El coronel cumplía una pena de 35
años de cárcel en Mali por su responsabilidad en una de las peores matanzas de
la historia reciente. Nunca se arrepintió por lo ocurrido en 1994.
El coronel Theoneste Bagosora, condenado como el "cerebro” que orquestó el genocidio de Ruanda en 1994, murió este sábado (25.09.2021) a los 80 años en Mali, donde cumplía su pena. Un responsable de la clínica en la que estaba ingresado informó de su deceso, y dijo que fue causado por una "insuficiencia cardíaca".
"El excoronel Theoneste
Bagosora murió el sábado en una clínica de Bamako [capital de Mali] a causa de
una enfermedad. Estaba en la clínica desde hacía un tiempo, pero custodiado por
agentes de seguridad", declaró a la AFP una fuente de la administración
penitenciaria maliense. Un funcionario del Ministerio de Justicia de Mali
también confirmó el deceso de Bagosora.
Bagosora había sido detenido en
marzo de 1996 en Camerún y en 1997 fue trasladado a un centro de detención en
Arusha (norte de Tanzania), donde se estableció el Tribunal Penal Internacional
para Ruanda (TPIR), que lo condenó a cadena perpetua, aunque en 2011 la pena se
redujo a 35 años de presidio, que empezó a cumplir en Mali. El militar era
director del gabinete del Ministerio de Defensa ruandés en 1994 y, según la
Fiscalía, asumió "de facto” la dirección de los asuntos militares y
políticos tras la muerte del presidente Juvenal Habyarimana.
Nunca se arrepintió
Durante su proceso, la acusación
lo presentó como el "cerebro" del genocidio que costó la vida a
800.000 personas, sobre todo de la minoría tutsi. Además, estaba acusado de
haber ordenado el asesinato de diez soldados belgas de la Misión de Asistencia
de la ONU en Ruanda (UNAMIR). El pasado abril de 2021, Bagosora solicitó la
libertad condicional, pero un juez la denegó por la gravedad de sus crímenes y
la "falta de pruebas suficientes de su rehabilitación".
En reacción a la muerte de
Bagosora, el exministro y actual embajador ruandés en los Países Bajos, Olivier
Ndihugerehe, recordó que Bagosora jamás se arrepintió de sus crímenes.
"Las principales razones en contra de la solicitud de liberación
anticipada de Bagosora fueron que nunca aceptó la responsabilidad por el
genocidio ni mostró signos de remordimiento o arrepentimiento", dijo
Nduhungirehe en un mensaje divulgado en sus redes sociales.
También pesó en su contra, añadió
el embajador, el hecho de comportarse como "un hombre con una personalidad
enérgica" que, a veces, era "incapaz de controlarse".
DZC (EFE, AFP)