Por Modaira Rubio Marcano *
La activista Triana Contreras, del colectivo MaternandoAndo,
narró su desagradable experiencia en el Parque Acuático Dunas, de Carabobo: “Todo muy
bonito hasta que mi bebé pidió teta. El salvavidas trabajador me pidió que
dejara de darle teta porque está prohibido en las instalaciones”.
Ella publicó una foto del área donde estaba con su pequeño y la misma se viralizó. De inmediato las organizaciones de mujeres y de protección a la lactancia y a la infancia, iniciaron una campaña en contra de la discriminación a la que fue sometida por cumplir con el deber de alimentar a su hijo.
Tras el evento, el parque emitió un escueto
comunicado señalando como culpable al trabajador y no a una prohibición de la
empresa. “Lamentamos
si alguno de nuestros colaboradores tomó una acción errada que atentó contra
esta actividad natural del ser humano. No ha sido, ni será jamás una
instrucción dada por nuestra organización”, reseñó un portal de noticias.
Grupos
de madres realizaron varias “tetadas”, jornadas de amamantamiento en público,
en diversos puntos de Carabobo, entre ellos el mismo parque Dunas, para
concientizar a la comunidad.
Consultamos
a Triana y nos relató de primera mano la anécdota vivida: “Estimo
que un 90% de las mujeres que lograron ver la publicación a través de las
diferentes cuentas me apoyaron. De hecho, creo sabes de la existencia de
una tribu de apoyo que se llama Maternando Ando, fueron quienes me incentivaron
a hacer pública mi queja porque en el momento en que me abordan para decirme
que en el parque "eso" (dar teta) "estaba prohibido" me
quedé en shock”.
“Fue reconfortante saber que nos estamos apoyando y
que hice lo correcto sin dañar a nadie. Simplemente alzando la voz. Lo que
sirvió para seguir promoviendo la lactancia materna y el respeto a la
maternidad”, prosiguió.
“La empresa, o mejor dicho la gerente general me
llamó el día lunes, posterior a lo ocurrido para disculparse e indicarme que es
imposible haya sido una regla del parque. Aunque te confieso que mi impresión
muy personal fue que
el motivo real de la llamada fue más por el
revuelco en redes que por de verdad se sintieran apenados conmigo”, explicó.
“Se sintió muy bonito el apoyo, los comentarios a
favor de mi queja. Y me enseñó a que lo que quizás para unos es insignificante
para otros es importante, así que no se debe callar”, concluyó enfáticamente.
Muchas
mujeres se colocan de parte de sus agresores y consideran que es impúdico
sacarse la teta para alimentar a su hijo/a y es porque la violencia hacia la
lactancia es tan común que se encuentra invisibilizada y hasta
institucionalizada; son miles las denuncias de mujeres despedidas por estar en
período de lactancia, impedidas de amamantar a sus crías en horas laborales,
maltratadas porque es “antiestético” usar un paño entre los sostenes para
impedir que la leche materna traspase a la ropa.
En
nuestra sociedad se censura y discrimina la lactancia pero se aplaude que la
publicidad exhiba el cuerpo de la mujer como objeto, en especial sus senos, sin
que nadie proteste por ello, por el contrario, hay un culto al escote y al
busto prominente pero solo si es para “complacer visualmente” a los hombres.
La lactancia materna es una
práctica de salud pública. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la
recomienda como forma exclusiva de alimentación durante los primeros seis meses
de vida.
La Organización Internacional del Trabajo, OIT, reconoce que las mujeres
tienen derecho a licencia por maternidad y para amamantar a sus niños. ¡Defendamos
el derecho de las madres de dar teta a sus hij@s!
*IG:@modairarubio
E-mail:modairarubio@gmail.com
Comunicación Política, Economía, Feminismos y DDHH