Por Emilio Useche* / Opinión
Hoy, nuestro compañero Carlos Julio Rojas está privado de su
libertad física. Hoy, otra post verdad, otra construcción de quienes se saben
sin el favor popular incrimina a un luchador social que no ha hecho otra cosa
que expresar su pensamiento y describir el drama que viven los vecinos de
Caracas y el pueblo venezolano.
Hoy también se nos fueron otros conciudadanos huyendo por nuestras fronteras, hoy millones de venezolanos padecen desnutrición, mujeres son violentadas y las que se atreven a asumir partida en defensa de los DDHH son encarceladas, nuestros trabajadores y pensionados sufren la indignidad de un bono de miseria, hoy no hay ninguna garantía para los que disentimos, ni siquiera para pensar tenemos libertad. Así son las manifestaciones de un grupo de humanos que se volvieron inhumanos inoculados por una concepción perversa del poder.
Por esta realidad es que nuestro compañero eleva su voz, como
lo hacemos varios venezolanos que jamás hemos renunciado a nuestro compromiso
con los más vulnerables. Pensar y luchar por los más necesitados es nuestro
delito. Duele, duele bastante el sentimiento de impotencia pero reconforta la
historia que estamos escribiendo, la que le dará el justo lugar a cada quien y
la que, aunque sin llenar el vacío de la ausencia de nuestros familiares,
amigos y compañeros de lucha, sentenciará que Venezuela prevaleció por la
entrega y el trabajo de sus hijos e hijas más valiosos. Estos tiempos que nos
ha tocado vivir tendrán que decir que hubo una generación que fue capaz de
levantar su frente y cara al viento eligió por la dignidad, la libertad y la
democracia.
¡Venezuela prevalecerá!
"Más temprano que tarde se abrirán las alamedas por
donde pase el hombre libre" (último discurso de Salvador Allende antes que
lo asesinaran en 1973)
La República, 16 de abril de 2024.
*Politólogo.