POR RAFAEL ANTONIO BLANCO * / Opinión
Hemos estado sometidos a un desenfreno espeluznante, como
bien decían nuestros abuelos, "hay de todo como en botica".
Desde una médico descuartizada en una escuela a manos de un
loco colocado allí por el responsable de una comuna con la aquiescencia del
director de la escuela y de la comunidad educativa, hasta un fatídico accidente
de tránsito en la vía Bejuma a causa del estado de ebriedad del conductor, más
las pésimas condiciones físicas de la vía amén de la nula iluminación.
También leímos con estupor del abuso sexual e infanticidio de un abuelo a su nieta de un año y el aparente encubrimiento familiar del abominable hecho y supimos de otro abuelo quien también abusó de sus nietecitas, fin de mundo pues, gracias a Dios hoy esos enajenados están en manos de la justicia.
Como si eso fuera poco la desenfrenada devaluación del bolívar
en las últimas dos semanas que ubica al dólar oficial del BCV al cambio de 7,98
bolívares por dólar, devaluación con la que el gobierno nacional redondeo las
tradicionales obligaciones laborales de mediados de año con sus trabajadores
que en consecuencia terminamos pagando los arruinados venezolanos al saltar el dólar
BCV de los 5 bolívares y algo a los casi 8 bolívares por dólar actuales,
encareciendo así no sólo nuestra comida, medicina, transportes y servicios,
sino todos los gastos para el diario vivir. Si tomamos en cuenta que todos los
funcionarios públicos, los jubilados y una importante porción de venezolanos
percibimos ingresos es en devaluados bolívares, imaginemos la recurrente
tragedia económica a la que nos somete este gobierno, puesto que son ellos y
sólo ellos quienes dirigen el BCV responsable de la estabilidad de nuestra
moneda nacional.
Atisbamos también la desenfrenada celebración cumpleañera en
popular urbanización valenciana, preñada de música, emoción sudor y baile,
mientras no muy lejos del jolgorio, en la misma urbanización, se cae la pared
perimetral de una importante escuela, dónde aun no llega el Búho a reparar lo
construido en tiempos pretéritos para luego reinaugurar en medio de amplio
despliegue publicitario y fanfarria desenfrenada, a su vez, en muchos hogares
aledaños a esos eventos al igual que en el resto del estado, las madres
carabobeños desesperan con sus ollas vacías en la cocina puesto que al no tener
con qué llenarlas enmudecen de dolor al ver ahítos de hambre los ojos de sus
niños, siendo ésta la nueva pandemia que invade miles de empobrecidos
hogares carabobeños, la miseria y el hambre, mientras otros celebran de fiesta
en fiesta ensoberbecidos en su poder a lo largo y ancho del estado.
Como para no creer tampoco, sumado a esa pequeña muestra de
desatinos también debemos soportar el desenfrenado carnaval electoral opositor,
inmersos en unas primarias que a nadie interesan, muestra de ello son los
no sabemos cuántos precandidatos que andan en volandillas por todo el país en
busca no de candidatura alguna sino de rankearse a futuro como líderes, o para
demostrar quién tiene más seguidores en cada una de sus partidos, sin
comprender que los venezolanos ingenuamente esperamos de ellos es que se
aboquen a hacer oposición, a luchar por construir una mejor Venezuela donde
podamos alcanzar mejores niveles de vida, nuevas fuentes de trabajo y con
mejores salarios para al menos poder comer. Que comprendan y asuman el
resentimiento nacional hacia el mundo político a causa de esa lucha intestina
por el poder y llegado el día preciso demuestren la madurez política de decirle
al país presentamos este nombre como futuro candidato a Presidente de la
República o hemos acercado a estos dos nombres para presentarlos por la
oposición a la contienda electoral, así que los someteremos a preselección de
todos ustedes vía primarias para seleccionar el candidato definitivo a
Presidente. Esa si sería una oposición respetable para el común de los
venezolanos, debatiríamos y votaría cada quien por el que valore idóneo según
su particular criterio, resultando ganadora no una persona sino la soberanía
opositora.
Personalmente creo que este desenfreno político actual es la
mayor vergüenza pública que el estamento político brinda al pueblo venezolano
frustrando la esperanza popular lo cual es verificable en absolutamente todas
las encuestas de opinión nacional.
* Abogado y político.
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