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28 septiembre, 2022

Querida Zhina, no morirás

Por Modaira Rubio Marcano

IG:@modairarubio

E-mail:modairarubio@gmail.com

Comunicación Política, Economía, Feminismos y DDHH.

El 17 de septiembre se llevó a cabo el funeral de la joven iraní Masha Amini, quien murió bajo custodia policial en una situación no esclarecida por las autoridades. Amini de 22 años, oriunda de Saqquez, fue detenida durante una visita a Teherán el 13 de septiembre por la denominada “policía moral”, acusada de no llevar el velo correctamente. Fue llevada a una comisaría para recibir una clase de “reeducación”.

Según la sharia (ley islámica) de Irán, donde gobierna una teocracia, las mujeres están obligadas a cubrirse el cabello con un velo (hiyab) y llevar vestimenta larga y holgada. En los últimos meses, activistas por los derechos de las mujeres han hecho campañas contra el uso obligatorio de esta prenda y señalan que debe ser opcional.

Las que no cumplen el código de indumentaria son objeto de reprimendas públicas, multas e incluso detenciones. La joven del Kurdistán iraní, Masha Amini, fue una de las reprendidas. Pero algo salió mal.

El 16 de septiembre, Amini fallecía tras ingresar en coma a un hospital. Seguía bajo custodia. La policía y las autoridades negaron que hubiese recibido algún maltrato y afirmaron que ella murió a consecuencia de problemas de salud preexistentes.

La familia negó esta versión y aseguró que ella estaba sana. Una ola de protestas de gran indignación ha sacudido al país desde entonces. El presidente iraní Ebrahim Raisi, se vio en la obligación de fijar una posición. Sin desestimar del todo la versión oficial, ordenó una investigación hasta sus últimas consecuencias y se comunicó con la familia de Amini.

Desde el 16 de septiembre las protestas no cesan en más de 20 ciudades iraníes. Hay un reporte extraoficial de víctimas mortales ubicado entre 17 y más de 30, incluyendo agentes policíales, pues se ha desatado mucha violencia en algunas concentraciones y brutal represión.

Sectores oficiales y militares iraníes, niegan los hechos y dicen que se trata de ataques contra la policía y el gobierno. Hay quienes incluso señalan el caso de Amini como un fake anti-iraní, al ser éste un país supuestamente no alineado con los intereses de occidente.

Millones de personas, sus familiares y organizaciones políticas progresistas y de izquierda dan cuenta que no se trata de un fake. Amini estaba sana y murió bajo custodia policial. Incluso testigos comentan que fue golpeada durante su traslado al centro de reeducación.

Cientos de mujeres iraníes han mostrado su indignación en público participando en las protestas, quitándose los velos frente a la policía, arrojando los hiyab a hogueras improvisadas en las calles.El gobierno ha respondido con mucha represión y el bloqueo de internet.

“Querida Zhina(Masha), no morirás, tu nombre se convertirá en nuestro símbolo de resistencia”, pudo leerse en pancartas durante el funeral de la joven.

Es muy probable que algunos busquen generar violencia desestabilizadora. Pero las manifestaciones en las calles, hoy son motivadas por el hastío ante un régimen político atrasado y medieval. Así como tras la muerte de la Reina de Inglaterra, se abrió el debate sobre la necesidad de abolir la monarquía como una institución desfasada, así la  muerte de Masha ha levantado un precedente en Irán.

Los pueblos deben fortalecer y ampliar sus luchas por sus derechos democráticos en todo el mundo. Y en ese sentido, las mujeres tenemos mucho que aportar. Esperamos que como han solicitado familiares, activistas, el gobierno y las Naciones Unidas, se de una investigación a fondo que permita castigar a los responsables de la muerte de Masha. ¡Justicia para todas las Mujeres!