina
Ingeniero
de profesión, Enrique Márquez (Maracaibo, 61 años) es un político venezolano
que inscribió su candidatura presidencial para las elecciones presidenciales
con el movimiento Centrados en la gente. Se trata de un político
socialdemócrata de línea moderada que militó en la organización opositora Un
Nuevo Tiempo, y que progresivamente se fue alejando de la opositora Plataforma
Unitaria cuando empezó a aumentar la conflictividad política.
Conocedor
del sistema electoral venezolano desde sus entrañas, Márquez fue rector del
Consejo Nacional Electoral de 2021 a 2023. Gracias a su conducta prudente,
mantiene relaciones institucionales con algunos cuadros oficialistas que se
desempeñan en el Poder Electoral y el Estado venezolano.
Márquez
considera que si la ONU ha decidido publicar un documento con sus observaciones
a las elecciones en Venezuela que estaba destinado a ser confidencial, ha sido
en virtud de la gravedad de lo que han encontrado. “El único que puede haber
autorizado la publicación de ese informe es el secretario general de Naciones
Unidas [António Guterres]”, apunta.
Pregunta. ¿Qué opina del proceso iniciado por la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para recibir las actas que tiene en su poder Nicolás Maduro?
Respuesta.
No le encuentro soporte jurídico ni constitucional a este procedimiento. El
organismo que tiene la competencia constitucional para aclarar lo que pasó en
las elecciones es el Consejo Nacional Electoral, que no ha cumplido con su
responsabilidad. No he tenido acceso al expediente del TSJ. Además, siendo
candidato, Nicolás Maduro ha dado este paso asistido por el procurador general
de la República, en su doble condición de presidente en funciones. Nada de esto
está asentado en la ley. Es un asunto sin pies ni cabeza. Se pretende que el
Supremo entre en esta controversia sin que haya transparencia en el Poder
Electoral y no se puedan cotejar las actas.
P. ¿Qué
opinión le merece el informe del panel de expertos de Naciones Unidas sobre la
calidad de las elecciones venezolanas?
R. Leí
el informe de Naciones Unidas, y el del Centro Carter también, que es parecido.
Pienso que son trabajos serios, técnicamente dicen cosas importantes, y es
necesario analizarlos. El Gobierno no quiere reflexionar; dispara desde la
cintura. Los técnicos de la ONU vinieron en 2021 a ejercer la observación sobre
las elecciones parlamentarias, cuando yo era rector del CNE. Las conclusiones
de ese trabajo, de acuerdo a lo convenido, no se hicieron públicas. Si los
técnicos de la ONU decidieron publicar esta entrega de la observación
internacional es porque han visto cosas irregulares, graves. El único que tiene
el poder para decidir hacer público el informe de la ONU es el secretario
general de Naciones Unidas.
P. ¿Qué
papel pueden jugar en esta crisis los presidentes Lula, Petro y López Obrador?
R.
Tienen un gran papel que jugar, los respeto mucho en lo personal y les
agradezco el tiempo que se toman. Están haciendo un esfuerzo importante. Son
líderes democráticos, y han tenido un papel importante para resolver las crisis
de sus países en el pasado. Temo que Maduro no los esté escuchando, que
prefiera más bien los consejos de Daniel Ortega y Miguel Díaz-Canel. Ojalá
Maduro recapacite. Si esto se agrava en Venezuela, tendrá consecuencias muy
graves sobre toda América Latina.
P. ¿Es
cierto que los testigos de su partido estuvieron en la sala de totalización del
CNE, y pueden dar fe de que el boletín no fue emitido desde ahí?
R. Sin
actas de escrutinio, no habrá boletín creíble. Cada candidato tiene derecho a
tener un testigo en esa sala de totalización, que es un lugar acondicionado,
donde se recibe la información de lo sucedido. La sala no emite los resultados,
sino un porcentaje de actas. El resultado se sabe cuándo un rector, o varios,
se presentan en la sala, y piden imprimirlo. Ese procedimiento no se hizo. El
boletín ofrecido por el presidente del Consejo Nacional Electoral, Elvis
Amoroso, no salió de la sala de totalización. Lo hicieron en otro lugar. Son
cosas que tiene que aclarar el señor presidente del CNE.
P. ¿Cree
factible que se haya producido un ataque cibernético al CNE que haya hecho
imposible la publicación detallada de los resultados electorales?
R. Si
asumimos que por esa circunstancia hubo un problema con la transmisión de las
actas, como argumentan las autoridades, ¿cómo es que pudo anunciarse un
resultado electoral? Se supone que el hackeo impide la transmisión de las
actas. No sería posible decretar un ganador en esas condiciones. Yo, en lo
personal, he presentado a la Fiscalía General de la República una solicitud de
investigación a las autoridades del Poder Electoral. En Venezuela hay un estado
de conmoción porque algunos funcionarios no han estado a la altura de su
responsabilidad. Aquí puede haber una conspiración en contra de la República,
de los procedimientos republicanos.
P. ¿Ha
intercambiado impresiones sobre lo sucedido con el resto de los candidatos
presidenciales, o funcionarios involucrados en la organización de la consulta?
R. Ha
sido muy difícil tener información de lo que sucede en el Consejo Nacional
Electoral. El edificio sede pasó varios días cerrado. En este momento, funciona
a un 10% de su capacidad. No hemos recibido comunicaciones ni información; las
cinco auditorías que estaban previstas fueron suspendidas. Tampoco hemos podido
hablar con los efectivos del Plan República, de la Fuerza Armada, que tienen
las actas. Los militares tienen las actas.
Conversando
con los otros candidatos que han participado en la consulta, me encuentro con
la misma impresión, hay muchas dudas. Estamos ante un Consejo Nacional
Electoral que no ha estado a la altura de su responsabilidad.
P. ¿Ha
sabido algo de Juan Carlos Delpino y Acme Nogal, los dos rectores del CNE que
tenían algún vínculo con la oposición?
R. Me
parece muy lamentable la conducta que han evidenciado estos señores. Todos los
rectores, no solo ellos, deben dar explicaciones a la ciudadanía, el silencio
que hacen es grave. El rector Delpino no estuvo presente cuando fue anunciado
el primer boletín, ni tampoco en la proclamación de Maduro, pero ha habido un
silencio muy notorio desde entonces. Debe estar muy presionado. Lo que ellos
puedan decir es muy importante para aclarar lo sucedido. Digo lo mismo de la
rectora Acme Nogal. Este no es un tema de intereses personales; nos estamos
jugando en esta crisis la institución del voto, la Constitución y el Estado de
derecho.
P.
Algunos países piden repetir las elecciones presidenciales. ¿A usted qué le
parece?
R. Es
una propuesta que suena, sobre todo en el extranjero. En Venezuela nadie la
asume, ni el chavismo ni la oposición. No hay un ambiente de negociación en el
país, sino de tensión. Son proposiciones bien intencionadas y hay que
agradecerlas. Resolver el problema sería sencillo: una publicación de todas las
actas y una auditoría pública a las boletas escrutadas.
P. ¿Son
para usted veraces, ciertas, las actas colgadas por el comando de Edmundo
González Urrutia en la página web del comando de campaña de la oposición?
R. Las
que han revisado los técnicos de mi partido, —que no son todas, por cierto— son
actas reales. No es fácil falsificar un acta: el papel en las cuales se
imprimen solo lo usa el CNE. Son documentos creados exclusivamente para la
cita, con señales muy precisas, con un código QR y una firma electrónica muy
difícil de adulterar.
Texto tomado de El País – América
/ España.