Con alegría se acoge desde Europa la liberación de los presos
políticos en Nicaragua. Que salgan desterrados es la señal de que aún queda un
largo camino por recorrer.
A uno se lo llevaron a media noche, de su prisión
domiciliaria a la cárcel de El Chipote; que se vistiera bien, le
advirtieron. Su familia pensó cosas buenas y cosas malas. A primeras horas
de la mañana, la noticia: 222 presos políticos de
Nicaragua estaban ya en camino a Dallas. Hay una decena que no
quiso dejar el país.
Aduciendo cargos de terrorismo, desestabilización económica y traición a la patria, los presos políticos salen deportados del país, despojados de sus derechos civiles y políticos, sin derecho a ostentar cargos públicos de por vida y sin la nacionalidad nicaragüense. Es decir, son liberados, desterrados y —si no tienen otra nacionalidad— convertidos en apátridas.
Una cuestión humanitaria
"No podemos creerlo. Hoy acaba una tortura inimaginable,
injusta, inaceptable, que jamás debió ser cometida contra más de 250
nicaragüenses, presos políticos de un régimen implacable", dice a DW
Elektra Lagos, directora de la Red Internacional de Derechos Humanos
RIDH-Europa, que viene trabajando por Nicaragua desde el 2018.
"Esto es solo el comienzo de un largo proceso. Pero,
ahora, es el momento de acompañar y abrazar a las familias que no han dejado de
clamar por los suyos", subraya Lagos.
En contacto con los familiares de los presos, tanto en
Nicaragua como en el exilio, la RIDH recoge testimonios esperanzados.
"Ojalá sea el comienzo de la reconstrucción de un país donde todos podamos
vivir", decía a la RIDH Berta Valle, esposa de Felix Madariaga, ex
candidato presidencial, que estaba confinado en El Chipote.
Desde el colectivo SOS Nicaragua Europa, Santiago Urbina
comenta a DW: "Personalmente, lo miro con alivio, es humanitario. Mis
amigos estaban en condiciones de tortura dentro de las cárceles, sus vidas
corrían peligro. No queríamos que hubiese otra persona muerta como ocurrió con Hugo Torres hace
casi un año”.
Han salido 222, pero quedan algunas decenas en la cárcel.
"Hoy se da un paso hacia una libertad por la que la Unión Europea y el
Parlamento Europeo han abogado en cada comunicación, aunque eso nos costara la
declaración de persona non grata con nuestra embajadora", comenta a DW
Soraya Rodríguez, eurodiputada por España, que desde las comisiones de
Exteriores y Desarrollo ha movido el tema de Nicaragua en la Eurocámara.
¿Liberación de presos por menos sanciones?
Aunque no hay información oficial al respecto, fuentes
informadas hablan de que esta liberación se debe a un posible canje con Estados
Unidos y la Unión
Europea: presos políticos a cambio de reducción de sanciones.
Cabe recordar que desde octubre de 2019, sobre 21 personas
del Gobierno y cercanas al poder, así como sobre tres instituciones
nicaragüenses, penden sanciones individuales que incluyen la congelación
de activos en el espacio del bloque comunitario. Entre los sancionados están
incluidos los hijos de Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario
Murillo.
Inmensa comunidad de exiliados
Aunque es muy pronto para un análisis profundo, Santiago
Urbina intenta una explicación a esta liberación: "Creo que la
presión internacional iba a ser aún más negativa si seguían
manteniendo a los presos políticos en condiciones de tortura, constitutivas de
más delitos de lesa humanidad".
No obstante, "estos presos políticos se ven desterrados,
expulsados de su patria. Desde el Parlamento Europeo hemos manifestado que el
retorno seguro de los exiliados es una de las precondiciones para cualquier
diálogo o reconocimiento", insiste la eurodiputada española
Soraya Rodríguez, del bloque liberal.
Por otro lado, "hay que recordar que hay 25.000
nicaragüenses en España, que han solicitado protección internacional desde
el 2018. A ello se suman los cerca de 70.000 nicaragüenses que habían dejado el
país antes. Después de Costa Rica y Estados Unidos, España es el tercer
receptor de nicaragüenses en el mundo", recuerda Urbina.
Rodríguez, por su parte, advierte que, aunque "hoy se da
un paso importante para hacer justicia con los presos y sus familias, el camino
hacia la libertad de Nicaragua será más largo".
Tomado de D W / Alemania. En la imagen, Dora María Téllez, una de las presas liberadas.