"Suecia renuncia a su alma antinuclear al entrar en la
OTAN"
El dirigente socialdemócrata destaca cómo su partido ha
traicionado su identidad y lo ha hecho sin atender a los militantes
Si Olof Palme levantara la cabeza, no reconocería al país del que fue primer ministro socialdemócrata. Suecia, con el aval de los socialdemócratas, ha solicitado el ingreso en la OTAN en un giro histórico en este país que había preservado su neutralidad durante 200 años. Así lo cree Pierre Schori (Norrköping, 1938), quien fuera su mano derecha y durante 25 años presidente de la Fundación para el Entendimiento y la Seguridad Común que llevaba el nombre del asesinado jefe del gobierno sueco. Acaba de dejar este puesto. Schori fue embajador en la ONU entre 2000 y 2004, uno de los periodos más complicados en la organización, cuando se libraron ardientes debates sobre la guerra de Irak. Suecia entonces se mantuvo al margen y votó en contra de avalar a Estados Unidos que esgrimía que el dictador Sadam Husein escondía armas de destrucción masiva. A su juicio, la neutralidad que hasta ahora ha esgrimido Suecia permitía jugar un papel como potencia mediadora en los conflictos internacionales. Además, para Schori es crucial que Suecia siempre ha hecho bandera de las campañas contra la proliferación nuclear y ya no podrá hacerlo porque la OTAN es un club de potencias nucleares. «Suecia puede ayudar más a Ucrania fuera que dentro de la OTAN», asegura el veterano diplomático en conversación por zoom desde Estocolmo.
Son varios los factores que explican cómo Suecia, donde la
opinión mayoritaria siempre había sido contraria al ingreso en la OTAN es ahora
claramente favorable. “Lo que hemos vivido ha sido dramático. La invasión rusa de Ucrania ha provocado una
gran conmoción. Hemos estado expuestos a los horrores de la guerra mientras
numerosos supuestos expertos nos decían que Rusia iría después contra nosotros.
Suecia estaría amenazada por Rusia, según esta visión. Prima la emoción, no la
razón, porque Suecia no está amenazada por Rusia”, indica Pierre Schori.
A ello se ha sumado que Finlandia, que era no alineada tras
haber librado dos guerras con la URSS y haber perdido territorio, «vio la invasión
como una oportunidad de ingresar en la OTAN». De alguna manera, Finlandia se
libera definitivamente así de la sombra de Rusia, heredera de la URSS.
“Para Finlandia,
con 1.300 kilómetros de frontera con Rusia, es importante beneficiarse de las
garantías de seguridad de la OTAN”, mientras que para Suecia
será una forma de estar más expuesta, a juicio de Schori.
En el Parlamento sueco solo Verdes y la Izquierda se han
mantenido en contra del ingreso. El giro dado en el Partido Socialdemócrata
supone para muchos un cambio que va contra su ADN. El pasado 16 de mayo la
dirección del partido de Palme y de Schori anunciaba su sí al ingreso en la
OTAN. A continuación el gobierno sueco hizo pública su decisión y finalmente
Suecia y Finlandia presentaban la solicitud en Bruselas a la vez.
La decisión del Partido Socialdemócrata sueco va contra su
identidad. Influye que hay una nueva generación a cargo y que hay elecciones.
El alma del partido está dañada»
“La decisión del Partido Socialdemócrata va contra su
identidad. Influyen dos factores: hay una nueva generación a cargo. Y hay que
tener en cuenta que hay elecciones en septiembre y se han visto condicionados
por la opinión pública. No hubo votación. Han sido los dirigentes del partido
los que han tomado la decisión sin consultar a las bases. Solo organizaron
debates no vinculantes”, señala Pierre Schori, quien apunta que ahora quieren
añadir que se actúe en favor de la abolición de las armas nucleares, para
conformar a los disidentes, pero sin tomar decisiones claras hasta después de
las elecciones. “Creo que muchos socialdemócratas se inclinarán por los Verdes
y la Izquierda en septiembre. El alma del partido socialdemócrata está dañada”,
afirma.
La libertad del no alineamiento militar
Lo que más le duele a este experimentado diplomático es que
«Suecia va a perder la posibilidad de actuar contra las amenaza existencial de
las armas nucleares porque la OTAN es una alianza nuclear. Suecia tenía un
papel especial por su no alineamiento en alianzas militares. Es lo que nos
permitió desmarcarnos de la alianza que intervino en Irak. Vamos a perder el
papel como factor de distensión». Al no estar en la OTAN, Suecia podía
desmarcarse y actuar con una libertad de la que carecerá dentro de la Alianza
Atlántica.
“Con el ingreso formal en la OTAN, nuestra situación cambiará
radicalmente. Echamos por tierra el trabajo de generaciones en favor de la
solidaridad y la paz internacional. Seremos parte de una alianza nuclear y como
tal, objetivo de las bombas nucleares rusas”, remarca Schori.
Parte de que, al contrario de la opinión de algunos expertos,
Suecia no corre peligro de ser invadida por las tropas leales a Putin. «El
sueño de Putin es restablecer el imperio perdido. Por eso invade Ucrania». Y
está convencido de que Suecia no estará más segura en la OTAN.
«Estamos en contra por cuatro razones: 1) Vivimos bajo la
amenaza nuclear y precisamente la OTAN no puede hacer nada en Ucrania por la
amenaza nuclear. Entrar en la OTAN es entrar en una alianza nuclear y desde
dentro no se puede actuar contra esta gran amenaza planetaria. 2) Ni la OTAN ni
Suecia hemos analizado el desastre de 20 años de guerra. ¿Cómo funciona la
OTAN? ¿Por qué ha perdido la guerra? Habría sido necesario responder a estas
preguntas antes del ingreso. 3) El regreso de Trump o un trumpista al poder en
EEUU hará que la OTAN quede desprotegida del amparo de EEUU. 4) Los
socialdemócratas han actuado de forma precipitada y sin respetar a los
militantes», resume este comprometido militante de la lucha contra las armas
nucleares.
Prueba de que el camino no será fácil es la reacción de
Turquía. El presidente turco, Recep
Tayyip Erdogan, ha apuntado directamente a Suecia por ser
refugio de quienes él considera terroristas, militantes del Partido de los
Trabajadores del Kurdistán. En Suecia viven unos 100.000 kurdos y hay seis
diputados kurdos. Erdogan reclama la extradición de una de ellas. “¿Cómo vamos
a expulsar a quienes viven en Suecia como refugiados? La OTAN dice que hay que
discutirlo. ¿Qué vamos a discutir? Es impensable que haya extradiciones”,
señala.
Suecia puede hacer mucho más por Ucrania fuera que dentro de
la OTAN»
Reconoce que el líder ruso, Vladimir Putin, está actuando con
una brutalidad que nos lleva a los tiempos de la Segunda Guerra Mundial. «Lo
que está haciendo ahora Putin es lo que hicieron los nazis con Leningrado. Aun
así, la guerra va mal para Putin», indica Piere Schori, quien asegura que
Suecia ya estaba ayudando a Ucrania. «De hecho, Suecia puede hacer mucho más
por Ucrania fuera que dentro de la OTAN».
De esta guerra le sorprende que no se haya invertido en una
propuesta que lanzó Alexei Navalni, el disidente arrestado por Putin, para
difundir la narrativa contraria al Kremlin a 200 millones de usuarios de
móviles en Rusia. Esgrime que lanzarles noticias dos veces al día durante un
año costaría lo mismo que un Javelin.
El veterano socialdemócrata sueco prevé que el conflicto
terminará cuando EEUU y Rusia se avengan a un acuerdo, en los términos
aceptados por Ucrania. “No habrá una buena paz pero es una mala guerra. Hay que
elegir”.
Qué lejos estamos de esos tiempos de la guerra fría en los
que Olof Palme desempeñó un papel clave. «Por su personalidad y por proceder de
un país no alineado militarmente pudo reunir a países del norte, sur, este y
oeste. La Comisión Palme presentó el informe llamado Seguridad Compartida en el
que participaron estadounidenses y rusos. El documento señala que no hay
ganadores en una guerra nuclear y por eso hay que luchar para convivir en paz.
Si no, moriremos todos. Si entonces Suecia hubiera estado en la OTAN, habría
sido imposible”, concluye.
Tomado de El
Independiente / España - Imagen: Carmen
Vivas.