La activista Ifrah Ahmed, que en la imagen posa durante una
sesión fotográfica en el Museo de la Emigración Irlandesa en mayo de 2021, nació
en un campo de refugiados en Somalia. Víctima de la trata de personas cuando
era adolescente, después de obtener en Irlanda el estatus de refugiada se
dedicó a sensibilizar a la sociedad sobre las consecuencias de la mutilación
genital femenina (MGF).
A partir de su traumática experiencia se convirtió en una de las activistas mundiales más reconocidas en su lucha por terminar con esta lacra. Ha llevado su campaña hasta la Presidencia de Irlanda, el Parlamento Europeo y la ONU.
La fundación que lleva su nombre trabaja en Europa y en su
país, donde es asesora para temas de género del primer ministro, para terminar
con la MGF.
Su vida inspiró la película belgo-irlandesa Una chica
de Mogadiscio, protagonizada por Aja Naomi King y Barkhad Abdi, y en la que
la propia Ahmed participó con un cameo simbólico.
Todo suma en una causa global. Según UNICEF, más de 200
millones de mujeres en el mundo han sufrido esta práctica. Las cifras son
especialmente preocupantes en Egipto, Etiopía e Indonesia.
Imagen: Arthur Widak / Getty - Texto publicado originalmente por Mundo Negro - España.