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25 agosto, 2024

Cómo ha pasado Kamala Harris de mala VP a terremoto político

Kamala Harris ya es oficialmente la candidata del Partido Demócrata a las elecciones presidenciales. La Convención Demócrata de esta semana ha sido un reflejo del entusiasmo de los demócratas. Ha sido una fiesta y un baño de masas, con discursos de los Obama, los Clinton y otros pesos pesados del Partido, pero también música en directo y sorpresas.

La campaña de Harris va lanzada mientras Trump sigue sin encontrar el tono, cayendo en las encuestas. ¿Pero cómo es posible que Harris, que durante su etapa como vicepresidenta ha tenido un perfil bajo e impopular, se haya convertido en semejante terremoto político?

Quizá sea porque ni Harris era tan mala como vicepresidenta ni sea tan buena ahora. El puesto que le tocó es muy desagradecido: sin funciones concreta ni mucha visibilidad, y a expensas de lo que decida el presidente. Además, Biden le encargó dos tareas ingratas: la relación con el Congreso, en el que Kamala no tiene casi experiencia, y abordar las causas profundas de la inmigración. Harris también ha sido criticada por sus posturas cambiantes y su crítica tibia a Israel.

 Su éxito se debe en parte a causas ajenas a ella: el contraste que supone con Biden y los errores de Trump, que parecía tener las elecciones ganadas hace solo unas semanas. Pero Harris también tiene méritos propios: ha energizado la campaña usando el humor y los memes, ha acertado escogiendo a su compañero de candidatura y supone una inspiración en un país harto de líderes ancianos.

Tomado de El Orden Mundial (EOM).