Él es Manuel Fariñas,
dirigente del partido político Alternativa 1 (A1) en Caracas, pero también
docente universitario. Como en mis últimas entrevistas está también se hizo
usando las herramientas de Marc Zuckerberg y como siempre digo: a veces se
conoce mejor a las personas a través de sus textos y audios que tenerla en frente.
Cuando oigo que alguien es político y profesor Universitario se me viene a
la mente un docente de humanidades, pero no, Fariñas enseña sistemas y otras herramientas ligadas a las tecnologías.
Pero, como venezolano y dirigente no puede escapar a las preguntas típicas de
qué es Alternativa 1 y cuál es su posición como organización con fines
políticos (OCFP) en la Venezuela convulsionada de hoy.
Destaca que el partido
político en el cual milita nace para “proponer una política para avocarnos a
conciliar estrategias de unidad nacional que nos permitieran alcanzar un consenso con las
diferentes fuerzas de la oposición democrática para encontrar una candidatura
unitaria con la mayor posibilidad de ganar las elecciones y cobrar el triunfo”.
Sí, sí, ya sé que son muchas palabras, peor en resumidas cuentas se autodefinen como oposición al gobierno de Maduro y, sostiene Fariñas, que por primera vez en muchos años “Este proceso de convocatoria a unas elecciones presidenciales promete un cambio de gobierno”. No obstante, no niega que pueda haber algunas nubes negras es este camino.
La primera es vencer la abstención
que se ha venido arraigando en el venezolano desde hace unos años hacia hoy y
la otra es que “cada grupo político (de oposición) que aspira a gobernar el
país tendrá que garantizarse su propia infraestructura de control electoral y
esto es difícil”.
Aunque también asevera que hay luz
al final del túnel porque “la ola democratizadora está avanzando en el
logro de las demandas de la ciudadanía, (Por ejemplo, el pueblo elector pedía
candidato unitario y ahora lo tiene)” y que (…) “el panorama democrático, se ve
esperanzador porque el pueblo ha despertado y ya no cree en falsas expectativas”.
Caracas:
la odalisca rendida al pie del sultán enamorado
Ya lo dije Fariñas es dirigente de
A1 en Caracas y la capital de la República no se pude dejar por fuera de
las soluciones que busca este partido para la que fuera “la odalisca rendida al
pie del sultán enamorado” en la Vuelta a la Patria de Pérez Bonalde.
Coincidimos en que las
“soluciones para Caracas” (me robo la frase del Metro de Caracas en sus
inicios) merecen un tratado de 10 mil páginas. No obstante, para no aburrir al lector y para
que Google no me saque de su posicionamiento, hay que resumir.
Fariñas y su partido
“plantean la tesis que la ciudad, vista como municipio o alcaldía debe ser
divida en 5 partes, para
una mejor y mayor gobernabilidad y gobernanza”. Se trata de las siguientes:
Municipio Caracas del
Centro: teniendo como epicentro
al Palacio de Miraflores y un ámbito con diámetro de 1 km a la redonda. Cuyo
alcalde sea de libre nombramiento y remoción por el Presidente de la República
para oficiar a través de esa autoridad los asuntos administrativos que
correspondan.
Municipio Autónomo Caracas
del norte, conformado por
las parroquias: La Pastora, Altagracia, Catedral, San José, San Bernardino, La
Candelaria.
Municipio Autónomo Caracas
del Sur, conformado por
las parroquias: El Valle, Coche, Caricuao, Macarao, Antímano, La Vega, San
Juan, El Paraíso.
Municipio Autónomo Caracas
del Este, conformado por
las parroquias: San Pedro, San Agustín, Santa Teresa, Santa Rosalía, El Recreo.
Municipio Autónomo Caracas
del Oeste, conformado por
las parroquias: 23 de Enero, Sucre, El Junquito.
Como buen caraqueño alude a
su enseñanza en las primeras letras: “las maestras nos enseñaron que Caracas,
es ‘La puerta de entrada a Suramérica’(…)”.Pero, por supuesto, yo que soy guaireña le
refuto esa afirmación y le digo que es el aeropuerto de Maiquetía y el puerto
de la Guaira esas puertas, pero esto no es sobre mí.
Edmundo
González Urrutia y el futuro por venir
Esta entrevista se hizo apenas un día después de que González Urrutia,
pasado el lapso de sustitución de candidatos en el cronograma electoral fuera
el de la Plataforma Unitaria y no podía dejar por fuera la pregunta de ¿Cree que Edmundo González Urrutia pueda
ganar las elecciones? Si esto sucediera, ¿cree que el gobierno permitiría
una transición?
A esto Fariñas alude a las
primeras palabras del candidato unitario como candidato oficial y tras los
rumores de que el TSJ lo iba a sacar del ruedo y subraya que deben darse varias condiciones para
el gobierno de transición, posibilidad esta que asomó el mismo González Urrutia
en sus palabras a Venezuela:
“Un gobierno de corto tiempo, quizás cuatro años sea conveniente, conformado
por un Gabinete de Gran Amplitud Nacional (…) para la estabilidad democrática (…)
y la gobernabilidad,
Ejecutar un programa de políticas públicas para atender las necesidades más
urgentes y emergentes del pueblo·.
Entre estas mencionó el apremiante
problema de “enfrentar la corrupción, optimizar sueldos y salarios, atender el desarrollo de una economía productiva
nacional, hacer frente a los graves problemas de delincuencia” en el marco de
la ley y con un ejemplar sistema judicial, dejar en claro el papel de los
militares en el país, revisar y optimizar los servicios públicos, atender el “sistema
de salud medico asistencial”, revisar y retomar la educación y la formación
enfocada esta hacia la calidad de vida y la productividad, y “modificar un
conjunto de leyes que perjudican la tranquilidad social. En este último punto
puso como ejemplo, la Ley Resorte.
Izquierda,
centro y derechas
En un país polarizado como Venezuela y en el cual a mi juicio (el de Mónica
Gallo) hay un patuque ideológico en el que el chavismo y su neolengua (Orweel
dixi) le planteo a Fariñas el asunto de cómo
debe ser un gobierno de cada a la realidad global, a las nuevas tecnologías
y al obsoleto discurso binomial de izquierdas y derechas (¿acaso hay algo más
reaccionario que el chavismo madurismo?). Sus palabras retumbaron en el chat y
las presento tal cual las dijo: “yo soy
de los que cree que, en el mundo político contemporáneo, las naciones no
deberían ser de corte presidencialistas, sino asamblearias para que las
políticas públicas tiendan coadyuvar en mejorar la calidad de vida de la
población. En este contexto, no debería importar cuál es la formación ideológica
que caracteriza a un primer mandatario, sino que él sepa gestionar un único
programa de gobierno del país de larga proyección (20 o 30 años)”
Alternativa
1: partido político sin caudillos
Muchos seguros no han oído
hablar de Alternativa 1.
Yo en lo personal (Mónica Gallo) la conozco porque mis amigos Gustavo
Hernández y Laura Valls forman parte de esta organización. Fariñas
explica qué representa este partido político para los venezolanos.
La describe como “una organización que
tiene un propósito político innovador, sin líderes eternos, democrática,
con una dirección colectiva y descentralizada”. En esta OCP está llamada a que promover
el voluntariado y defender la justicia social.
Asimismo, aclara que tiene una
visión integral y descentralizada del país y cuenta con presencia activa en
10 estados. Su objetivo es recuperar la verdad como un valor en la lucha
política y promover la despolarización para representar la esperanza de muchos
compatriotas venezolanos.
La
Universidad, el chavismo y la meritocracia
Como profesor universitario,
Fariñas (al igual que miles de docentes de todo el país), están subsidiando el
sistema educativo venezolano. Los sueldos de profesores no dejan de ser risorios y no alcanzan (literalmente)
para una botella de Coca Cola y un pan dulce, le pregunto al profe en qué
momento se fue todo al fondo y cuál fue el punto de quiebre.
La respuesta llega a quemarropa: “yo
creo que el punto de quiebre emerge cuando el llamado ‘socialismo del siglo 21’
sostiene que la meritocracia es dañina para nuestra sociedad y entonces
todos los índices de calidad, eficiencia, eficacia son menos preciados dejando
de ser competitivos” (…).
A partir de ese momento, se
menosprecia la academia y todo lo que ella implica. Hace entrever que los
jóvenes no sienten la motivación de sacar una carrera universitaria porque no
la ven como un futuro promisorio. Tesis que se sostienen al ver cómo millones
de universitarios y técnicos han huido del país y son hoy la diáspora.
Y… en un mundo en el cual todo (o casi todo) está en internet, ¿qué papel cumplen los profesores,
entendiéndose que casi cualquiera puede acceder a un gran cúmulo de datos
teóricos y prácticos?
La postura de Fariñas me hace recordar a Umberto Eco cuando dijo que, en el
mundo de la súper autopista de la información, están para mediar entre el conocimiento y el sentido crítico, pues por más
autodidacta, nadie aprende de manera autómata y el docente debe estar ahí para
fomentar el debate y contrastar las ideas.