La candidata por el movimiento Unidos por la Dignidad difiere
de la estrategia de apoyar a ultranza a un inhabilitado que resulte electo en
la primaria de la oposición el venidero 22 de octubre
Asegura que su candidatura no es exclusiva de la comunidad
LGBTQ+, sino que pertenece a toda la gente, especialmente a los menos
favorecidos
Señala que no se ha separado formalmente de Voluntad Popular
y que respeta pero no comparte la elección de Freddy Superlano como abanderado
de ese partido
Considera que los chavistas creyentes en el socialismo deben
ser incluidos en el proceso de reconstrucción del país
@franzambranor
Casi ahogada en libros, Tamara Adrián se mueve con astucia en su oficina al este de Caracas. Habla con la propiedad que le confieren sus títulos y doctorados en derecho. Acaba de llegar del primer debate entre candidatos de la oposición a la elección primaria del 22 de octubre efectuado en la Universidad Católica Andrés Bello. Casi tiene las ideas frescas y planea ampliarlas, porque a su juicio, el tiempo no fue suficiente.
Adrián pasó a la historia
democrática de Venezuela, luego de que en 2015 se convirtiera en la
primera mujer transgénero electa como diputada a la Asamblea Nacional.
Aunque desde 2004 espera
por una decisión de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en
cuanto a una petición para el cambio de su identidad, Tamara no se considera
menos mujer que nadie y desde entonces ha luchado por el derecho de toda
persona que haya sido vulnerada en ese sentido.
Sueña con una Venezuela donde se
cumplan las leyes y se respete el derecho de todos, independientemente de su
orientación sexual, credo, raza y tendencia política.
¿Qué opinión le mereció el debate entre candidatos a la
primaria efectuado recientemente?
-La metodología escogida para el
debate fue defectuosa, el tiempo de un minuto no es suficiente para exponer una
idea y eso le resta profundidad a los temas. Es complicado exponer el proceso
de estrategia que se debe tener para llegar a Miraflores en poco tiempo. Creo
que la única que habló sobre el día después de ganar la presidencial fui yo. No
es lo mismo ganar una elección presidencial que llegar a Miraflores. Ese
día, que yo lo llamo D+1, es tan importante como el día de la elección. Hay que
hacerle entender a la gente que esto no es un proceso fácil.
En el debate se percibió que no estaban de acuerdo en torno a
una estrategia sobre las inhabilitaciones, algunos decían que el elegido debía
seguir hasta el final, otros hablaron de posibles sucesiones. ¿Cuál es su
opinión?
-Yo me pregunto, ¿cómo se
come eso de yo voy hasta el final? ¿Si gana la primaria María Corina Machado y
no la dejan inscribirse qué pasa? ¿Se queda esa vacante? ¿Volvemos a
aquello de que Maduro compita solo para deslegitimarse? ¿o retornamos la idea
mágica de que los aliados internacionales de la oposición van a hacer
suficiente presión para que el régimen se inhiba de sus decisiones? Yo creo que
eso es posible siempre y cuando los costos no perjudiquen a la población. El
Gobierno se dio cuenta que puede sortear las sanciones y el desconocimiento a
Maduro como presidente asociándose con otras autocracias. Para seguir hasta el
final es necesario que haya una elevada presión interna ¿Pero están dadas las
condiciones para eso? Siento que la gente no está muy decidida a salir a
protestar como en 2014 y 2017. Tampoco descarto que pueda haber una ola de
manifestaciones ante una decisión impopular del Gobierno, el grado de
frustración de la gente es alto.
Usted fue la única persona en el debate que no se refirió a
Venezuela como una dictadura, ¿por qué?
-Esto es una autocracia
tecnológica de nuevo cuño, porque la ejecución de políticas de dominación
se hace a través de mecanismos tecnológicos como el carnet de la patria, por
ejemplo. Esto es una cleptocracia, el erario público es una hacienda particular
de la coalición dominante.
¿La oposición ha equivocado su estrategia para desplazar al
chavismo?
-No estoy de acuerdo cuando dicen
que lo hemos intentado todo, hemos intentado cosas por muchas vías, pero
siempre he dicho que nos falta la vía de la reconciliación. En el
chavismo hay quienes apoyan al difunto Chávez y aquellos que están con Maduro,
quienes son solo chavistas tienen un rechazo de 80% por este Gobierno y ese es
un terreno muy fértil para captar voluntades. Si sumamos esa masa, al segmento
ni ni (indecisos o apáticos) más el segmento descontento estaríamos hablando
que el 87% de un país estaría unido en un proyecto. Para crear la viabilidad de
la transición tenemos que desmontar ese discurso de algunos candidatos que
dicen que hay que acabar con todo y empezar desde cero. Ya pasamos por eso en
1998 cuando Chávez prometió freír cabezas de adecos y mira dónde llegamos. El
reto de construir la nueva Venezuela pasa por la reunificación emocional del
país, desmontar el discurso de buenos y malos, patriotas y apátridas,
escuálidos y chavistas. El régimen nunca va a actuar con reglas democráticas,
lo más que podemos hacer es meternos en los intersticios de la democracia y
abrir las brechas, aspiramos el poder pero no hemos hecho el cálculo de los
costos-beneficios de obtener el poder. El periodo de transición tiene que ser
protagonizado por una coalición amplia, no puede hacerlo solo algún mesías
ungido por los dioses.
¿Sugiere que el socialismo es rescatable?
-Aquí nunca ha habido socialismo,
el socialismo implica políticas sociales de inclusión, aquí lo que ha habido
son programas asistencialistas que crean dependencia no libertad, las misiones
son métodos de transferencia de fondos, con lo único que estoy de acuerdo es
con borrar el militarismo. La coalición dominante no tiene ideología, nunca la
ha tenido. El Gobierno es una hidra de mil cabezas, donde hay por lo menos 16
grupos, 8 dominantes que tienen intereses antagónicos y lo único que los une es
el afán por mantenerse en el poder. Hoy en día el socialismo es algo que quedó
en la retórica y no en la práctica. La oposición tiene que dirigir su mirada a
esas parcialidades del chavismo para restaurar la democracia. Al
chavista descontento no le puedes decir que hay que borrar el socialismo, si
es así estamos incurriendo en el mismo error que Chávez cuando prometió
erradicar el capitalismo. Hay que proponer un proyecto inclusivo, donde la
ideología de cada quien no le impida trabajar en pro del progreso colectivo.
¿Por qué se fue de Voluntad Popular, por qué el partido no
apoyó su candidatura?
-No me he separado formalmente de
VP, creo que el mismo hecho de que el partido apoye a un candidato inhabilitado
me coloca en ese dilema que comentaba anteriormente. Ellos decidieron
apoyar a Freddy Superlano y yo lo respeto. Consideran que Freddy tiene
mayor posibilidad de aglutinar a la gente que yo. Sin recursos he venido
escalando en las encuestas independientes, no las pagadas, de manera paulatina
y certera. Estar de cuarta o quinta en las preferencias entre 14 candidatos no
está mal. Si tuviese a una organización como VP apoyándome probablemente estaría
más arriba.
¿Cómo una persona a la que el Estado no le ha permitido su
cambio de identidad pretende jurar frente a una Constitución como presidente,
no es demasiada aspiración?
-No. Eso es muestra del carácter
retrógrado de la autonombrada revolución, cuya praxis es excluyente de no solo
las personas LGBTQ+ sino de todas las minorías (tercera edad,
afrodescendientes, indígenas). El derecho igualitario existe en países como
México, Colombia, Ecuador, Brasil, Uruguay, Argentina, Chile, Bolivia, parcialmente
en Perú, Cuba y algunas islas del Caribe. En Sudamérica solo restan Venezuela y
Paraguay, por ello es evidente que este Gobierno es intolerante. Ya hay un
primer ministro abiertamente gay en Luxemburgo, también la premier de Islandia.
Acaban de elegir a un presidente homosexual en Letonia, Holanda tiene a una
mujer trans como miss, eso significa que el mundo cambió y la intolerancia
ya no da votos. En Argentina los diputados que votaron en el Congreso
a favor del matrimonio igualitario fueron reelectos, el 50% de quienes votaron
en contra perdieron. Una encuesta de la empresa More Consulting señala
que en Venezuela más del 40% de la población votaría por una persona
trans para la presidencia, eso es significativo en un país donde nunca
se ha hablado del tema y donde no hay derechos para los miembros de la
comunidad LGBTQ+.
Usted habló en el debate sobre la necesidad de cambiar el
pensum escolar en Venezuela ¿Qué opina de las recientes protestas para excluir
la ideología de género y la educación sexual de las aulas?
–La ideología de género no existe, es un término
acuñado por religiosos. Niega el sistema del patriarcado y de dominación que
pone al hombre en la cúspide y a la mujer en la base. Las iglesias
pentecostales en Venezuela tienen mucho poder y hacen ruido. La teoría del
cambio tiene que basarse en una educación sexual integral, porque la
perpetuación del círculo de la pobreza está asociado al embarazo adolescente y
al no deseado. Una de las primeras causas de muerte en mujeres jóvenes en
Latinoamérica son femicidios y aborto séptico. Lo que pretende esta
gente es que no se hable de las cosas. La consecuencia de la
ignorancia es embarazo adolescente, VIH y enfermedades venéreas. De acuerdo con
la Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa (Avesa), 6 de
cada 10 menores de 14 años han tenido relaciones sexuales. No se ha acabado la
familia en ningún país donde existe matrimonio igualitario, simplemente los que
no tenían derechos ahora los tienen y quienes ya los tenían los siguen teniendo.
¿Además de matrimonio igualitario y derecho a cambio de
identidad, que más propone su plan de Gobierno?
-Esas propuestas no son mías, esta
no es una candidatura LGBTQ+, es una candidatura de gente para la gente, es
un plan bien estructurado con 21 líneas de acción, donde obviamente abogo por
los derechos de las comunidad LGBTQ+, pero no solo de ellos, de los ancianos,
discapacitados, indígenas, etcétera. Yo promuevo el desarrollo
económico, la reinstitucionalización del país, la recuperación de los servicios
públicos, la inclusión social y el desarrollo sostenible. Hay que
volver a la racionalidad fiscal, establecer transparencia en cuanto a rendición
de cuentas, que cualquiera pueda entrar a una computadora y ver todos los
contratos que ha hecho el Gobierno porque en la oscuridad es donde se alimentan
las alimañas. Lo que necesitamos es progresismo con inclusión.
¿Qué estrategia emplearán si el Tribunal Supremo de Justicia
ordena aplazar la primaria?
-Si paran la primaria seguimos para
adelante, yo me metí en esto porque no acepto el estado en que se encuentra el
país, yo pudiera perfectamente dedicarme a las leyes a pesar de que aquí no hay
Estado de Derecho. Me gusta creer que puedo cambiar las cosas. Quedarme
en el análisis era frustrante, nos ha hecho mucho daño el voluntarismo
anárquico, pensar que se pueden lograr cosas solo con fuerza de voluntad y
atropellando, sin planificación ni evaluación de riesgos, sin saber exactamente
donde vamos, hay que tener un Plan A, B,C, D y E.
¿Cómo obtiene recursos para su campaña?
-Algunas personas han creído en mi
proyecto. A diferencia de algunos candidatos que tienen actos de masas, mi
campaña es modesta, mi forma de llegarle a la gente es por redes sociales, voy
a las casas y doy entrevistas. Yo no tengo dinero para desplazarme por
Venezuela, sin embargo, espero que la gente empiece a entender la seriedad de
mi proyecto.
De los currículos que leyeron previo al debate el de usted
parece el más completo ¿Por qué sigue en Venezuela pudiendo trabajar en
cualquier parte del mundo?
-He tenido muchas oportunidades de
irme, pero siento que me toca luchar aquí, en el año 2008 me ofrecieron un
puesto extraordinario en una ONG defensora de derechos humanos en Estados
Unidos, hoy estuviese mucho más tranquila desde el punto de vista económico,
pero yo pongo en práctica una frase de Joan Manuel Serrat: solo vale la
pena vivir para vivir.
Texto tomado de La Tercera Voz.