Por Modaira Rubio Marcano*
Un saludo para todas las madres trabajadoras venezolanas que celebraron su día. No es nada fácil sobrellevar la maternidad en el difícil contexto que atraviesa nuestro país y el mundo en general, con la grotesca crisis estructural del capitalismo.
Por si fuese poco, la pandemia de Covid-19
intensificó las dificultades para el ejercicio de la maternidad y la paternidad
responsable según trabajos publicados por el Fondo de Población para las
Naciones Unidas (UNFPA).
“Las madres ya soportaban enormes cargas económicas, físicas, emocionales e intelectuales antes del inicio de la pandemia, pero ahora (en momentos en que se ven sometidas a presiones económicas cada vez mayores, acceso reducido a la atención médica, disminución del apoyo social y crecientes responsabilidades de atención no remunerada) muchas de estas cargas se han vuelto aplastantes”, señala un texto de la organización publicado en su portal electrónico.
“Las mujeres están pagando un precio tremendo. Aún no se dispone de
datos completos, pero los investigadores están viendo señales de aumento de
mortinatos, mortalidad materna y malos resultados en materia de salud materna
en todo el mundo. Las mujeres también se han visto desproporcionadamente
afectadas por las pérdidas de puestos de trabajo relacionadas con la
pandemia. Todo esto está afectando a la salud y el bienestar de las madres
en el largo plazo”, prosigue el documento.
Y es que con fechas
como la del Día de la Madre, tendemos a “romantizar” el rol de la maternidad,
olvidando la constante indefensión en la que se encuentran las mujeres y sus
crías en un sistema hostil: en crisis económica, financiera, política, social,
de las madres se espera que hagan lo imposible por sacar adelante a sus hijas e
hijos.
Madres sin salarios
dignos, madres sin empleo, madres con doble y triple jornada laboral, madres
dedicadas a labores no remuneradas, son seres humanos llevados al extremo.
La maternidad no es
un “destino”, ni el “deber ser”, ni el “sentido de la vida”, ni la obligación
de nadie, es una elección.
Desde hace dos años, un conjunto
de organizaciones no gubernamentales entre ellas Asociación Venezolana para una
Educación Sexual Alternativa (AVESA), Mujeres en Línea, Las Comadres Púrpuras,
con el apoyo del Consorcio Latinoamericano contra el Aborto Inseguro (Clacai),
iniciaron la campaña “Madre si yo decido”, desarrollada en el contexto del
proyecto “Abriendo el tema sobre la situación restrictiva del aborto en
Venezuela”.
Y es que el derecho al aborto en
Venezuela, sigue siendo un tabú debido a
las corrientes conservadoras que ostentan el poder político e impiden que el tema
entre al debate público. En los últimos años se ha avanzado con la activación
de la Ruta Verde en Venezuela, pero la batalla sigue siendo difícil. Seguiremos
las venezolanas en pie de lucha por nuestro derecho a decidir sobe nuestros
cuerpos.
El espacio restrictivo obliga a
continuar la discusión en otra columna. Pero no quiero despedir ésta, sin
expresar mi saludo y respaldo a las madres de los trabajadores y trabajadoras
injustamente privados de libertad por exigir salarios justos, denunciar
corrupción, exigir mejores condiciones laborales. Madres que han aprendido a
organizarse, movilizarse, a estudiar las leyes, a hacer campañas, a despertar
conciencia para que “lo injusto no nos sea indiferente”. A todas ellas, nuestra
solidaridad y sororidad.
* IG:@modairarubio
E-mail:modairarubio@gmail.com
Comunicación Política, Economía,
Feminismos y DDHH