Fabiola Zerpa y Ezra Fieser
(Bloomberg) -- Una imagen de los ojos de Hugo
Chávez solía mirar a Venezuela desde, aparentemente, todas partes: los techos
de las oficinas gubernamentales, complejos residenciales, incluso los escáneres
en la aduana del aeropuerto.
Hoy en día, es más probable que los
venezolanos encuentren un anuncio de maquillaje o jeans que un tributo al ícono
revolucionario del país.
El cambio del presidente Nicolás Maduro desde el socialismo hacia un enfoque más capitalista, un principio clave de su intento por detener un colapso económico que se arrastra hace años, se está manifestando de muchas formas, desde el uso generalizado de dólares estadounidenses hasta los alimentos gourmet importados que llenan los estantes de las tiendas. Pero pocos son tan notorios como el cambio de imagen que se está llevando a cabo en espacios públicos que antes estaban llenos de propaganda chavista.
Han desaparecido –o al menos están
desapareciendo rápidamente– muchas de las odas a la “revolución” que antes se
veían por todas partes, como representaciones de los ojos de Chávez, eslóganes
pegados en carteles publicitarios con alguna versión del mensaje “socialismo o
muerte”, o enormes murales de Fidel Castro y Simón Bolívar. La mayoría de los
que aún quedan están muy descoloridos. En cambio, las autopistas de la ciudad
están llenas de carteles publicitarios que anuncian marcas de cosméticos,
alimentos y vestuario.
“Hay una sustitución de la ideología
por el afán de empujar hacia el consumo”, dijo José Carvajal, director de
Ciudad Laboratorio, un laboratorio de ideas de estudios urbanos en Caracas.
Icónicos carteles publicitarios socialistas que promueven la idea de que
Venezuela “pertenecía a todos”, señaló, han dado paso a un paisaje al estilo de
Dubái o Miami, con hileras de palmeras a lo largo de su autopista principal. En
muchos sentidos, marca una especie de retorno a la era previa a Chávez, cuando
las multinacionales promocionaban productos de todo tipo en carteles
publicitarios en toda Caracas. Ahora “Venezuela, como nunca antes, es de quien
puede, y pueden pocos”.
El Ministerio de Comunicación e
Información no respondió a preguntas sobre el retiro de la propaganda. Sin
embargo, al menos algunos de los cambios parecen ser parte de una iniciativa
del Gobierno. Maduro, quien asumió el poder tras la muerte de Chávez, lanzó en
2020 un plan de embellecimiento de 60 ciudades, donde se retiraron carteles de
antiguas campañas electorales.
En el centro de Caracas solían
reunirse chavistas incondicionales para ver la televisión estatal y se juntaban
pandillas de motociclistas progobierno conocidos como colectivos. Allí se está
llevando a cabo un proceso de restauración para remozar históricos teatros y casas
coloniales. Casi vacío se encuentra un sector de la Plaza Bolívar donde se
desataban debates tan intensos sobre políticas socialistas que el área se ganó
el apodo de esquina caliente.
“¿La esquina caliente? ¡Eso se
enfrió!”, dijo Ramiro Hernández, de 72 años, quien compra joyas de oro en la
calle. Se sienta al lado del área vacía, rodeada de edificios antiguos que
ahora albergan cafés y restaurantes.
Eso no quiere decir que la
propaganda haya desaparecido por completo. Muchos símbolos tradicionales del chavismo
aparecen en los medios estatales y en las cuentas de redes sociales del
Gobierno. Maduro incluso es representado como un superhéroe socialista en una
caricatura al estilo Hanna-Barbera de la década de 1970 transmitida por la
televisión estatal. Su personaje, Super Bigote, lucha contra la hiperinflación
y frustra golpes de Estado.
Algunos chavistas acérrimos, como
Luis Meza, sienten que esto es una destrucción del legado de Chávez.
Meza, un jubilado de 68 años que
trabajaba en la editorial estatal, solía organizar mítines políticos populares
cerca de su casa en Catia, un barrio de clase trabajadora en el oeste de
Caracas. Ha intentado restaurar la memoria de Chávez en su garaje, que está
lleno de todo tipo de recuerdos recopilados durante el último cuarto de siglo:
muñecas, pósteres, recortes de periódicos. Pero pocos están interesados en las
reuniones o los recuerdos en estos días, dijo.
“Es como si el Gobierno quisiera
borrar a Chávez de la memoria de la gente”.
Nota Original:
Venezuela Dismantles Chavez
Propaganda in Capitalist Makeover
Tomado de yahoo.es / España.