La última edición de la Le Mans Classic nos dejó uno de los
accidentes más caros del año, si no el que más: el del único ejemplar que
existe del Ferrari 250 SWB Breadvan.
Las cámaras de televisión no captaron toda la secuencia, pero
sí que nos mostraron las consecuencias. El morro del coche acabó destrozado y
las puertas se arrancaron de cuajo.
La zaga del deportivo no está mucho mejor, porque de hecho el
primer elemento que contactó contra las barreras fue el tren trasero. De modo
que se avecina una reparación extensiva.
El Ferrari 250 SWB Breadvan tiene la particularidad de ser un ejemplar único en el mundo, de ahí que en estos momentos hay quien dice que su valor de mercado oscila los 30 millones de dólares.
Uno podría pensar que es una temeridad poner en riesgo una
joya de este calibre, pero lo cierto es que no es la primera vez que el 250 SWB
Breadvan se ve involucrado en un accidente.
Hace siete años, en 2015, este mismo modelo ya sufrió otro
accidente en Le Mans.
El 250 SWB Breadvan fue originalmente un encargo de un conde,
Giovanni Volpi, que quería un deportivo con el que pelear contra los Ferrari
250 GTO.
Volpi tenía entonces un Ferrari 250 GT SWB, que puso en manos
del ingeniero Giotto Bizzarrini –que acababa de dejar Ferrari tras trabajar en
los 250 GTO– para que lo preparase para la competición.
El coche debutó en las 24 Horas de Le Mans de 1962, donde
abandonó tras 30 vueltas por un problema mecánico.
De hecho, este Ferrari es un modelo tan único que el año
pasado inspiró una reproducción moderna, el Breadvan Hommage de Niels van Roij Design.
La base mecánica de esta ‘resurrección’ es un Ferrari 550
Maranello’.
Texto tomado de soymotor.com