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17 mayo, 2024

Por qué Eslovaquia (no Eslovenia) es uno de los países más polarizados de Europa

 

Mientras la presidenta saliente y el electo llaman a la unidad, varios diputados culpan a la oposición del ataque contra el primer ministro Robert Fico

Ana Alonso@alonsay

"La retórica de odio de la que hemos sido testigos tiene que parar". Son las palabras de la presidenta saliente de Eslovaquia, Zuzana Čaputová, horas después de que el político más importante del país desde su creación hace 31 años sufriera un intento de asesinato cuando saludaba a los paisanos en la localidad de Handlová, a 160 kilómetros de Bratislava.

Es un hecho sin precedentes en Eslovaquia, un país con la extensión de Aragón y 5,4 millones de habitantes, que nació de la escisión pacífica de Checoslovaquia, consumada el 1 de enero de 1993. [No tiene nada que ver con Eslovenia, que formó parte de Yugoslavia, y ahora está integrada en la UE].

La presidenta Čaputová, a quien Fico acusaba de ser "una muñeca en manos de EEUU" y que ha sido uno de los objetivos favoritos del primer ministro, ha comparecido con quien ha sido elegido recientemente como su sucesor, Peter Pellegrini, aliado de Fico, en una señal que ha querido transmitir concordia. "Lo que ha sucedido con el primer ministro Fico es una tragedia humana y un ataque a la democracia", han suscrito los dos. El primer ministro está consciente, tras haber sido sometido a dos intervenciones. Su vida ya no corre peligro pero se desconoce el alcance de sus heridas.

La presidenta Zuzana Čaputová y el presidente electo Peter Pellegrini, en una rueda de prensa conjunta, hicieron un llamamiento a todos los partidos para que dejaran de hacer campaña de cara a las elecciones al Parlamento Europeo e invitaron a los líderes de las formaciones parlamentarias a mantener conversaciones en el Palacio Presidencial. El gobierno descartó declarar el estado de excepción y anunció que reforzaría la protección de altos cargos y grupos vulnerables.

Hago un llamamiento al público, a los políticos y a los periodistas para que dejen de expandir el odio. Estamos al borde de la guerra civil"

"Las emociones están a flor de piel, pero sería muy malo exacerbar esta situación ya de por sí peligrosa", ha remarcado el ministro del Interior, Matúš Šutaj Eštok, que ha pedido que se ponga freno a los ataques en redes sociales y al recurso a la violencia y el odio. "Hago un llamamiento al público, a los periodistas y a todos los políticos para que dejen de expandir el odio", ha añadido el titular del Interior. "Estamos al borde de la guerra civil".

¿Es cierto o exagera para agitar las conciencias? Aunque el encuentro de presidentes debería ser un punto de inflexión, aún está por ver si no sigue utilizándose la polarización como arma política. Varios diputados han seguido en el lodazal. Así Ľuboš Blaha, diputado prorruso del partido Smer de Fico, gritaba a la oposición en el Parlamento que el primer ministro "lucha hoy por su vida a causa de vuestro odio". El vicepresidente del Parlamento, Andrej Danko, jefe del ultraderechista Partido Nacional Eslovaco (SLS, por sus siglas en eslovaco), culpaba directamente del atentado a la oposición: "¿Estáis satisfechos?".

El intento de asesinato del primer ministro Fico, admirador de las políticas del húngaro Viktor Orban que pretende implantar en Eslovaquia, ha llevado a políticos, intelectuales y medios en el pequeño país centroeuropeo a plantearse cómo ha podido llegar tan lejos la espiral de toxicidad.

El agresor, un lobo solitario

El atacante, que fue detenido al instante, es un hombre de 71 años que actúo en solitario y lo habría hecho por motivaciones políticas. Si bien en 2016 formaba parte de un grupo ultranacionalista pro Kremlin, en los últimos meses sus críticas se habían centrado en los medios. Procede de Levice, una localidad a 75 kilómetros del lugar del atentado, y estuvo empleado en una empresa de seguridad en un centro comercial. Su hijo confirmó que tenía permiso de armas.

Es escritor aficionado y ha publicado varios libros de poesía, con alusiones xenófobas, dirigidas a la comunidad gitana. Paradójicamente en 2016 creó el Movimiento contra la Violencia, desde el que acusaba a la élite política de caer en manos de los oligarcas. Curiosamente, en redes se difundió una entrevista con el agresor en la que se manifestaba en contra del gobierno de Fico por su intento de controlar los medios públicos. La filtración denota cómo hay interés en atizar el odio, ya que ni se puede acceder a un detenido ni difundir sus palabras.

Juraj Cintula puede ser condenado a 25 años de cárcel e incluso la cadena perpetua por el intento de asesinato. Descerrajó cinco tiros al primer ministro, que llevaba varios guardaespaldas cuya actuación ha sido duramente criticada. Ni le aplicaron primeros auxilios ni se interpusieron.

Para Mira Milosevich, investigadora principal del Real Instituto Elcano, se trató de "un acto terrorista", cometido por un enajenado y que ha sido más grave por los fallos en los servicios de seguridad.

La división de Checoslovaquia

Milosevich señala que la polarización social es un fenómeno que se observa en Eslovaquia desde que se escindió de la República Checa. Juntas formaban Checoslovaquia.

Tras la revolución de 1989 en toda Europa del Este, y después de 75 años como Checoslovaquia, Eslovaquia y la República Checa se divorciaron pacíficamente. Como otros países que habían formado parte del bloque comunista, se sumergieron en el capitalismo.

Como señala Tom Nicholson, en Político, "el latigazo social que provocaron estas súbitas transformaciones enfrentó a ciudades contra pueblos, a jóvenes contra viejos, a patriotas eslovacos contra internacionalistas checoslovacos, mientras todos buscaban su lugar en un terreno desconocido".

La primera polarización se produjo con la desintegración de Checoslovaquia. Había quienes querían seguir unidos, otros no..."

"La primera polarización se produjo con la desintegración de Checoslovaquia. Había quienes querían seguir como un solo país, otros que no. Es algo similar a lo que ocurrió con Serbia y Montenegro, donde pervive la polarización social. En segundo lugar, recordemos que Praga, la capital de la República Checa, era el centro de todo, simbolizaba la lucha contra el nazismo y contra el comunismo", apunta Mira Milosevich.

A esa polarización originaria, se suma la polarización política común a otros países europeos en la actualidad. "Los países jóvenes sufren más los efectos de la polarización política y Eslovaquia apenas tiene tres décadas", añade la investigadora.

Brutalización de la vida pública

Como advierte el investigador polaco Krzysztof Dębiec, del Center for Eastern Studies (OSW), "Eslovaquia ha vivido una brutalización de la vida pública en los últimos años". El asesinato de Ján Kuciak y su prometida marcó un punto de inflexión y estuvo a punto de suponer el fin de la carrera política de Fico. Sin embargo, Fico supo aprovechar la pandemia para difundir un mensaje antivacunas con el que volvió a recuperar popularidad.

En 2022 la vida del entonces primer ministro Eduard Heger corrió serio peligro. El presunto asesino, al no encontrarle, se dirigió a un club LGTB y allí mató a dos personas. Fico figuraba en la lista de sus objetivos. se Eslovaquia: renuncia de la presidenta Čaputová a presentarse a la reelección).

Según el periodista eslovaco Andrej Matišák, del diario Pravda, "el problema es que este loco acto de violencia empeorará la situación en Eslovaquia, donde se han celebrado elecciones en septiembre pasado (legislativas), en marzo y abril (presidenciales) y en junio las europeas. La presión política es constante".

En este contexto, Robert Fico tiene una agenda radical. Choca con la Comisión Europea sobre el Estado de derecho, su relación con los medios y las ONG.

Falta por ver quién asumirá el cargo de primer ministro en funciones mientras el primer ministro esté recuperándose. El ministro de Defensa, Robert Kaliňák, único viceprimer ministro, y cercano a Fico, es quien de momento lleva la batuta. Será determinante ver si Fico y los suyos siguen atizando el fuego o ven lo que ha pasado como una señal de que hay que cambiar el rumbo.

El Independiente / España. Imagen: EFE