Aunque un
crecimiento de 4% del PIB representa un avance en una economía que transitó una
recesión prolongada como la de Venezuela, aún los efectos positivos no son
percibidos por la población.
Por Nayrobis
Rodríguez *
¿Qué esperar en los próximos cinco meses? Escenarios
económicos en la Venezuela poselectoral
A finales de 2023, las proyecciones del Fondo
Monetario Internacional (FMI) así como de analistas y organizaciones
independientes que monitorean el comportamiento de los principales indicadores
económicos de Venezuela, pronosticaban un crecimiento del Producto Interno
Bruto (PIB) alrededor del 4% para el cierre de 2024.
Transcurridos los seis primeros meses del año, un informe
del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) resalta que la
administración de Nicolás Maduro apuntó hacia una política de
estabilidad del tipo de cambio con el objetivo de disminuir la inflación.
Como resultado logró una desaceleración, aunque el
diferencial cambiario con respecto a la tasa de dólar no oficial fue
considerable. No obstante, la devaluación en lo que va de año es de 1,54% en el
dólar oficial y de 4,60% en el paralelo.
Para el segundo semestre del año, el crecimiento económico
estará signado por los escenarios post electorales del 28 de julio. Expertos y
analistas en economía consultados por Banca y Negocios indican
que los resultados de las elecciones presidenciales determinarán las vías de
estabilidad y crecimiento en cuanto al PIB, políticas petroleras, inflación y
estabilidad cambiaria.
Escenario de certidumbre (o incertidumbre)
Luis Crespo, economista, docente de la Universidad Central de
Venezuela,
especialista en Moneda e Instituciones Financieras, indica que el evento
electoral del 28 de julio y la certidumbre –o incertidumbre- que genera,
determinará los aspectos económicos del país.
Crespo apunta que lo fundamental en este contexto es la
posibilidad de los cambios que puedan ocurrir a partir del 28 de marzo y que
fortalezcan la institucionalidad.
El académico indica que, si no existen “fuertes
perturbaciones”, las expectativas de que se mantengan las proyecciones de
crecimiento del PIB “son muy altas”, apalancadas fundamentalmente por el sector
petrolero.
Esperamos que se mantenga la leve recuperación de la
industria petrolera, en lo que va al 2024, así como la participación de Chevron
y la incorporación de Exxon y otras empresas petroleras en el país, resalta.
En ese sentido, el economista y director
del Centro de Investigación y Formación Obrera (Cifo), Manuel Sutherland,
refuerza esta premisa al indicar que gran parte del sector empresarial mantiene
expectativas positivas para el segundo semestre del año, sobre todo por las
posibilidades de cambio político que conlleve a un levantamiento de sanciones y
acuerdos para flexibilizar la economía y elaborar un plan de estabilización
macroeconómica.
Sutherland estima que una de esas altas expectativas viene
dada por la posibilidad de que se concreten importantes inversiones extranjeras
y nacionales “que darían una dinámica y una movilidad a la economía venezolana
muy grande”, luego de un letargo muy fuerte que se prolongó por poco más de una
década.
El director de Cifo, recuerda que el FMI consideró un
incremento de la extracción petrolera por parte de empresas transnacionales, fundamentalmente
Chevron.
Ese incremento, que puede ser un 10% o 15% de la extracción
de petróleo actual, que ronda los 800.000 barriles, según fuentes secundarias
de la OPEP, pudiera
tener un impacto muy positivo en una economía aún muy pequeña y débil, lo que
debería traer un incremento positivo en el gasto público y en la circulación de
divisas.
Pero, Sutherland advierte que Venezuela todavía aun estaría
lejos de ver un alza significativa en términos reales de su economía, por la
“caída dramática” que tuvo el producto interno entre 2013 y 2021.
Eso haría que crecimientos de 3% o 4% se sientan muy poco en
el bienestar de la población, y más si las políticas de represión salarial y
anclaje cambiario continúan persistiendo (…) Si eso es así, la economía no va a
tener bases sostenibles para el crecimiento de la demanda agregada, sobre todo
la que despliega la población asalariada, y va a desarrollarse una sensación de
estancamiento muy fuerte, advierte.
Pero, de ocurrir cambios políticos, Sutherland estima que esa
tendencia pudiera revertirse. Quizás sí se pueda cumplir con la expectativa de
crecimiento e, incluso, ir un poco más allá de eso.
El comportamiento de la inflación en Venezuela
El economista César Aristimuño, CEO de la consultora
Aristimuño Herrera & Asociados, indica que los comportamientos del índice de inflación y
tipo de cambio también dependerán, en gran medida, de los escenarios
electorales.
Recordó que las estimaciones oficiales indicaron que se
registró una inflación, en los cinco primeros meses del año, de 7,8%, la más
baja del país en los últimos 12 años.
En ese sentido, detalla que, dependiendo del resultado
electoral y su aceptación por las partes involucradas, así como de su
reconocimiento a escala internacional, “se pudiera pensar que el país entrará
en una etapa de mayor estabilidad institucional, crecimiento económico más
acelerado e incremento de las inversiones, como consecuencia, en parte
importante, del levantamiento definitivo de las sanciones”.
Aristimuño apunta que esto traería como consecuencia “una
industria petrolera mucho más activa en niveles de producción e inversiones, la
cual podría llegar a producir más del millón de barriles diarios en el corto
plazo”.
Las estimaciones del comportamiento inflacionario acumulado
al cierre del primer semestre de 2024 apuntan, según detalla el CEO de
Aristimuño, Herrera y Asociados, a un 9,6%.
De mantenerse un escenario de estabilidad política para el
segundo semestre, la inflación proyectada al cierre del 2024, la hemos
estimado en niveles cercanos al 27% anual, señala el economista César
Aristimuño.
Sin embargo, en un escenario más complejo
políticamente, el especialista apunta que las proyecciones rondarían una
inflación cercana al 50%, tal y como también advirtieron organismos
internacionales, entre ellos el Fondo Monetario Internacional (FMI) a inicios
de 2024.
No obstante, en cualquiera de los escenarios post
electorales, Aristimuño subraya que una constante será la desaceleración de la
inflación y recordó que esta variable ha venido presentando una clara
disminución.
En el año 2022 la inflación cerró en un nivel de 234% y en el
año 2023 culminó en 189,7%. Las proyecciones para el 2024 indican que,
cualquiera que sea el resultado electoral, la inflación continuará
desacelerándose, explica.
La proyección para el cierre del tipo de cambio en este año
indica que se estaría viendo un dólar cercano a los 39,50 bolívares, según la
consultora Aristimuño Herrera & Asociados.
Expectativas con el tipo de cambio
César Aristimuño apunta que, en los primeros seis meses del
año, el tipo de cambio apenas ha subido 1,4%, y finalizó el primer semestre en
Bs. 36,45 por dólar.
“Nuestra proyección para el cierre del año indica que
estaríamos viendo un dólar cercano a los 39,50 bolívares, con un aumento
acumulado del tipo de cambio de 9,8% en el 2024, lo cual significa realmente
una tendencia de evidente caída, en relación con los últimos años” explica.
Aristimuño recordó que en el año 2022 el tipo de cambio tuvo
una devaluación de 280,4%, en el año 2023 fue de 105,6% y para el cierre del
año en curso, en un escenario de estabilidad política, la devaluación estaría
en niveles del 9,8%, recalca.
Pero, en un escenario mucho más complicado por incidencia del
tema político, el especialista explica que el tipo de cambio pudiera colocarse
por encima de 50 bolívares por dólar, con una proyección máxima de los 56
bolívares.
Pero, nos inclinamos por un escenario de estabilidad, como el
más probable”
¿Y la estimación para el PIB?
En cuanto al comportamiento del PIB, el especialista indica
que las proyecciones de la consultora Aristimuño Herrera & Asociados apuntan
a un crecimiento económico de 5,5%, al cierre del año en curso.
Aristimuño también hace énfasis en que no todos los sectores
experimentan el mismo crecimiento y que, por ende, hay sectores que están un
poco más deprimidos que otros.
Es un crecimiento que no está siendo igualitario desde el
punto de vista de los distintos sectores que actúan en la actividad económica
del país. Pero se está viendo, de una u otra manera, un impacto en términos
generales que lo pudiéramos considerar aceptable, tomando en consideración el
entorno económico en el cual se está moviendo la economía venezolana
actualmente, asevera.
Por ello, enfatiza que unas elecciones que transcurran de
manera tranquila y con resultados aceptados por las partes tanto a escala
nacional como internacional, representará un importante impulso para el
crecimiento de la actividad económica del país en todos sus distintos
indicadores.
Si se logra abolir las sanciones, por parte del gobierno de
los Estados Unidos, estamos absolutamente seguros de que vendrán importantes
movimientos de capital hacia el país. No menos significativo va a ser entrar en
proceso de negociación con organismos financieros internacionales y trabajar en
la reestructuración de la deuda pública y PDVSA, subraya.
El economista destaca que las perspectivas son realmente muy
favorables para Venezuela. No va a ser un camino fácil, pero tampoco imposible
de remontar.
El empresariado venezolano y las nuevas generaciones han
mostrado un gran compromiso con el país y estamos seguros de que continuarán
siendo el motor que acelerará la velocidad de crecimiento económico, la
confianza y el bienestar de los venezolanos, puso un punto de optimismo, para
concluir, el economista César Aristimuño.
En la imagen, el
economista César
Aristimuño. * Texto tomado de Banca
y Negocios / Caracas.