Mientras la presidenta saliente y el electo llaman a la
unidad, varios diputados culpan a la oposición del ataque contra el primer
ministro Robert Fico
"La retórica de odio de la que
hemos sido testigos tiene que parar". Son las palabras de la presidenta
saliente de Eslovaquia, Zuzana Čaputová, horas después de que el político más
importante del país desde su creación hace 31 años sufriera un intento de
asesinato cuando saludaba a los paisanos en la localidad de Handlová, a 160
kilómetros de Bratislava.
Es un hecho sin precedentes en
Eslovaquia, un país con la extensión de Aragón y 5,4 millones de habitantes,
que nació de la escisión pacífica de Checoslovaquia, consumada el 1 de enero de
1993. [No tiene nada que ver con Eslovenia, que formó parte de Yugoslavia, y
ahora está integrada en la UE].
La presidenta Čaputová, a quien Fico acusaba de ser "una muñeca en manos de EEUU" y que ha sido uno de los objetivos favoritos del primer ministro, ha comparecido con quien ha sido elegido recientemente como su sucesor, Peter Pellegrini, aliado de Fico, en una señal que ha querido transmitir concordia. "Lo que ha sucedido con el primer ministro Fico es una tragedia humana y un ataque a la democracia", han suscrito los dos. El primer ministro está consciente, tras haber sido sometido a dos intervenciones. Su vida ya no corre peligro pero se desconoce el alcance de sus heridas.
La presidenta Zuzana Čaputová y el
presidente electo Peter Pellegrini, en una rueda de prensa conjunta, hicieron
un llamamiento a todos los partidos para que dejaran de hacer campaña de cara a
las elecciones al Parlamento Europeo e invitaron a los líderes de las
formaciones parlamentarias a mantener conversaciones en el Palacio Presidencial.
El gobierno descartó declarar el estado de excepción y anunció que reforzaría
la protección de altos cargos y grupos vulnerables.
Hago un llamamiento al público, a
los políticos y a los periodistas para que dejen de expandir el odio. Estamos
al borde de la guerra civil"
"Las emociones están a flor de
piel, pero sería muy malo exacerbar esta situación ya de por sí
peligrosa", ha remarcado el ministro del Interior, Matúš Šutaj Eštok, que
ha pedido que se ponga freno a los ataques en redes sociales y al recurso a la
violencia y el odio. "Hago un llamamiento al público, a los periodistas y
a todos los políticos para que dejen de expandir el odio", ha añadido el
titular del Interior. "Estamos al borde de la guerra civil".
¿Es cierto o exagera para agitar
las conciencias? Aunque el encuentro de presidentes debería ser un punto de
inflexión, aún está por ver si no sigue utilizándose la polarización como arma
política. Varios diputados han seguido en el lodazal. Así Ľuboš Blaha, diputado
prorruso del partido Smer de Fico, gritaba a la oposición en el Parlamento que
el primer ministro "lucha hoy por su vida a causa de vuestro odio".
El vicepresidente del Parlamento, Andrej Danko, jefe del ultraderechista Partido
Nacional Eslovaco (SLS, por sus siglas en eslovaco), culpaba directamente del
atentado a la oposición: "¿Estáis satisfechos?".
El intento de asesinato del primer
ministro Fico, admirador de las políticas del húngaro Viktor Orban que pretende
implantar en Eslovaquia, ha llevado a políticos, intelectuales y medios en el
pequeño país centroeuropeo a plantearse cómo ha podido llegar tan lejos la
espiral de toxicidad.
El agresor, un lobo solitario
El atacante, que fue detenido al
instante, es un hombre de 71 años que actúo en solitario y lo habría hecho por
motivaciones políticas. Si bien en 2016 formaba parte de un grupo
ultranacionalista pro Kremlin, en los últimos meses sus críticas se habían
centrado en los medios. Procede de Levice, una localidad a 75 kilómetros del
lugar del atentado, y estuvo empleado en una empresa de seguridad en un centro
comercial. Su hijo confirmó que tenía permiso de armas.
Es escritor aficionado y ha
publicado varios libros de poesía, con alusiones xenófobas, dirigidas a la
comunidad gitana. Paradójicamente en 2016 creó el Movimiento contra la
Violencia, desde el que acusaba a la élite política de caer en manos de los
oligarcas. Curiosamente, en redes se difundió una entrevista con el agresor en
la que se manifestaba en contra del gobierno de Fico por su intento de
controlar los medios públicos. La filtración denota cómo hay interés en atizar
el odio, ya que ni se puede acceder a un detenido ni difundir sus palabras.
Juraj Cintula puede ser condenado a
25 años de cárcel e incluso la cadena perpetua por el intento de asesinato.
Descerrajó cinco tiros al primer ministro, que llevaba varios guardaespaldas
cuya actuación ha sido duramente criticada. Ni le aplicaron primeros auxilios
ni se interpusieron.
Para Mira Milosevich, investigadora
principal del Real Instituto Elcano, se trató de "un acto
terrorista", cometido por un enajenado y que ha sido más grave por los
fallos en los servicios de seguridad.
La división de Checoslovaquia
Milosevich señala que la
polarización social es un fenómeno que se observa en Eslovaquia desde que se
escindió de la República Checa. Juntas formaban Checoslovaquia.
Tras la revolución de 1989 en toda
Europa del Este, y después de 75 años como Checoslovaquia, Eslovaquia y la
República Checa se divorciaron pacíficamente. Como otros países que habían
formado parte del bloque comunista, se sumergieron en el capitalismo.
Como señala Tom Nicholson, en Político,
"el latigazo social que provocaron estas súbitas transformaciones enfrentó
a ciudades contra pueblos, a jóvenes contra viejos, a patriotas eslovacos
contra internacionalistas checoslovacos, mientras todos buscaban su lugar en un
terreno desconocido".
La primera polarización se produjo
con la desintegración de Checoslovaquia. Había quienes querían seguir unidos,
otros no..."
"La primera polarización se
produjo con la desintegración de Checoslovaquia. Había quienes querían seguir
como un solo país, otros que no. Es algo similar a lo que ocurrió con Serbia y
Montenegro, donde pervive la polarización social. En segundo lugar, recordemos
que Praga, la capital de la República Checa, era el centro de todo, simbolizaba
la lucha contra el nazismo y contra el comunismo", apunta Mira Milosevich.
A esa polarización originaria, se
suma la polarización política común a otros países europeos en la actualidad.
"Los países jóvenes sufren más los efectos de la polarización política y
Eslovaquia apenas tiene tres décadas", añade la investigadora.
Brutalización de la vida pública
Como advierte el investigador
polaco Krzysztof Dębiec, del Center for Eastern Studies (OSW), "Eslovaquia
ha vivido una brutalización de la vida pública en los últimos años". El
asesinato de Ján Kuciak y su prometida marcó un punto de inflexión y estuvo a
punto de suponer el fin de la carrera política de Fico. Sin embargo, Fico supo
aprovechar la pandemia para difundir un mensaje antivacunas con el que volvió a
recuperar popularidad.
En 2022 la vida del entonces primer
ministro Eduard Heger corrió serio peligro. El presunto asesino, al no
encontrarle, se dirigió a un club LGTB y allí mató a dos personas. Fico
figuraba en la lista de sus objetivos. se Eslovaquia: renuncia de la presidenta
Čaputová a presentarse a la reelección).
Según el periodista eslovaco Andrej
Matišák, del diario Pravda, "el problema es que este loco acto
de violencia empeorará la situación en Eslovaquia, donde se han celebrado
elecciones en septiembre pasado (legislativas), en marzo y abril
(presidenciales) y en junio las europeas. La presión política es
constante".
En este contexto, Robert Fico tiene
una agenda radical. Choca con la Comisión Europea sobre el Estado de derecho,
su relación con los medios y las ONG.
Falta por ver quién asumirá el
cargo de primer ministro en funciones mientras el primer ministro esté
recuperándose. El ministro de Defensa, Robert Kaliňák, único viceprimer
ministro, y cercano a Fico, es quien de momento lleva la batuta. Será
determinante ver si Fico y los suyos siguen atizando el fuego o ven lo que ha
pasado como una señal de que hay que cambiar el rumbo.
El Independiente / España.
Imagen: EFE