El ejercicio puede contrarrestar el daño de la diabetes al activar un sistema natural que tenemos para desarrollar nuevos vasos sanguíneos cuando los existentes son devastados por esta enfermedad, dice una nueva investigación. Para alegría de todos, ya existe la primera evidencia de que frente a la diabetes: incluso una sesión de 45 minutos de ejercicio de intensidad moderada puede ser beneficioso.
De acuerdo a los pioneros de este estudio, el ejercicio permite que más exosomas (paquetes submicroscópicos llenos de carga biológicamente activa) entreguen directamente a esas células más proteína, ATP7A, que puede poner en marcha la angiogénesis.
Los científicos sugieren que los exosomas sintéticos, que ya
se están estudiando como mecanismos de administración de fármacos, algún día
podrían funcionar como un «mimético del ejercicio» para mejorar la capacidad de
los pacientes para desarrollar nuevos vasos sanguíneos cuando la diabetes ha
dañado su capacidad innata.
Tomado de 5Noticias.